Turín, penúltima etapa hacia Budapest
● El Sevilla, a encarrilar ante la Juventus su séptima final del torneo
Juventus y Sevilla, que han penado en sus respectivos campeonatos domésticos, afrontan la semifinal de la Liga Europa como una tabla de salvación a la que agarrarse para concluir con el ánimo alto una temporada que comenzó torcida.
Ambos disputan este jueves en Turín la ida de una de las semifinales, eliminatoria que se completará la semana que viene en la capital andaluza y de la que saldrá el equipo que disputará la final el próximo 31 de mayo en Budapest, donde el rival saldrá del enfrentamiento entre el Roma y el Bayer Leverkusen.
La formación italiana y la española llegaron a este torneo rebotados de la Liga de Campeones, en la que fueron terceros en la fase de grupos, por lo que estar en la final, y después ganarla, es una vía directa para volver a jugar la venidera temporada la máxima competición continental.
La Juventus es uno de los equipos con mejor currículum en Europa y entre sus trofeos tiene tres de campeón de la segunda competición continental, aunque ahora, en el torneo doméstico, una vez que el Nápoles se ha asegurado el título de la Serie A, lucha por ser segundo en la clasificación, otra vía para estar en la Champions.
El Sevilla, que se ha ganado un nombre en Europa en los últimos años, como lo demuestra que es el equipo que mas veces ha conseguido la Liga Europa/Copa UEFA, hasta en seis ocasiones, ha hecho una temporada muy mediocre pero que se ha corregido en las últimas semanas con la llegada al banquillo de José Luis Mendilibar.
La formación hispalense ha coqueteado todo el curso con el peligro del descenso, algo que con el técnico vizcaíno ya se ha desechado, por lo que la competición continental ha recobrado una gran ilusión en el club y entre los aficionados, que se acercarán a los 1.500 en las gradas del Juventus Stadium.
Tras superar en cuartos a otro de los históricos europeos, el Manchester United, la misión de competir ante la no se descarta y en ese objetivo se viajó este miércoles a Turín, a donde el equipo acude con algunas bajas significativas.
Entre ellas la del extremo Jesús Fernández Suso, que no se ha recuperado de la dolencia muscular por la que el pasado jueves tuvo que ser sustituido a la media hora del encuentro de LaLiga contra el Espanyol, con lo que se une a las ausencias ya sabidas por mermas físicas de dos defensas –el francés Tanguy Nianzou y el brasileño Marcao Teixeira– y del centrocampista Joan Jordán.
Con el argentino Ángel Di María como líder de la ofensiva, la duda del preparador italiano reside en la delantera, entre el polaco Arkadiusz Milik o el serbio Dusan Vlahovic, que ha marcado en los dos últimos partidos que ha disputado, con lo que recupera poco a poco el nivel tras una campaña en la que su juego no ha brillado tanto como se esperaba.