VIVA EL CONGO
Huna vez una canción, no recuerdo si se trataba de una de esas estúpidas tabarras que se inventan los sacaperras de turno extraordinariamente pegadizas y que se convierten en memorizado estribillo de millones de personas de pésimo gusto o, simplemente, sin gusto. Todos recordamos muchas de esa memas letras. Así, se crean unas de esas canciones-tinto-de-verano y sombrilla de chiringuito playero que engordan la andorga del espabiladillo de turno. Evito dar nombres; pero todos recordaran frases sueltas de estas cancioncillas de usar y tirar como “Hay, mamá lo que tiene el negro” y otras que no merece la pena sacar a la luz. Con un botón vale la muestra. Asimismo, recordaremos una “preciosa” que decía más o menos de esta guisa y manera: ¿Qué pasa en el Congo, bis, que a blanco que cogen lo hacer mondongo”.
Me lo pusieron a huevo.
En el partido glorioso del Glorioso de la tardinoche gloriosa del glorioso viernes del 19 de mayo de 2023, apareció Mondongo, que nació en el Congo y que nos brindó dos goles, el primero maravilloso, ya era hora de que se descapullara, y el otro un penalti bien lanzado, lo que no aconteció en el anteriormente tirado al larguero por parte de Alcaraz. Pena, penita, pena, Alcaraz. A ensayar dos horas al día la “falta máxima”, como escriben en los papeles. Mi hija, que me acaba de llamar me ha dicho, te diga, Sergio, que doce. Doce horas diarias, lo que mí me parece demasiado.
Ya sé que el congoleño no se llama Mondongo, pero a mí me gusta más así, Mondongo, que es más simpático y mejorsonante que Bongonda, que creo es su nombre de pasaporte. Y Mondongo suena más a febrero de Carnaval. Y a miembro viril.
Las paradojas de esta droga alienante llamada en la Tacita de Oro, furbo, con erre, nos llevan a casos como el de ayer o como el del Bernabéu, con el
City de por medio. Me explico; cuando un equipo está jugando mejor o medio bien, no marca gol, y, sin embargo, cuando se empieza a ver sometido por el rival, sí que marca. Pues eso es lo que le ocurrió ayer al Glorioso, ya que tras un primer tiempo de jueguecito regularcete, pero en el que el Valladolid no hizo gala de presencia, el yellow submarine no marcó. Y en el segundo tiempo, con el Valladolid achuchando, pero sin hacer sangre, Mondongo, ayer ídolo amarillo, lanzó un misil tierra-aire imparable para el buen portero del equipo violeta. Y al poco, otro penalti que el congoleño, empequeñeciendo a Alcaraz, sí alojó entre redes. El fútbol hacía justicia, porque el Valladolid, con geta de segunda, no tiró a puerta ni una vez entre palos, aburriendo así a Superconan, en tanto el Glorioso se acercó bastante más
El palco de Asisa pasó de inmediato a modo locura absoluta y allí nos abrazábamos como si nos hubiera tocado la lotería del Niño. Menudo jolgorio. Alguna lagrimita disimulada. No era para menos, pues ya sólo falta un empujoncito más y otro año yendo al Camp Nou y al Bernabéu. Y a Sevilla y a ¿Granada?
Espero que ese empujoncito se debe dar en Elche donde el equipo de allí no se juega nada, aunque ¿quién podría afirmar que los de la franja verde en el pecho no van a estar primados por los de abajo? Miedo me da se pongan el frac de los domingos. Que se lo pregunten al Aleti de Gil.