Rumbo lluvioso a Almonte
L La hermandad de El Rocío de Cádiz inicia el camino en un día marcado por la lluvia, que obliga a suspender el recorrido de salida por la ciudad
La hermandad de El Rocío ya transita por el Coto de Doñana camino de Almonte. Los rocieros gaditanos pusieron ayer rumbo a su encuentro de Pentecostés con la Virgen en un martes que estuvo marcado por la lluvia, lo que impidió ver a primera hora de la mañan lunares y sombreros de ala ancha cruzando la Avenida principal ni mulas bajando Sopranis o subiendo Plocia.
La tradicional estampa de los rocieros recorriendo Cádiz antes de partir a Almonte no se pudo repetir ayer a causa del mal tiempo, que a primera hora de la mañana obligaba a la junta de gobierno de la hermandad de El Rocío a suspender las visitas habituales por la ciudad antes de salir por el puente camino de Sanlúcar.
Esta posibilidad de que la lluvia estropeara la despedida de la hermandad ya entraba en los planes de unos romeros que conocían los malos pronósticos que terminaron cumpliéndose. Y aunque la junta de gobierno que preside María del Mar Chouza esperó hasta el último momento, una vez finalizada la misa de ocho de la mañana, el traslado del Simpecado en carreta hasta la plaza de San Juan de Dios y la visita a la Virgen del Rosario tuvieron que suspenderse, privando a la ciudad de esa colorida estampa de cada martes previo al Rocío.
Sí realizó la hermandad el rociero traslado del Simpecado, en su carreta, hasta la Casa del Niño Jesús, que por segundo año se convertía en cuartel general de la salida de estos romeros gaditanos,
La comitiva se reunió en la Casa del Niño Jesús, desde donde salieron al mediodía hacia Sanlúcar
que en torno a las doce del mediodía partían en dirección a la playa de Bajo de Guía, en una caravana de 22 vehículos todoterreno y con la carreta subida a un camión que abandonaba la ciudad por el nuevo puente.
Pasadas las tres de la tarde (con cierto retraso respecto al horario previsto debido a un incidente sufrido por la hermandad de Arcos) cruzaba la hermandad el río para adentrarse en el Coto de Doñana, donde permanecerán hasta que el viernes a mediodía alcancen la aldea de Almonte para participar en los cultos y actos de la peregrinación y, sobre todo, en la procesión de la Virgen la madrugada del lunes. Les queda a los rocieros el consuelo de que la lluvia es favorable a los intereses del camino, y de que el mal tiempo previsiblemente no acompañará al regreso el jueves de la próxima semana.