La Guardia Civil cursa sanciones por la acampada hippie en el pueblo de Benaocaz
L Han ocupado la finca de un ganadero y sigue llegando más gente a la zona por el efecto llamada
El asentamiento de hippies que hay desde hace unos días en una finca dentro del parque natural de Grazalema, en el término de Benaocaz, se presume que irá para largo. Este tipo de grupos se instala movido por ciclos lunares de 28 días y no levanta el campamento hasta que termina. Así que la comuna que se ha instalado en Benaocaz podría estar en el lugar hasta el 18 de junio cuando hay cambio lunar, teniendo como referencia otros episodios que se han dado como pasó en plena pandemia en la Rioja. De hecho, a lo largo de la jornada de ayer un buen número de personas recaló en Ubrique y otras poblaciones, llegados en autobús, con la intención de acoplarse a este grupo alternativo. Distintas fuentes los vieron realizando autostop o andando para llegar a este espacio natural de Benaocaz, cuyos accesos la Guardia Civil tiene bloqueado ante el efecto llamada.
Las autoridades esperan que las conjeturas de que este asentamiento se prolongue en el tiempo movido por los ciclos lunares no se dé y que se desaloje pronto al más de medio centenar de personas que lleva desde el fin de semana instalado, de manera ilegal, en una finca privada dentro del parque natural de Grazalema, en Benaocaz, a casi 50 minutos a pie del pueblo ya que en coche no se puede acceder. De momento, la Guardia Civil tiene identificados a la mayoría de miembros del campamento, muchos de ellos extranjeros, que “no están siendo colaboradores”, y han levantado sanciones por distintos motivos. Los efectivos que han subido hasta el lugar conocido como el Ermitano, en la Fuente de las nueve pilas, procedieron a levantar sanciones a miembros de esta comuna por “desobediencia y hacer fuego en un lugar prohibido para ello”, según explica fuentes de la Benemérita. Además, se han levantado sanciones por acampar en zona protegida y se ha incautado a algunos de los asentados cuchillos y navajas. Guardia Civil dice que la intención es “evacuar de manera cívica” a estas personas.
Al parecer, la comuna pidió autorización para asentarse al dueño de la finca donde están, un paraje para la cría de ganado, dentro del parque natural de Grazalema, y este se lo denegó como también han hecho las mismas autoridades del
“Aquí el único perjudicado soy yo”. Con esta contundencia resume el propietario de la finca de Benaocaz ocupada por una comuna hippie la situación creada en esta pequeña localidad de la Sierra de Cádiz. Su nombre es Rodrigo Mangana y es también el presidente de la Asociación de Ganaderos de Benaocaz. Desde el pasado sábado varios centenares de hippies se han asentado en una finca de su propiedad llamada El Mítano y situada en la zona de Las Nueve Pilas, a unos 50 minutos andando cuesta arriba desde la localidad benaocaceña.
En declaraciones a este periódico Mangana dice sentirse preocupado por la reses de su propiedad que tiene en su finca ahora ocupada pero tampoco disimula su indignación con la comuna de los hippies o al menos con uno de sus líderes conocido por Juan. “Es que ese hombre vino hace unas semanas a pedirme permiso para ocupar mi finca y por supuesto me negué. Después fueron a hablar con la alcaldesa para pedir sitio donde aparcar sus
espacio protegido ya que está prohibida la acampada.
Desde que se instaló la comuna de hippies el pasado sábado en este espacio -algunas fuentes hablan que se inició el movimiento el viernesel pueblo de Benaocaz se ha vehículos y ella me confirma que también rechazó esa propuesta. Y pese a todo han llegado y se han metido en una finca privada por toda la cara. Es de vergüenza”, relata.
Pero ahora lo que más preocupa a Rodrigo Mangana son sus animales, en concreto las 50 vacas y 300 cabras que tiene aproximadamente en este espacio de su propiedad. “Pastar pastan allí pero me preocupa el agua. No pueción
convertido en un ir y venir de forasteros, que bajan hasta el mismo para comprar víveres, regresando otra vez al campamento. De hecho, se vio ayer a gente sacando dinero del cajero ubicado en la calle Fray Domingo de Benaocaz y comprando do llevarles agua al único abrevadero que hay en la zona y que es, además, donde parece que se han asentado esta gente. Menos mal que está lloviendo estos días, y quiero pensar que se habrán creado algunos charcos en el terreno y que en ellos podrán estar bebiendo algo los animales”, se consuela.
Pero es que hay más porque Mangana asegura que los perros que llevan los hippies consigo han atacado ya a algunas de sus cabras. Y encima cuando las cabras bajan al pueblo para ser ordeñadas “se nota que están estresadas porque están dando menos leche estos días, y eso es normal porque no están habituadas a ver a tantas personas allí arriba en la finca”.
Rodrigo Mangana ya ha presentado la correspondiente denuncia en el Cuartel de la Guardia Civil de Ubrique y explica que han sido los propios agentes los que le han recomendado que no intente acceder a su finca para no originar disturbios con las personas allí asentadas de manera ilegal. Lamenta que la Guardia Civil no puede intervenir y desalojar esta zona privada “porque la legisla
en la tienda de comestibles de esa misma vía. Algunas fuentes precisan que este movimiento se enmarca en los Encuentros Arco Iris, que realiza quedadas cada mes de junio o julio, y suelen tener relación con el ciclo lunar, que dura que hay en España es la que es, la misma que permite la ocupación de una vivienda o, como ahora, de una finca”. El ganadero afectado no entiende cómo las autoridades españolas no hacen nada para echarlos “pese a que están vulnerando no se cuántas leyes”. Y como muestra cita que esta comuna de hippies “por un lado han entrado de manera ilegal en una finca privada, por otro están poniendo en peligro el Parque Natural de la Sierra de Grazalema llenándolo todo de suciedad e incluso haciendo fuegos, con lo peligroso que sería un incendio en esta zona forestal. Y además de eso está comprobado que tienen varios menores con ellos viviendo allí en pleno campo”. Y pregunta en voz alta: “¿Dónde está la Fiscalía de Menores en casos como este?”
Rodrigo Mangana está hecho a la idea de que no podrá volver a pisar la finca que es de su propiedad hasta que se vayan los hippies, algo que en teoría sucederá cuando el próximo 18 de junio haya luna nueva y, por tanto, concluya el ciclo lunar que ha traído hasta la Sierra de Cádiz a esta comuna. 28 días. No existe una agenda de encuentros Arco Iris, “siendo bienvenidos todos quienes quieran asistir pacíficamente para compartir la experiencia de convivencia comunitaria en un entorno esencial”, dicen los convocantes.