Con la venia, futuro alcalde
que actualmente un coro de Carnaval recibe más subvenciones que el conjunto de las hermandades de Gloria; o que la reciente ayuda anunciada por el Ayuntamiento de 6.000 euros a cada banda de música supone el 60% de lo que reciben hoy la totalidad de las Glorias. Tres cuartos ocurre con la subvención de Semana Santa (133.000 euros este 2023 para 30 hermandades, hagan ustedes los cálculos).
Otra ayuda necesaria para seguir engrandeciendo la Semana Santa y la actividad cofradiera de la ciudad iría relacionada con los inmuebles. Tanto los que pueden necesitar o conseguir las cofradías para establecer sus casas de hermandad o para almacén de sus pasos (la nave de la Zona Franca recientemente gestionada por el Consejo ha alcanzado ya el 100% de ocupación, parece), como esa nueva sede más amplia, más digna, y más adaptada a las necesidades actuales busca el Consejo. El Ayuntamiento debe colaborar en la cesión de la finca, el solar o el equipamiento necesario; o bien en la colaboración en su financiación, ayudas en los trámites, etcétera.
El nuevo alcalde debe concienciarse de que hay que seguir realizando inversiones en la carrera oficial para seguir mejorando una Semana Santa que por empeño municipal ha sido reconocida como Fiesta de Interés Turístico Nacional. El elegido encontrará sobre su mesa las nuevas propuestas ya trasladadas por el Consejo y estudiadas por los técnicos. Ahora hay que ejecutarlas.
Tampoco estaría mal que el Ayuntamiento apostara firmemente por las cofradías incluyendo su realidad, su patrimonio y sus sedes en la actividad propia de la ciudad. Por qué no incorporar iglesias y casas de hermandad a las rutas turísticas que se programen. Por qué no plantear iniciativas de la mano de las hermandades (exposiciones en espacios municipales, noches blancas que se perdieron con visitas a sedes cofradieras, representaciones en distintas mesas sectoriales…).
Debe saber el alcalde que la Semana Santa, el Corpus, la Patrona
y demás fiestas señaladas del calendario cofrade gaditano hay que respetarlas. Que el Corpus sale por la puerta principal de la Catedral, con su rampa; que el alcalde debe representar a la ciudad el 7 de octubre; o que la Corporación bajo mazas se hace presente el Sábado Santo tras el paso de la urna.
Y por último, pero como cuestión más clara, el que resulte elegido alcalde de Cádiz debe tener meridianamente claro que las hermandades estarán siempre de su lado, siempre a su disposición y siempre trabajando con él por el bien de la ciudad. Así ha sido desde que hay hermandades en Cádiz, y seguirá siendo salga quien salga elegido esta noche.