Morante de la Puebla corta dos orejas en el coso de Nimes y el presidente le niega el rabo

José Antonio Morante de la Puebla fue el triunfador, en la tarde de ayer en el coliseo de Nimes, al cortar las dos orejas de su primero toro, un balance que pudo ser mayor de atender el palco la petición de rabo, tras una faena que encandiló a los tendidos nimeños, que premiaron con una oreja sendas faenas de Manzanares y Talavante, en una corrida de toros de Núñez del Cuvillo, cuarto festejo de la Feria de Pentecostes de la ciudad francesa.

Lleno en el coliseo de Nimes con toros de Núñez del Cuvillo, de juego variado.

Morante de la Puebla, dos orejas con petición de rabo y ovación; José María Manzanares, oreja y ovación tras petición y bronca al palco; Alejandro Talavante, ovación y oreja.

El número 173, de guarismo de octubre de 2018 fue el toro del triunfo de Morante, un ejemplar negro mulato de 518 kilos.

Con información de Cultoro, salió abanto, y en cuanto Morante comenzó a pararlo lo cuajó de forma sublime con el capote, toreando a ralentí a la verónica, por abajo, y una media de auténtico cartel. Tras las varas, realizó un quite a cámara lenta José Antonio. Una locura. La faena fue realmente mágica, para la historia: comenzó con muletazos de rodillas de Morante, luego con trincherazos de cartel genuflexos, y después dejó ocho tandas por ambos lados ligando al toro muy por abajo, enganchándolo muy por delante en un trasteo increíble. Lo estoqueó recibiendo e, incomprensiblemente, el palco le negó el rabo. Es, sin duda, una de las faenas de la temporada.

Talavante tuvo una tarde en la que el mal manejo de la espada le hubiera propiciado un mejor resultado, igual que a Manzanares, con una oreja y otra denegada de su segundo.