Comparsa. Qué bonita es Cádiz. Cádiz

LETRA. Luis Manuel Ripoll Lázaro. MÚSICA. Juan Ramón Fernández Barberi y Luis Manuel Ripoll Lázaro. DIRECCIÓN. Juan Ramón Fernández Barberi . EL TIPO. Emigrantes gaditanos. LAS COPLAS. Un tren lleva a Cádiz a un grupo de gaditanos que un día se tuvieron que marchar de su ciudad, por lo que vuelven a ella por Carnaval. Con esta premisa, la comparsa de Luis Ripoll ofrece un flojo pase que no hace gala de su enorme currículum. Lastrado de principio a fin por un grupo falto de conjunción y empaque, las coplas se van perdiendo poco a poco con el desarrollo del repertorio. Los problemas ya aparecen

en una presentación en la que el personaje sirve para piropear a Cádiz. Al menos, sí está presente Ripoll en la música del pasodoble, suave, sin estridencias y que ganaría mucho con otros componentes. Las letras se quedan muy atrás. Solo salvable la primera de piropo a Cádiz, en la que el personaje cuenta lo que siente al pisar la ciudad, resaltando el apartado personal al recordar “el olor de la niñez” de Ripoll al pasar por la Cruz Verde. El drama de la segunda se aleja mucho de la senda de este autor al relatar la historia de un abuelo que va a visitar a su nieto a la cárcel y acaba dejándolo a su suerte. Los cuplés lo empeoran todo, sobre todo por el segundo a su hija Antonia, que pasa a llamarse Antonio, con un chiste deplorable. Olvidable el primero a una persona que pierde peso, por lo que el pellejo de los huevos le llega a las rodillas. Se pierden en su viaje por el mundo en el popurrí.