Diario de Cadiz

AUDI AYUDA A SAINZ Sainz sale indemne de tres pinchazos

● Loeb recorta la distancia en la general de coches, pero se queda a 13 minutos ● Brabec, líder en motos

- Carlos Rosique (Efe)

El español Carlos Sainz (Audi) sorteó los tres pinchazos sufridos durante la décima etapa con la ayuda de su compañero Mattias Ekström y sigue liderando la general de coches, con 13 minutos sobre el francés Sébastien Loeb (Prodrive), mientras el estadounid­ense Ricky Brabec (Honda) ganó por primera vez en las motos y soltó a sus rivales más próximos a más de diez minutos.

El estadounid­ense evitó todas las trampas que tenía preparadas el botsuano Ross Branch (Hero) para volver a nivelar la general y, con un triunfo, su primero en este Dakar 2024, se afianzó en la primera posición y propició que tanto Branch como el francés Adrien van Beveren (Honda) se descolgara­n de sus opciones de victoria.

Mientras las motos terminan de desequilib­rarse, los pinchazos de la carrera de coches hacen que la pugna entre Sainz y Loeb llegue a la penúltima etapa en su máximo esplendor, con apenas trece minutos de diferencia entre uno y otro después de que el madrileño perdiera siete minutos y once segundos en la etapa de ayer.

Sin embargo, la etapa parecía encaminars­e hacia todo lo contrario. El galo tuvo un problema con el gato hidráulico a apenas una hora de iniciar la especial y, de hecho, llegó con tan sólo cinco minutos de antelación a la salida del inicio del tramo cronometra­do, en el que ya esperaba Sainz, que era segundo en salir a la pista.

Los dos primeros waypoints también presagiaba­n una buena etapa de Sainz, que se puso primero tras los primeros 50 kilómetros. No obstante, la aparición de los pinchazos hizo estragos en el piloto madrileño, que empezó a perder tiempo y que no pudo volver a tener la renta de más de dos minutos que había ganado sobre Loeb.

De hecho, el tercer pinchazo remató a Sainz, que pese a todo tuvo la ayuda del Ekström, quien le prestó dos ruedas para que pudiera terminar la carrera. Pero para ello, el español tuvo que esperar siete u ocho minutos, lo que terminó de dilapidar sus buenos primeros kilómetros y le hizo acabar a 25 minutos del francés Guerlain Chicherit (Overdrive Racing), que ganó la etapa. El francés, sin embargo, pinchó en dos ocasiones, pero exprimió su BRX para acabar diluyendo la ventaja de 20 minutos y 33 segundos que tenía el madrileño al inicio de la jornada hasta los 13 minutos y 22 segundos con los que cuenta ahora.

A diferencia de Sainz, que contó con Ekström y el francés Stéphane Peterhanse­l (Audi), Loeb no contó con el apoyo del catarí Nasser Al-attiyah (Prodrive), quien no salió a la etapa tras tener una avería este martes con la dirección asistida, lo que puede suponer un gran problema para el francés en caso de que, como ayer Sainz, pinche en tres ocasiones por el terreno pedregoso al que se enfrentan.

TRIUNFO DE BRABEC

El que sí pudo afianzar su ventaja ayer fue el estadounid­ense Ricky Brabec, que a falta de la penúltima etapa, quizá la más complicada de todo el rally por el aluvión de piedras con el que se encontrará­n los pilotos, ha mostrado durante esta segunda semana su exhuberanc­ia sobre la moto.

No lo tuvo fácil, porque su máximo rival, el botsuano Ross Branch (Hero) lo intentó de todas las maneras para volver a equilibrar la clasificac­ión general, que en la mañana de ayer marcaba una diferencia de algo más de siete minutos.

Sin embargo, sus esfuerzos se quedaron en nada durante la segunda mitad del recorrido y terminó séptimo. El estadounid­ense marcó el mejor tiempo y sacó tres minutos a Branch a pesar de abrir pista, algo que tendrá que volver a hacer hoy, en una complicada jornada para la navegación y sobre todo por las piedras.

Ahora el que está en peligro es Branch, ya que el francés Adrien van Beveren (Honda) se aproximó al segundo escalón del podio y ya está a menos de un minuto del africano. También se acerca otra Honda, en este caso el chileno Nacho Cornejo (Honda), quien está a dos minutos y dos segundos del galo y a 2 minutos y 56 segundos de la segunda posición.

Así, a falta de dos jornadas para que acabe el Dakar, esta próxima etapa que cubre 480 kilómetros entre Al Ula y la ciudad costera de Yanbu se antoja decisiva para el desenlace, tanto por la pugna entre Loeb y Sainz como por conocer si las Honda serán capaces de desbancar al botsuano Ross Branch de la segunda plaza y completar un podio que sería histórico para los japoneses.

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RED BULL / EFE Carlos Sainz pilota su Audi durante la décima etapa del Rally Dakar.

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