El Cine Alameda, patrimonio cultural y propiedad de la ciudad
● La firma de la escritura pública cierra la compra del Ayuntamiento de este histórico edificio ubicado en Moreno de Guerra
“Hoy es un día de alegría e ilusión. Recuerdo con la misma satisfacción el día que firmábamos el convenio para el Museo Camarón. O la apertura del Ayuntamiento”. La alcaldesa, Patricia Cavada, expresó ayer su satisfacción tras la firma de la escritura pública del Cine Alameda, que pasa a formar parte del patrimonio municipal.
La regidora realizaba estas declaraciones tras el acto con el notario, Ignacio J. Padial, y la propiedad que fue público. “Para mí era un momento emotivo. Hace unos meses anunciábamos que adquiría un compromiso con la ciudad, un acuerdo con el propietario del inmueble. Seis meses después estamos firmando la escritura pública con una financiación resuelta”, resumió y se congratuló por hacerlo realidad en un corto espacio de tiempo a pesar de los tiempos de la administración. El Ayuntamiento compra este inmueble por 1,8 millones de euros (IVA incluido).
El Cine Alameda se encuentra en buen estado, reconoció, gracias a la implicación del propietario, Emilio Romera, que durante estos años sin uso se ha preocupado de su mantenimiento, “mantenerlo limpio, ventilado”. “Tendrá elementos estructurales que habrá que reformar por su antigüedad”, aclaraba Cavada. “Pocas veces encuentras, quizás por el inmueble, propietarios que le pongan tanto cariño, que sean conscientes del uso que debía tener. Lo ha mantenido en las mejores condiciones para que siga siendo un espacio abierto a todos, que se va a compartir”, añadió.
Se trata de una superficie de unos más de 1.000 metros cuadrados que se divide en varias fincas: una vivienda en el lateral, la parte trasera y el propio cine, “en un conjunto de un valor importante”. La intención municipal es convertirlo en una pieza destacada dentro de lo que denomina “Meridiano Cultural”, un eje cultural con la idea común de revitalizar el centro que implica recuperar espacios importantes y desarrollarlos. Ejemplos son el Castillo de San Romualdo, la Plaza del Rey o la Casa Lazaga, hasta la Plaza del Carmen, y la inclusión del futuro planetario.
La alcaldesa defendió la apuesta de su gobierno en estos años para dinamizar la ciudad con eventos para contribuir a la actividad del comercio y de la hostelería, pero también de artesanos, artistas, producción de los eventos, transporte (taxi) o seguridad privada. “Se mueve mucho, genera mucho, es importante para la generación de empleo y la actividad económica de la ciudad. Era necesario que en la ciudad ocurrieran cosas”, insistió.
Para el Cine Alameda los planes pasan por que la ciudad disponga de un auditorio para incrementar la capacidad de los aforos actuales para sumarse así a la Plaza Rey, al Castillo San Romualdo, a la Plaza Iglesia y al auditorio parque Almirante Laulhé. “Pero necesitamos un espacio cerrado porque el Teatro de Las Cortes tiene un aforo limitado, un sitio que lo duplicara”, expuso la alcaldesa.
El coliseo isleño tiene varios hándicap a la hora de trabajar en su programación. Si bien desde Cultura apuestan por propuestas importantes, esto supone una inversión económica elevada dado que al tener un reducido aforo la recuperación monetaria es reducida a su vez. “A veces, los artistas rechazan venir por tratarse de un espacio pequeño”, precisaba la regidora. Incluso, no solo es baja la taquilla sino que el escaso aforo impide que muchos ciudadanos disfruten de los espectáculos a pesar de estar interesados. Un espacio más amplio permitirá que haya más público.
Para eso, dejaban claro desde el equipo de gobierno, queda mucho trabajo por delante. Se licitará un proyecto básico “para definir lo mejor posible cómo podemos aprovechar el espacio, cómo debe ser el proyecto definitivo”. “Hay que reflexionar con quienes tienen conocimientos del sector cultural, con los arquitectos, con los conocedores del sector en cuanto a las necesidades técnicas”, apuntó la regidora, que estima que al menos para contar con ese proyecto definitivo se podría hablar de año y medio.
De cualquier forma, el Cine Alameda mantendrá “la esencia que tiene, su identidad”. “Queremos que uno camine y pase por la Alameda y lo identifique. Pero hay que dotarlo de toda la modernidad y tecnología necesarias. Tiene que ser versátil, como auditorio e incluso barajamos un uso de auditorio de pie”, aportaba detalles. El gobierno ya ha realizado una planificación económica del mandato para disponer de la financiación (estimada de inicio) con la que desarrollar la intervención.
Patricia Cavada insistía en reconocer el trabajo realizado desde el Ayuntamiento: los concejales implicados, como la responsable de Patrimonio, María José Foncubierta; y el delegado de Desarrollo Económico, Conrado Rodríguez; y del personal de Desarrollo Urbano, como Rafael de Cózar; la jefa de Patrimonio o la tesorera para llegar al día del traspaso de la propiedad del Cine Alameda al Ayuntamiento.
Por su parte, el anterior propietario, Emilio Romera, consideraba que con esta venta cerraba “un vía crucis de 14 años”. Incluso, hizo un recorrido por su trayectoria empresarial, desde 1980 cuando invirtió en el Cine Teatro Las Cortes, donde abrió un negocio del juego. Lo mantuvo hasta 1989 cuando se cedió a través de un convenio con la propiedad y el Ayuntamiento. A cambio pasaron al Cine Alameda, donde permanecieron hasta el 14 de abril de 2009, “cuando nos fuimos por las obras del tranvía”. “Las ventas bajaron un 40% y nos vimos abocados a cerrar e irnos al San Fernando Plaza”, matizó.