Comparsa. Los gritos de Cádiz. Cádiz

LETRA. Francisco Javier Sevilla Pecci.

MÚSICA. Manuel Sánchez Alba el Noly.

DIRECCIÓN. José Luis Ariza Iglesias.

EL TIPO. Pregoneros gaditanos.

LAS COPLAS. Gritos de casapuerta. Pregones para vender su mercancía en cualquier rincón de Cádiz. La nueva comparsa de Francis Sevilla Pecci y el Noly deja muchas dudas en su estreno en el Concurso con un repertorio de tintes clásicos que, sin embargo, no engancha por un desarrollo un tanto anacrónico. Tampoco ayuda la afinación del grupo, con un montaje en el que las octavillas y los contraltos se van sucediendo con demasiados excesos y ocultando al tenor. Estos problemas aparecen especialmente en una presentación totalmente deslucida, resaltando los gritos como un pregón de sus riquezas y que sirve para “alegrar la vida”. A pesar de su invitación a coger su mercancía, esta no atrae.

Tampoco lo hace excesivamente el pasodoble, con cierto soniquete al Noly pero que al final se acaba perdiendo. Son muy reconocibles los ingredientes típicos de la letra de medida, una melodía que “lo mismo es dulzón en tu boquita que se vuelve salaíta”. Al menos, sí sobresale la intención de la segunda copla al denunciar la situación de la sanidad pública andaluza a través de la historia de María, quien “se cansó” de que “un Gobierno inhumano le hiciera una llamada” para una operación. Los cuplés también suenan rancios. En el primero, juegan al equívoco con temas sexuales, pero lo que se pone dura es una telera. Peor es el segundo al acordarse de la madre de Hacienda por investigar a las agrupaciones. Los gritos no despiertan en el popurrí.