La carta definitiva
● Un conjunto amarillo plagado de bajas se presenta en Vitoria con la necesidad de ganar en su incesante lucha por esquivar el descenso y para evitar la destitución del entrenador
El Cádiz CF deambula extraviado por un laberinto para el que busca una salida urgente en su primera visita de la segunda vuelta que adquiere la etiqueta de trascendente por más de un motivo: la salida de la zona de descenso y la situación límite en el banquillo.
Se suponía que el partido contra el Deportivo Alavés que inaugura la 21ª jornada de Liga debía ser un enfrentamiento entre dos adversarios apretados en la clasificación unidos por la misma necesidad. Nada más lejos de la realidad. La relativa tranquilidad del cuadro vasco contrasta con el complejo contexto de los amarillos, en especial su entrenador, Sergio González. Nada menos que 16 encuentros consecutivos sin ganar son demasiados para todo aquel que pretenda conservar un hueco en la élite. Alguna vez tiene llegar un triunfo y por qué no puede ser el viernes 19 de enero (desde las nueve de la noche). Con ese objetivo llega una expedición que ha tratado de recuperar el ánimo durante una semana.
El técnico apura su última carta para tratar de evitar un despido que parecía inevitable tras el bochornoso 1-4 ante el Valencia. Su continuidad depende del resultado que el equipo obtenga en Mendizorroza, donde hace más de año y medio logró la permanencia ‘in extremis’.
Un nuevo milagro en el mismo escenario precisa el Cádiz CF para que no se produzca el relevo en el banquillo y, sobre todo, para impedir que un rival directo en la lucha por la salvación se escape de manera casi definitiva.
Los vitorianos parten desde la 13ª posición con 20 puntos, cinco más que los gaditanos, que arrancan el fin de semana en la 18ª plaza (de descenso) con 15. Ganar supone ponerse a sólo dos puntos y tener a favor el goal average particular. No sumar se traduce en la escapada del Alavés hasta los ocho de diferencia.
Lejos queda aquel triunfo (1-0) sobre los babazorros en el capítulo inicial del campeonato que a la postre fue engañoso. Tras un gran arranque, el Cádiz CF se desinfló y el recién ascendido Alavés se fue asentando en la categoría hasta que s e nuevo cruzan sus caminos con sensaciones del todo apuesta. El visitante comparece con toneladas de dudas tras sufrir la goleada ante el cuadro che. El anfitrión, pletórico después de dar la campanada (2-3) en el terreno del Sevilla.
Buena parte de los pesares quedarían atrás con tres puntos de una tacada. Con esa misión salta al césped un conjunto herido que además está golpeado por las bajas. Tras Roger Martí y Darwín Machís, el último en caer había sido Fede San Emeterio y esta semana se unen los Hernández (Luis y Javi). Los cinco están lesionados y además Sobrino cumple sanción.
Las ausencias limitan las opciones del técnico para confeccionar la alineación condicionada además por el sistema de juego. La duda es si apuesta por dos o tres medios y uno o dos delanteros puros. Víctor Chust, Lucas Pires apuntan a la titularidad en defensa y Escalante tiene papeletas para comenzar el partido, sin descartar a Álex Fernández como posible enganche en tres cuartos.