El rival más correoso para el Tesla Model 3
HEMOS podido conducir, por primera vez, el que es el último y, probablemente, el mejor BYD: el Seal. Esta berlina de cuatro puertas con 4,80 m de largo, a diferencia del Han de 5,00 m, utiliza la base más moderna de la marca, la eplatform 3.0. Se caracterizada por su batería con cátodos de tipo LFP, la bomba de calor para aclimatar éstas o el habitáculo, así como un sistema de propulsión eléctrico con todos los elementos integrados en vertical. Esto facilita el ensamblaje de componentes que, en un 89 por ciento, produce BYD.
Además es el primero que usa la concepción cell-to-body, en la que la batería forma parte estructural del coche, lo que consigue incrementar su rigidez torsional -40.500 Nm/grado es un valor considerable-, un aspecto clave de cara al comportamiento dinámico.
El Tesla Model 3 es el coche que BYD enfoca como el rival a batir con él para lo que dispone, por ejemplo, de dos sistemas de propulsión: uno de tracción trasera, con un motor síncrono de imanes permanentes de 313 CV (230 kw); y otro de tracción total, que añade al anterior uno más en el eje delantero, este asíncrono y con 218 CV (170 kw) lo que, en la práctica permite desconectarlo si no se le necesita-, para alcanzar una potencia combinada de 530 CV (390 kw). En los dos casos, la batería es siempre de 82,5 kwh. Procura una autonomía homologada WLTP de 570 km con un consumo de 16,6 kwh/100 km o 520 con 18,2, según tenga uno o dos motores. En el primer caso, el acabado es el Design; en el segundo, el Excellence.
Las diferencias en cuanto a equipamiento son mínimas: este último cuenta de serie, respecto al Design, con amortiguadores adaptativos y un head-up display. El resto de elementos son comunes, sin que haya opciones.
Al desbloquearse sus puertas lo primero que llama la atención es que surgen de la carrocería los cuatro tiradores. Lo hacen cuatro centímetros. Su enrasamiento, junto con el techo tome forma de coupé o cuente, entre otros elementos, con entradas de aire junto a las tiras de la firma luminica o extractores en el paragolpes posterior, es conseguir un coeficiente aerodinámico bajo: es de 0,219.
Una vez en su interior encontramos un espacio longitudinal muy notable en las plazas traseras, donde el piso es plano; así como una anchura formidable tanto delante como detrás y una cota vertical que, sin ser de referencia, cumple con holgura para alojar a ocupantes sobre la talla media.
En espacio lo único que merece queja es el maletero que, según nuestras mediciones, tiene un volumen similar al oficial: 403 litros cubicados frente a los 400 de su ficha. Es una capacidad ramplona si tenemos en cuenta un pretendido uso familiar, pero mayor que sus rivales. No obstante, bajo una tapa del piso próxima al plano de carga hay un hueco de 47 litros en el que caben los cables de recarga y aún hay 57 más bajo el capó.
La posición de conducción puede ser muy baja, con apenas 20 cm entre el borde del asiento y el piso del coche. Este es de tipo bacquet, con el resposacabezas integrado en el respaldo y con un almohadillado que, para los conductores que sobrepasen la talla media, puede quedar bajo. Sujetan bien, no obstante, y su tapizado en cuero vegano no deja el listón tan alto como sí logran otros materiales en este BYD, como paneles de puertas o salpicadero.
El Seal AWD tien un rodar silencioso y, al entrar en la autopista, el ruido aerodinámico no molesta a velocidades legales, como tampoco lo hace el de rodadura aún cuando llevamos neumáticos anchos: unos Continental Ecocontact 6 235/45 R19 99V.
Sorprende la pisada de calidad, que resulta confortable por otro lado casi tanto como el buen tacto de la dirección. Tiene un buen guiado del eje delantero que lo hace preciso y frena, por lo demás, con un tacto progresivo.
No acelera con la rapidez esperada aún cuando el Seal AWD no es un peso pesado: 2.185 kilos, 130 más que la de propulsión, no son muchos para un coche así.
En todo caso el consumo en nuestro recorrido nos pareció alto para un ritmo medio de conducción: 24,7 kwh/100 km. A éste ayuda poco la frenada regenerativa, con dos niveles seleccioables desde la pantalla central.
BYD ofrece por un lado un cargador embarcado trifásico que, con corriente alterna, permite admitir hasta 11 kw de potencia, mientras que con continua este Seal tolera hasta 150 kw.
Si la capacidad de carga con corriente continua, no es un punto fuerte del Seal, sí lo es el precio.
Con un motor, el precio de tarifa es de 46.990 euros. Así sólo Tesla ofrece una opción similar, aunque algo menos potente más asequible: el Model 3 de propulsión tiene 283 CV (208 kw). El Excellence AWD supone, por su parte, 2.000 euros más, 1.000 por debajo de su equivalente en Tesla.