Valcárcel: “La UCA no tendría problema en aportar parte de sus 30 millones de remanente”
Dice tener confianza en la Junta de Andalucía y lo supedita todo a un plan de infraestructuras en el que tendrá prioridad arreglar Ciencias de la Educación
–¿Cuándo fue el traspaso de poderes de su sucesor, Francisco Piniella
–Nada más terminar las elecciones tuve una reunión con el rector Piniella, que fue genial, y a partir de esa reunión se establecieron los mecanismos de conexión entre vicerrectorados y ese traspaso terminó ya realmente. Yo he empezado a ejercer el rector desde que salió el nombramiento en el BOJA, que fue el lunes de la semana pasada. Por lo tanto estamos a tope desde hace una semana. Así lo hizo la Junta de Andalucía con Granada, Almería, Málaga y Cádiz. La investidura de mañana [por el viernes 19 de enero] en la Facultad de Filosofía y Letras es un acto académico y protocolario. Pero a todos los efectos el último día del rector Piniella fue el lunes 8 de enero, el primero mío fue el 9 y mi equipo fue nombrado el 10. Esto es una novedad que ha introducido la Junta de Andalucía para no supeditar la entrada de los equipos rectorales a la agenda del presidente. Y esto es positivo.
–Tendrá un mandato de seis años, frente a los cuatro de los anteriores rectores, pero no podrá presentarse a la reelección… –Sí, eso lo impone la nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) a nivel nacional. Es una novedad. Tenemos que saber adaptarnos a esta nueva situación, que tiene sus cosas positivas y sus cosas negativas. A mí me gusta. Yo siempre soy defensor de la definición de democracia, que es asistir a las urnas y rendir cuentas a la sociedad. Y nosotros en la Universidad de Cádiz tenemos un momento de control, que ejerce el claustro universitario siempre a finales de año, un control que consiste en una votación mediante la cual se respalda el funcionamiento. No todas las universidades lo tienen. Entonces tiene lo bueno de no tener que estar preocupado de que haya un proceso electoral intermedio. También la ventaja de poder hacer, en esta sociedad tan cambiante, a lo mejor a los tres años, una reflexión de cómo vamos a reencauzar nuestros objetivos, remodelando, incluso, el equipo de gobierno. Tengo el compromiso con algunos compañeros de que ejercerán su cargo solo tres años, pensando en la posibilidad de poder modificar en mitad de mandato objetivos y procedimientos. Pero a lo mejor decidimos que siga todo igual porque va bien. O no...
–¿En qué quiere que cambie la Universidad?
–Bueno, ahora mismo tenemos proyectos enormes en la cabeza. En la semana que llevamos trabajando a cada uno de los miembros de mi equipo les he pedido que me desarrolle entre dos y cuatro proyectos de innovación de la universidad para implantar en los próximos años. Hay muchos retos. Y quizá uno de ellos puede ser el tema de la inteligencia artificial. Uno de esos proyectos evaluará cómo está afectando a la docencia, cómo puede afectar la investigación y cómo puede afectar a la gestión.
También he propuesto al equipo trabajar la internacionalización. Ahí tenemos que dar un salto tremendo. En la propuesta de grados y másteres que se ha hecho recientemente ya iba un grado internacional, es decir, con varias universidades internacionales. Esa es la propuesta del trabajo de un equipo de gobierno que ha terminado su mandato. Pero es la propuesta de mi universidad y nosotros la vamos a defender y vamos a trabajar con ella. Ahora la Junta de Andalucía nos ha dado un plazo de dos años durante los que tenemos que seguir construyendo titulaciones. Y ese camino que se ha hecho es positivo, es decir, el de la internacionalización.
Los grados y másteres internacionales que se han implantado dentro de la Alianza SEA-EU es por donde está el camino. Además, la Junta de Andalucía lo que nos está diciendo es que va a financiar ese tipo de titulaciones de formación interuniversitaria, internacional dual y de formación que tengan una necesidad en el mercado laboral importante. Por lo tanto, nosotros nos hemos puesto como meta de aquí a dos años tener un nuevo mapa de titulaciones que haga crecer la Universidad, que a lo mejor modifica aquellos que vemos que tienen menos demanda o menos salidas profesionales. Pero ahora mismo esa propuesta la hacemos nuestra.
Hay títulos que me gustaría destacar como el del Doctorado en Flamenco, porque son titulaciones que están muy vinculadas al territorio, que refuerzan enormemente la proyección cultural y social que tiene nuestra provincia. Ahí es donde tenemos que conseguir el equilibrio.
Llevamos titulaciones en los proyectos internacionales que lideramos. Por ejemplo, hay un grado en Economía azul sostenible, en el que van a participar varias universidades internacionales. Y eso tenemos que entenderlo como un cambio muy significativo de la Universidad. Es decir, que si cambias de repente el perfil de los estudiantes que entran en la Universidad de Cádiz, que dentro de seis años ese perfil haya crecido.
La natalidad está cayendo y no podemos pensar en una universidad para la provincia. Cádiz es una provincia muy orientada hacia el turismo estacional y si eso lo complementamos con una entrada de personas de fuera que viene a formarse y a estudiar, creo que se quedan con nosotros. La Universidad de Cádiz es atractiva. En Erasmus tenemos una cantidad de entradas importantísima. Pero nuestra oferta no está en inglés. Tenemos muy pocas asignaturas en inglés y el que viene de la Unión Eu
Tenemos que dar un salto tremendo en internacionalización e impartir muchos más títulos en inglés”
ropea o de cualquier país extranjero, a no ser que miremos a Iberoamérica únicamente, lo que te demanda son titulaciones en inglés y entonces estos joint bachelors y
joint masters, pues están para impartirse en inglés, como el Sustainable blue economy, que citaba antes en español, pero que se presentan en inglés porque se van a impartir en inglés. Ese es el camino. Una de las primeras reuniones que he tenido esta semana con los socios que tenemos dentro del proyecto de la Alianza SEA-EU es un congreso internacional que había dentro del proyecto y donde se empezó a hablar ya de de la política de titulaciones internacionales que tenemos que desarrollar. Ese es el camino.
–¿Cómo vivió el acto de toma de posesión de su cargo en San Telmo?
–Yo soy muy obsesivo y perfeccionista. Entonces tenía cierto nervio. El mismo que puedo tener ahora, lo confieso, porque las cosas salgan bien. Era un acto muy importante para mí, muy importante para mi universidad. Yo quería dar una imagen adecuada de mi universidad. Y esa sensación de querer hacerlo bien te traslada ese, digámoslo así, nerviosismo de quien persigue la perfección. El discurso lo había escrito yo, me ayudó a perfilarlo mi gente de comunicación, pero yo me había preocupado de exponer un discurso en el que incidí en lo que quería incidir. Tuve la oportunidad de tener al presidente de la Junta de Andalucía cerca para en un momento dado trasladarle las necesidades que tiene la Universidad de Cádiz, en qué situación se encuentra y no quería desaprovecharla. Yo estoy muy contento.
–¿Cuánto tiempo hacía que soñaba con ser rector de la Universidad de Cádiz?
–Esto tiene su historia. Y esto pocas veces lo cuento. Cuando entré como vicerrector de Investigación para nada me planteaba continuar. En ese momento entré con una sensación de vértigo enorme, con una responsabilidad tremenda y queriendo hacerlo lo mejor posible, esforzándome por eso. Fue cuando iba terminando el mandato del rector González Mazo cuando él me plantea que si yo me había pensado presentarme a rector. Y le dije que no lo había pensado, pero que creía necesario pensarlo. Me llevé un verano pensándomelo y cuando terminó quedé con él y le dije: lo voy a intentar en estas circunstancias, me voy a ir antes y pronto del equipo en el que estoy porque creo que tengo que marcar distancia, alejarme, ver la perspectiva de otro lado y plantearlo. Sabía de las dificultades que entrañaba. Porque en esta universidad no ha ganado nunca nadie el cargo de rector viniendo del equipo que gobierna, aunque eso no pasa en otras universidades. Sabía que era muy difícil. Sabía que si quería ser rector tenía que presentarme y asumir que en ese momento a lo mejor no lo iba a conseguir. Y saber perder con la elegancia necesaria en estos casos y reorientar mi trayectoria. Yo tenía en ese momento muchas cosas pendientes que hacer, familiarmente, en mi vida, y el perder me permitió hacerlas. A los pocos meses tuve una reunión con el equipo que me acompañó y les dije: mientras que el rector actual quiera seguir siéndolo yo no me voy a presentar. Me voy a volver a mi despacho, a mi trabajo, no voy a encabezar ningún tipo de oposición. Todo lo contrario: el apoyo más absoluto a mi universidad y al equipo que gobierna. De hecho no he encabezado ningún tipo de votación en contra del equipo que ha terminado. Y que cuando el rector actual decida no continuar, me lo planteo. Me lo quito de la cabeza, me centro en mis proyectos, mi investigación y mi docencia. Y realmente, tengo que decirlo, fue el rector saliente, el rector Piniella en un acto en mayo, yo creo que el año pasado, en la entrega de la
Medalla de Plata de la Universidad, cuando charlando con él me dice que él tiene intención de jubilarse, de terminar, y cuando lo ha dicho ya públicamente, que quiere terminar ya jubilándose, llego a mi casa, se lo planteó a mi mujer, que me dijo que para adelante, y al día siguiente me reúno con parte del equipo, que también me dicen que para adelante, voy llamando a compañeros, que me dicen que para adelante y hasta aquí hemos llegado. Entonces, no sabría decir desde cuando sueño con ser rector.
–¿Qué significa para usted el acto académico de investidura en la Facultad de Filosofía?
–Bueno, es otro acto en el que también estaré con el nervio. Me dicen los más cercanos: No, mañana no, que estás en tu casa, no tienes por qué estar nervioso. Mis nervios son siempre porque quede bien el acto; es un acto importante para la comunidad universitaria, muy académico, es togado, va mucha gente… en eso estamos trabajando. Para mí significa el principio de una responsabilidad importante; no es el fin de nada. Es decir, este momento para mí no es más que el principio; nunca ha sido el fin llegar a este momento; el fin para mí es dentro de seis años, cuando deje la universidad en donde yo crea que pueda llegar.
–No sé si desde que ganó las elecciones le ha dado tiempo de esbozar cómo quiere que sea su mandato en estos seis años...
–Mi idea es es hacerlo mañana [por el viernes] en mi discurso en la presentación. A mí me gusta trabajar las ilusiones y trasladar a la comunidad universitaria las ilusiones, las visiones y las motivaciones que a mi llevan. Y ahí hay muchos retos. Hemos hablado antes de la internacionalización desde el punto de vista de las titulaciones, pero la internacionalización integra también el reconocimiento de la universidad fuera, que la investigación sea más internacional. Tenemos que conseguir muchos más proyectos internacionales, que no es sencillo. Pero hay otros proyectos, como la modernización. La universidad tiene que ser moderna. En una semana ya he liado una tremenda porque ya tengo el despacho en el Rectorado, en el Reina Sofía. Me han hecho una mudanza exprés, por la que tengo que agradecer al personal de gabinete, a la secretaria del rector, que fue llegar el martes de la semana pasada y decir que yo creía que era necesario que el despacho del rector estuviera en el Reina Sofía y no en el Hospital Real, como hasta ahora. Porque en la puerta del Reina Sofía pone Rectorado y es el uso de ese edificio el que define el convenio que tenemos con el Ayuntamiento y me parecía importante que tuviera esa presencia. Para mí es importante la imagen de la universidad. Hicieron una obra para adecuarlo, que terminó hace ya unos meses y estando pendiente el proceso electoral entiendo que el rector Piniella prefirió que fuese el rector que entrara el que decidiera.
Bueno, allí estamos. Con una mesa que hemos encontrado por algún sitio y con unos muebles de color diferente, sí, pero en el Rectorado. Creo que es importante que la atención que se dé a las autoridades sea allí.
–¿Por dónde va a empezar entonces?
–Bueno, he hablado del tema de la internacionalización. Ya comenté que el viernes estuve en un congreso del SEA-EU [la Universidad Europea de los Mares] , en Faro, en el Algarve portugués. Por ahí he empezado. Y quiero ir visitando todas las universidades. Nosotros lideramos un proyecto internacional que pocas universidades españolas lideran, que es el proyecto SEA-EU. Y eso lo voy a decir cada vez que hablemos. ¿Por qué? Porque la sociedad gaditana tiene que saber de la importancia que tiene ese proyecto Erasmus, que a nivel andaluz, creo que solo lideran también Granada y Sevilla. Y estamos hablando de universidades de un nivel tremendo. Y que la universidad esté liderando ese proyecto es importante, con universidades por toda Europa.
Una de mis prioridades va a ser que ese proyecto empiece a lucir en la Universidad de Cádiz y empiece a calar en la sociedad de la provincia de Cádiz, que se empiece a percibir esa presencia de estudiantes extranjeros, que más allá de los erasmus, viven aquí porque están estudiando aquí. Eso va a costar porque no es fácil adaptar los modelos docentes de nuestro país a los de Noruega, Italia, Portugal, Croacia, pero está la voluntad de la Unión Europea y la financiación que está poniendo es importante y entonces ahí vamos a estar trabajando.
Otra es la de la modernización referida a las personas. Ahí tenemos que preocuparnos de la retención de talentos. En los últimos años han proliferado enormemente convocatorias de talento que financian contratos postdoctorales a investigadores de mucho prestigio, se les obliga a irse fuera, pero no tenemos ahora mismo ningún tipo de herramienta para poderlos fijar aquí. Después también tengo que hablar de los profesores que están en precario, de los sustitutos interinos. Lo dije ayer en mi discurso de toma de posesión y no me cansaré de decirlo: La LOSU, que viene a intentar corregir eso, nos mete en un problema porque dice que tenemos que llevar a nuestro profesorado al 8% de sustitutos interinos y nosotros creo que superamos el 15% o el 20%. Tenemos que estabilizarlos y a eso nos tiene que ayudar a Junta de Andalucía. Ayer se lo pedí al presidente y estoy seguro de que en eso nos van a ayudar.
–¿Ayudarán a eso los 30 millones de euros en cuatro años que ha prometido el presidente de la Junta de Andalucía a la UCA?
–Teníamos el borrador de uso de
Mi fin nunca ha sido ser investido rector, sino, a los 6 años, dejar la universidad donde yo crea que puede llegar”
Una de mis prioridades va a ser que el proyecto SEA-EU empiece a calar en la sociedad gaditana”
A estabilizar a los profesores sustitutos interinos y reducirlos a un 8% tiene que ayudarnos la Junta”
remanentes de Tesorería, es decir, un dinero que Hacienda nos autoriza usar. Hay un borrador en el que se da una cifra global para toda Andalucía de 80 millones. No hay un reparto todavía. Sabíamos que alguna cantidad va a llegar. Si son 30 millones, a nosotros eso nos genera expectativas importantes y nos da confianza. A mí me gustó el discurso del presidente de la Junta de Andalucía. Entendemos que esos 30 millones se refieren al remanente. Del discurso del presidente me gustó la confianza que nos trasladó. Salí contento de ese discurso porque la confianza va por delante en este tipo de gobierno. En las reuniones que hemos tenido con la Alcaldía, con la Diputación, siempre hay mucho interés en colaborar.
–Entonces ¿parte de ese remanente podría servir para acabar con la precariedad de los interinos?
–No, ese es solo para infraestructuras. No podemos utilizarlo en otra cosa porque Hacienda no nos lo permite. Es la consejería la que te dice cuánto puedes usar de tus remanentes. Lo que dice el borrador y lo que dijo el presidente es que van a ser 80 millones de euros para todo el sistema universitario andaluz en cuatro años. Y son diez universidades.
–Pero también dijo que 30 millones serán para la de Cádiz. Eso es casi un tercio del total…
–Sí. A mí me ha encantado. Y ha sido el presidente quien lo ha dicho. Yo estoy confiado. Porque a priori contábamos con una cantidad mucho menor. La Universidad de Cádiz tiene su remanente de Tesorería. Hacienda autoriza 80 millones para todas las universidades andaluzas. Nos hubiera gustado que hubiera autorizado muchísimos más. No no sólo a mí, sino a todos los rectores. Hay universidades como la Universidad de Sevilla, que tiene unas infraestructuras tremendas y donde tienen unas necesidades también importantes... –La contrapartida entiendo que será que la Facultad de Ciencias de la Educación se traslade a Valcárcel y se recupere ese valiosísimo edificio histórico abandonado desde hace años. Porque el presidente se ha referido a proyectos importantes para la Universidad de Cádiz y la ciudad de Cádiz que hay pendientes…
–A esto respondo con la misma palabra que antes: Confianza. Ahora estamos con la plena confianza en un discurso que nos ha trasmitido esa ilusión. Y estamos expectantes. Pero no quiero trasladar una sensación de que esto se va resolver ya o no. Me gusta ser serio en estas cuestiones. Para mí la lealtad institucional está por delante de todo. Lo que sí es verdad es que nosotros tenemos que desarrollar de aquí a nada un plan de infraestructuras. Los rectores hablábamos de ayer de que en tres, cuatro o cinco meses tenemos que tener un plan de infraestructuras para todo el sistema andaluz. En la Universidad de Cádiz, una de las metas que le he dado a la persona encargada de las infraestructuras es que desarrolle ese plan con cierta urgencia, reuniéndonos con todos los centros, y en donde se engloben todas las necesidades. En ese plan de infraestructuras estará la respuesta. Yo no quiero dilatar esto mucho en el tiempo. Ese plan infraestructuras no está acotado en el tiempo, pero tenemos que trabajarlo a lo largo de este año y si en ese plan de infraestructuras vemos que los compromisos se pueden estar cumpliendo... Os remito a un artículo de Diario de Cádiz que titulasteis: Un proyecto que empezó con 14 millones y va por 51. Tenéis que entender y yo tengo que entender la complejidad del proyecto. Porque es un proyecto que estamos convencidos de que cuando empiece se puede disparar. Y la Universidad de Cádiz tiene unos recursos finitos. Entonces realmente lo que hay que trasladar es que efectivamente la complejidad existe. La voluntad política la percibo adecuada. En los contactos que hemos tenido con el alcalde, que reuniones importantes de trabajo sobre este tema no hemos tenido todavía, sí que es verdad que se le ve con la intención de que ese tema se tenga que resolver; en la consejería he notado la preocupación por querer resolver el tema de un edificio que efectivamente tiene que estar restaurado y nosotros, la universidad, tenemos que estar para ayudar en lo que podamos.
–Pero parece muy claro que del discurso el presidente se desprende que la Junta está pidiendo que al menos parte de esos 30 millones de euros se vayan a utilizar en Valcárcel…
–En eso la Universidad de Cádiz no tendría problema. Y es lógico. Si fuera una parte de esos 30 millones, porque siempre tenemos que entender que para la Universidad de Cádiz…
–...la prioridad sería arreglar primero el más que precario edificio de la Facultad de Ciencias de la Educación en Puerto Real, como dijo durante toda la campaña electoral…
–Ciencias de la Educación siempre va a ser la prioridad en ese plan de infraestructuras que hagamos desde la Universidad de Cádiz. Dependiendo de cómo pongamos los plazos de obras, la comunidad universitaria de Ciencias de la Educación no puede esperar [que concluya la restauración y rehabilitación de Valcárcel]. Además, ese edificio [el de Puerto Real] va a seguir estando allí. A mí no me gusta que pase lo que ha pasado otras veces, que terminas, sales y te encuentras con un edificio que empieza acabando en ruinas. Yo quiero empezar a solapar las posibles transiciones que haya y si en un momento dado esa titulación se mueve, ese edificio de alguna forma tiene que terminar y seguir siendo útil para la comunidad universitaria.
En Puerto Real hay problemas de espacio. Parece que no, pero hay facultades como la de Ciencias del Mar y Ambientales, el edificio del CASEM, que se construyó en los años 80 con necesidades y ahora mismo hay profesores que tienen despachos sin ventanas al exterior, se cogen despachos y se compartimentan y queda uno con la ventana y el resto sin ventanas porque no hay espacio. Tenemos que dar solución a esos problemas. Es el campus en donde tenemos el potencial científico y tecnológico de la universidad. Una parte importante de ese potencial, porque lo tenemos también en Algeciras, y tenemos que reforzarlo.
Cuando yo hablo, tengo que hablar por mi comunidad universitaria y eso es una cosa que yo creo que entiende el presidente, que me pidió una cosa que me recordó mucho a lo que me pide la gente de mi equipo, que es paciencia. Yo puedo tener paciencia, efectivamente, con la Junta de Andalucía, pero no tengo paciencia con la gente de mi equipo, es un problema que tengo, quiero que la Universidad vaya creciendo día a día. –¿Hay asuntos más importantes que Valcárcel ahora mismo en la Universidad de Cádiz?
–Depende de la ciudad. En Jerez y Algeciras están demandando, por ejemplo residencias universitarias. Aquí, en Cádiz, se ha trabajado muy bien. El Colegio Mayor se puso en funcionamiento, ahora el edificio de la antigua Escuela de Ingeniería también va a ser una residencia. Además, tiene otra residencia universitaria privada. En Algeciras no hay y en Jerez, tampoco. Tenemos ahí unos campus que tienen unas necesidades, que quieren atraer estudiantes de fuera. En Algeciras, alquilar un piso es prohibitivo. Allí es por otras circunstancias diferentes a las de Cádiz, relacionadas con el polo industrial. Entonces uno tiene que buscar ese equilibrio.
¿Hay algún proyecto más grande que Valcárcel para la ciudad de Cádiz? Si nos ponemos a contar los proyectos... Es que hay que modernizar Filosofía y Letras, el Hospital de Mora se adaptó como Facultad de Económicas y Empresariales, en Ciencias del Trabajo hay que arreglar cubiertas. No son grandes proyectos, pero en un plan de infraestructuras hay que modernizarlo todo… El modelo de financiación que se está estrenando en la Junta de Andalucía, una de las cosas nuevas que tiene es que te garantiza efectivamente la solvencia económica que tú tenías anteriormente. Además, busca la armonización del sistema universitario porque nos van poniendo una serie de indicadores que son la media del sistema andaluz y te va obligando a acercarte a la media del sistema. Entonces a tí te da cierta garantía de que vas a tener cierta financiación, aunque es bastante justa, para pagar nóminas, la luz y para desarrollar actuaciones. Ahí es donde está la negociación. Pero por lo menos te garantiza que puedes pagar nómina y hacer que la universidad funcione. El modelo tiene además una cosa que me interesa bastante y es que si tú eres capaz de generar un ahorro energético, tú puedes a lo mejor incluso aumentar las posibilidades de contratación. Por lo tanto nosotros tenemos que empezar a desarrollar proyectos de eficiencia energética. Tenemos espacios donde tenían que aparecer placas solares, cambiar un poco el modelo de construcción hacia otro donde haya una eficiencia energética, donde no haya tanto consumo. Y eso, en edificios históricos es más complejo. No tenemos placas solares nada más que en el techo de Económicas y Empresariales en Cádiz Eso, probablemente, sea prioritario y urgente ahora porque en el momento en el que consigamos bajar nuestro capítulo 2, de gastos de funcionamiento, podremos subir el capítulo 1 y otros capítulos [...]
Tenemos plena confianza en el discurso del presidente de la Junta y estamos expectantes”