AÑO DE LA EUCARISTÍA La deuda que dejó la lluvia en 2005
El obispo abre la puerta de nuevo a un gran Corpus al declarar el Año de la Eucaristía que el mal tiempo aguó hace 19 años El Huerto celebrará elecciones a mediados de marzo
HAY ocasiones especiales que se truncan y generan una cierta sensación de débito que cuando menos lo espera uno puede ser saldado. A nivel de la fiesta del Corpus, algo así ocurre con el año 2005, para el que la ciudad (sus cofradías, claro está) había decidido volcarse para realzar ese Año de la Eucaristía. Ese año se habían esforzado determinadas hermandades para hacerse presente de manera notable en la procesión del Corpus y para solemnizar el recorrido del Santísimo por el casco histórico.
Especial recuerdo sigue dejando el trabajo que hizo en aquel entonces la hermandad de Las Penas, que engalanó la fachada completa del palacete de San Agustín, frente a la iglesia, y que esa mañana iba a trasladar a la Virgen del Pilar hasta allí para presidir el altar que daba sentido a tanto esfuerzo de los cofrades en esa otra etapa dorada que ha disfrutado esta hermandad en los últimos años.
También iban a estar ese día en las calles las Desamparados del Caído y de la Castrense, el Beato Diego del Prendimiento, o el Señor de La Cena acompañado del misterio completo, como en las grandes ocasiones. Sin olvidar a la Patrona, que por aquel entonces era única acompañante del Santísimo en el cortejo.
Nada de esto se pudo ver y disfrutar, porque la lluvia que afeó la tarde del sábado terminó por detrozar la mañana del domingo de Corpus, obligando a suspender la procesión eucarística y todos los traslados, en una muy deslucida jornada que daría al traste con el empeño por celebrar ese año especial.
19 años después, Zornoza regala a la ciudad la posibilidad de resarcirse de aquel recuerdo, de aquella oportunidad perdida. El obispo que tanto viene peleando por el Corpus (eso es indiscutible) aporta un ingrediente extra en este que puede ser su último año, un Año de la Eucaristía solo para la diócesis y con las miras puestas en el Corpus como “momento culmen” de la celebración.
Tienen ahora las cofradías por delante la posibilidad de recoger el guante lanzado por Zornoza y plantear algo completamente extraordinario no solo para la procesión eucarística que se celebra en junio (el día 2), sino para sus vísperas, independientemente de lo que se pueda plantear para significar esta dedicación especial que quedará inaugurada el próximo domingo y que se alargará hasta la fiesta de Cristo Rey el 24 de noviembre.