Ley de Dependencia
Joaquín había emigrado en aquélla época difícil donde apenas había trabajo, cuando le ofrecieron un contrato en Bremen no se lo pensó, estudió durante un año alemán, poco después conoció a Pepi su mujer, trabajaba en el antiguo Hospital de Mora, iniciaron una relación que finalizó en matrimonio. Ambos fueron niños de posguerra, sabían de la dureza de vivencias.
Ella se trasladó a Alemania, trabajó infatigablemente durante años hasta la llegada de su hija.
En su vejez decidieron volver a su adorada España, para vivir tranquilamente su retiro. En el periplo les colmaron de deudas con la regularización de emigrantes retornados, con miedo a perder su casa por el importe que se les exigía por parte de la AEAT, aún así ellos pagaron todos los importes exigidos, casi todos sus ahorros.
Comenzaron las enfermedades propias de su edad, la familia pidió ayuda a la Dependencia tres años inmediatamente anteriores. Joaquín falleció el pasado 12 de mayo 2023 sin tan siguiera valoración por parte de la Junta de Andalucía. Pepi ha fallecido el 29 de diciembre 2023 sin recibir absolutamente nada. Su única hija se ha hecho cargo de todo, cuidados, médicos, citas, adecuación del domicilio, sillas de ruedas de todo tipo.
Lo he hecho con todo el amor del mundo hacia mis padres, pero pienso en los abuelitos que no tienen a nadie que pueda velar por ellos.
La Administración Pública abandona a nuestros mayores -Junta de Andalucía- demasiados expedientes, pocos recursos. Son dependientes no números, más corazón y empatía. Detrás de cada número se esconde una historia vivida, un requerimiento de ayuda, de necesidad.
Somos depositarios del legado de nuestros mayores, su cuidado es una obligación moral.
La hija de Joaquín y Pepi.
María del Carmen Fernández Balirac
(Puerto Real)