TASA TURÍSTICA
HARÁ unos 25 años que el Ayuntamiento de Cádiz firmó con el Ministerio de Hacienda un convenio en virtud del cual la ciudad recibiría un tratamiento especial por su insularidad, fruto del cual el Gobierno de España transferiría cada año 40 millones de euros más. El acuerdo fue refrendado por Teófila Martínez y Rodrigo Rato. Hoy día todavía se recibe ese tratamiento que permite a la ciudad tener servicios por encima de otras ciudades. Nadie ha agradecido a Teófila tal acuerdo. El convenio incluía una cláusula que señalaba que cuando Cádiz bajase de 100 mil habitantes se perdería ese tratamiento. Se van cada año 1.200 personas, lo que es un drama, porque quienes nos dejan son gente joven. Por mucho pasodoble que cantase Kichi, en sus 8 años fueron 10 mil personas menos, sin incluir al famoso Pakito, aquel integrante de su candidatura que nos enseñaron en plena campaña electoral como ejemplo de la desidia del PP para mantener a los gaditanos en su ciudad. Nada se sabe si Pakito sigue huido, solo que los ocho años de Kichi sirvieron para poco. Ahora Bruno se traza como prioridad absoluta, primera prioridad, prioridad prioritaria, urgente prioridad o como quieran llamarlo, que nadie se tenga que ir. Le auguro un fracaso en tan buenas intenciones, si bajan las cifras de la marcha de gaditanos será porque el envejecimiento de la población sí fija la población, según la expresión cursi. En esta circunstancia el auge del turismo en la ciudad ha sido una de las mejores noticias de los últimos años por el empleo y la riqueza que deja. Muchos puestos de trabajo y la rehabilitación de un gran número de fincas han supuesto una mejora considerable, aunque el destino de camareros sea una maldición. Peor es vivir de una paguita, como querían y han conseguido los ex de Delphi, ahora sumidos en el silencio de su otrora lucha reivindicativa. Dada la situación de la ciudad me parece justo establecer una tasa a los turistas que nos visitan. Ocurre en la mayoría de las ciudades europeas sin que se haya resentido el f lujo de personas que llegan a cada una. No sé si se recaudarían cuatro millones o dos, pero es justo que si los gaditanos pagamos IBI y basura, los que están unos días entre nosotros paguen uno o dos euros por persona y día ya que hacen uso de los servicios que pagamos los vecinos. Ni una sola persona dejará de venir a Cádiz porque se le pida tan escasa cantidad de dinero, a cambio mejoraríamos la recaudación municipal por lo que podríamos ofrecer mejores servicios para tener una ciudad más limpia. Las explicaciones que ha ofrecido Bruno hasta la fecha para rechazar la propuesta parecen bastante pueriles, por lo menos que los asesores se esfuercen un poco.
Ni una sola persona dejará de venir a Cádiz porque se le pida tan escasa cantidad de dinero, y mejoraríamos la recaudación