ROSARIO DE MIS AMORES

MIENTRAS los ignorantes del 3x4, las medias limetas y los Ducados compartidos (tiesos que son) siguen peleando en esa hoguera de las vanidades que es el Concurso del Falla, Cádiz es, gracias a Dios, noticia por otros asuntos más destacados. No pude ser más feliz al ver cómo la Junta de Andalucía (Juanma, a tus pies) llevaba a Madrid a nuestra Banda del Rosario para promocionar el turismo andaluz. Allí, en Callao, esta formación que tantas alegrías nos está dando a los gaditanos de bien, interpretó la marcha ‘Eternidad’. Qué maravilla. Por fin en la Junta se ven brotes de buen gusto. Porque menos mal que a nadie se le ocurrió promocionar Andalucía con una chirigota de borrachines o con un coro de sátiros. Igualito, vamos, una marcha procesional que un pasodoble de pena o un cuplé verderón. Y seguro que habrá sido más decoroso trasladar a la banda hasta la capital en tren sin que le pusiera la cara colorada a la organización como hubiera hecho una agrupación de Carnaval. De esas que alardean de que cuando viajan a Madrid en la parada de Córdoba el personal de Renfe tiene que reponer las cervezas del bar del tren. Esos son los logros de los que presumen los mamarrachos cuando vuelven a Cádiz. Porque, claro está, ninguno de esos carnavaleros va a venir de Madrid diciendo lo que le ha gustado el Museo del Prado el monasterio de El Escorial, Ni por supuesto un musical, porque ellos piensan que lo que perpetran en el Falla es mejor que Aladdin o El fantasma de la ópera. La banda del Rosario se puede llevar a todas partes. Una chirigota, no. Y os dejo que voy a escuchar de nuevo ‘Eternidad’. Shhh, todo el mundo Callao.