El Peprich se revisa para flexibilizar limitaciones al comercio y la vivienda
● El gobierno contempla cambios para conciliar la protección con las necesidades reales
San Fernando revisa las ordenanzas del Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Casco Histórico (Peprich) para, entre otras cuestiones, flexibilizar el tamaño de los huecos de las fachadas, y por tanto de los escaparates, y el uso de la madera en los niveles de protección 3, 4 y 5. Así lo anunció ayer el concejal de Planificación y Gestión Urbana, José Luis Cordero, durante el pleno. La idea es dar facilidades a comerciantes, inversores y promotores de viviendas para sus intervenciones “sin dejar de preservar y proteger la identidad y patrimonio arquitectónico y urbano de la ciudad”, aclaró más tarde el gobierno en un comunicado.
La Corporación Municipal debatía una moción del grupo municipal Vox en la que pedía la libre configuración de los espacios exteriores e interiores de los locales comerciales según sus intereses, “respetar la propiedad privada”, exponía el concejal Ángel Aparicio. El resto de grupos, aún atendiendo al espíritu de la propuesta de apoyo al comercio local, cuestionó esa eliminación total de las limitaciones que establecen las normas urbanísticas y de hecho tanto el Partido Popular (PP) como el Partido Socialista (PSOE) presentaron transaccionales para matizar el punto de acuerdo.
Aparicio puso el acento en las limitaciones en el uso de los locales al no poder abrir amplios escaparates lo que ponía trabas a la labor comercial para mejorar los negocios y a la llegada de marcas de reconocido prestigio que sirvieran como foto de atracción de la clientela. Además de mencionó otros aspectos que merman a los comerciantes.
En esa línea también se pronunció el portavoz andalucista Fran Romero, que defendió que este colectivo “merece la preocupación y el apoyo del gobierno municipal que no está teniendo”. Limpieza de las calles, mejor desarrollo urbanístico de sus locales y más seguridad son algunas de sus demandas.
A eso la concejala popular Carmen Roa añadió su demanda continua para que en época de calor se entolden las calles comerciales o su crítica por la excesiva presión fiscal que sufre. “No se debe encorsetar a los comerciante”, reconoció, aunque eso sí rechazó que eso supusiera permitir el “libre albedrío” y por tanto eliminar el control que garantice que se sigue una línea en el centro de la ciudad.
Desde el gobierno se asumió algunas de las cuestiones debatidas y se admitió que el Peprich tiene “aspectos mejorables” que ayuden a dinamizar el centro y a ampliar la densidad de población, es decir, que aumenten los residentes. Por eso, se trabaja en una revisión desde Urbanismo de sus ordenanzas. “Tras 10 años de vigencia de este documento, aprobado por el anterior gobierno, se ha demostrado que debe actualizarse y flexibilizarse”, apuntaba en el comunicado el equipo de gobierno. Algunas de las exigencias del plan han quedado “desfasadas” o son “demasiado exigentes para la llegada de nuevos comercios y la llegada de nuevos materiales”. Reflejará, por tanto, las demandas que comerciantes, hosteleros y promotores han ido trasladando al Ayuntamiento durante estos años.
“Para ello se va a adjudicar la redacción de la evaluación ambiental estratégica que es necesaria”, precisó Cordero en la sesión plenaria. Entre otros cambios, se plantea flexibilizar el tamaño de los huecos, lo que permitirá la apertura de escaparates más grandes; y el uso de maderas en los niveles 3, 4 y 5, lo que supone un beneficio para los propietarios de los inmuebles que los integran al mejorar las posibilidades a la hora de rehabilitar y renovar por ejemplo los balcones y cierros.
En la nueva norma, detallaba el gobierno en una nota, se suprimirá la necesidad de dejar patios cuando se trate de edificios comerciales, se permitirá el establecimiento de garajes siempre que se respete la composición de huecos de fachada, suprimiendo las limitaciones de longitud de fachada; o se admitirá –previo criterio técnico municipal– ocultar o mimetizar el cableado existente en vez de soterrarlo.
La decisión municipal busca “facilitar la llegada de inversión comercial a la ciudad, por lo que también se admitirá que se incluyan en fachada focos que iluminen terrazas, siempre que queden integrados en ella; además del uso de junto a la madera de cualquier otro material que se asemeje a esta en acabado mate y que resulte acorde a los colores en fachada y entorno. Se elimina también la prohibición de superficies comerciales de alimentación de más de 500 metros cuadrados.
Para facilitar la llegada de inversión residencial se aumenta la densidad de viviendas de 1 vivienda por cada 90 metros cuadrados edificados
Algunas de las normas del plan han quedado “desfasadas” o son “demasiado exigentes”
a 70 metros edificados. Por otro lado, si un local se adecúa a vivienda no computará a efectos de densidad si está adaptado a los requerimientos de las medidas de accesibilidad. En el caso de los edificios de nueva planta, si es de uso exclusivo comercial no tendrán que dejar patio, ni en plantas exclusivas para este uso en edificios compartidos, aunque sí en las plantas de uso residencial.
La modificación de la ordenanza se aprobará inicialmente en los próximos meses, en cuanto se termine el trámite de evaluación ambiental estratégica mencionado. Además, el gobierno deja claro que va a impulsar un proceso de participación con esta ordenanza para que los elementos que se introduzcan respondan a las necesidades del tejido empresarial, siempre con los criterios prioritarios de proteger el patrimonio y la historia de la ciudad.