Diario de Cadiz

La sorprenden­te historia del proceso electoral en el Colegio de Enfermería

● El ganador en las votaciones, Rafael Campos, afirma que su oponente intentó boicotear el proceso

- J. A. Hidalgo

A priori, unas elecciones en un colegio profesiona­l no deberían de provocar graves tensiones en el colectivo al que se representa. Lo habitual es que quienes se acuden a estos comicios sean profesiona­les implicados en su trabajo y con el objetivo de mejorar la situación laboral de sus compañeros. En muchos casos, quienes asumen la gestión de estos colegios acumulan años al frente de los mismos, avalados, claro, por el voto de sus asociados. Por eso, llegar a un enfrentami­ento tan crispado como el que se ha vivido en el Colegio de Enfermería de Cádiz no es nada normal.

Y, a pesar de eso, podía no extrañar la situación que se ha vivido en estas semanas a quienes llevan ya años en este Colegio. Porque el conflictiv­o proceso electoral tuvo un primer conato en las elecciones de 2013, aunque sin la gravedad de las que se acaban de celebrar. Entonces, como ahora, los protagonis­tas fueron los mismos: Rafael Campos, que optaba a la reelección, y Antonio Juliá, que intentaba presidir este colectivo. Tanto hace una década como ahora, Campos ganó con claridad.

El pasado jueves 18, a las nueve de la mañana se constituyó la mesa electoral, en la sede del Colegio ubicada en la calle José del Toro. A las nueve y once minutos de la noche, pero ya del viernes 19, se cierra el escrutinio y se anuncia la victoria de la candidatur­a de Rafael Campos.

Más de 36 horas que deberían de haber cerrado todo el proceso. Pero no será así, pues las dos partes anuncian querellas contra los contendien­tes.

Todo empezó cuando Antonio Juliá presentó al registro la candidatur­a con la que se presentaba a las elecciones. Los documentos de cada miembro que le acompañaba, incluidas sus firmas, se presentaro­n en folios fotocopiad­os, lo que a priori podría haber concluido con la anulación de la candidatur­a. “A pesar de eso, le avisamos de esta irregulari­dad, para que la solventase, porque yo tenía claro que debían de celebrarse las elecciones y estar legitimado por el voto de los asociados”, relata a este diario Rafael Campos, cargado de documentac­ión.

Aceptadas las dos candidatur­as, el siguiente paso era abrir un periodo para emitir el voto por correo. El Colegio de Enfermería de Cádiz cuenta con más de 9.000 asociados, y la gran mayoría o bien no vota en este tipo de elecciones o bien opta por el correo. Un proceso que, además no es tan sencillo como parece.

Por lo pronto, cada candidato puede pedir el número que quiera de solicitude­s de voto para quienes cree que le pueden votar con toda seguridad. Su equipo de campaña se encarga de que el votante rellene la documentac­ión para después ser ellos los que asuman todos los trámites para depositar el voto por correo y que éste llegue a la sede colegial. Allí comienza una segunda fase del proceso, pues se debe comprobar que el sobre está bien documentad­o y que el votante forma parte de la entidad, algo que necesita su tiempo.

La candidatur­a de Antonio Juliá pidió 250 solicitude­s de voto. El proceso se había iniciado el 12 de diciembre, aunque estás llegaron a la sede de José del Toro un mes después, el pasado 15 de enero. Después había mandar a los peticionar­ios las correspond­ientes papeletas. Así, se destaca que “ha habido colegiados que han cumpliment­ado la solicitud de voto por correo hace dos o tres semanas y no han recibido las papeletas y sobres o las han recibido tarde por el mero hecho de que el candidato (Antonio Juliá), al que confiaron su entrega, no las trajo al Colegio hasta tres días antes de las elecciones”.

Ello provocó una sobrecarga de trabajo en el personal del Colegio a fin de comprobar los datos de los remitentes y validar la petición de voto, aunque los propios estatutos de la entidad reclama que al igual que se debía dar tiempo para consignar los votos, también éstos, si no eran presencial­es, debían de estar con antelación en las dependenci­as del centro.

Ya a pocas horas de la jornada electoral, la misma candidatur­a traslada al Colegio, cuando el centro acababa de cerrar su horario de administra­ción, 512 nuevas solicitude­s de voto. Para Rafael Campos “fue un intento más por anular el proceso electoral, algo que nosotros no estábamos dispuestos a admitir”. Como era inviable por falta de tiempo tramitar estas peticiones de última hora, se le trasladó al equipo de Juliá que informase a los implicados de “tal irregulari­dad en la presentaci­ón de solicitude­s para que pudiesen ejercer su voto ya de manera presencial”.

Con todo, la candidatur­a de Juliá depositó en Correos, el mismo día de las elecciones y ya con la mesa de votación abierta desde hacía unas horas, estos 512 votos. “Todo ello provocó un atasco en la mesa electoral, que tuvo que comprobar uno a uno cada sobre de modo manual, originando un retraso de horas en todo el proceso, algo que criticó el candidato a pesar de ser él el responsabl­e”.

Todo este estrambóti­co proceso electoral no termina con el final del recuento. A las diez menos diez de la mañana, tras una larga noche de cuenteo de los votos, aparece un patrullero de la Policía Nacional tras una denuncia de la candidatur­a de Juliá por “problemas en el proceso de votación”. Según la versión de Campos, los agentes se fueron rápidament­e al no constatar incidencia alguna.

A las nueve y once de la noche, más de un día después de iniciadas las votaciones, la mesa electoral hace público los resultados: 1.569 votos para la candidatur­a de Rafael Campos y 903 para la de Antonio Juliá.

Juliá, antes de su derrota, anunció una denuncia por prevariaca­ción contra la junta del Colegio. “Han modificado hasta en tres ocasiones el sistema de voto por correo, con decisiones que se toman al margen de los estatutos”, afirmó a este diario antes de las votaciones. Un aspecto negado por Rafael Campos, que afirma que todas las decisiones adoptadas han cumplido de forma escrupulos­a con el contenido de estos estatutos.

En un colectivo tan importante para la sanidad en Cádiz, con tantos problemas de empleo en la sanidad pública, que históricam­ente ha llevado a muchos a emigrar a países como Portugal o el Reino Unido (donde se valora su excelente formación), unido todo al conflicto abierto hace poco por el Sindicato Médico sobre las funciones de trabajo de médicos y enfermeros, este enfrentami­ento interno no ayuda a serenar los ánimos, algo que Campos espera lograr ahora, pendiente de ver cómo evoluciona­n las querellas que uno y otro anuncian.

“Seguiremos con nuestra política de mejorar la formación de este colectivo, de trasladar a todos los colectivos sociales la importanci­a de nuestro trabajo. Seguiremos apoyando al personal ya jubilado, que seguiré en nuestro Colegio frente a la intención de la otra candidatur­a de ignorarlos. Y seguiremos apoyando a los compañeros que se encuentra en paro, con ayudas”, concluye Rafael Campos, que inicia un nuevo mandato en una organizaci­ón 9.420 colegiados y tras dos décadas ya al frente del mismo.

Este colectivo sanitario cuenta con más de 9.000 colegiados en la provincia

Juliá llegó a llamar a la policía, que no encontró nada ilegal en el proceso de votación

 ?? LOURDES DE VICENTE ?? El presidente del Colegio de Enfermería, Rafael Campos, en la sede colegial de Cádiz el pasado martes.
LOURDES DE VICENTE El presidente del Colegio de Enfermería, Rafael Campos, en la sede colegial de Cádiz el pasado martes.

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