PERIODISTAS
LA música, en general, tiene muchas finalidades y fue creada para originar una práctica atractiva en el oyente. Es un estímulo sonoro que cumple la función del entretenimiento, comunicación, diversión, … La Copla es una derivación de la música, es una composición poética a base de versos, coloquial y directa que sirve para expresar emociones, pensamientos, denuncias, sentimientos o ideas.
En el concurso gaditano premiamos las coplas con aplausos, se les aplaude a todas porque consideramos que están hechas con el corazón. El mejor galardón para el autor es la memoria del aficionado, que el pueblo recuerde y cante esa copla. El gaditano tiene el mejor de los comprobadores, detectores, el elemento de medición más sofisticado para averiguar calidad y gaditanismo; el VELLÓMETRO. De unos años acá una serie de periodistas se permiten el lujo de calificar, desmembrar y valorar las coplas y su interpretación (conste que no hablo del pusilánime espécimen opinador en internet). Flaco favor se le está haciendo a un concurso que va de mal en peor por culpa, entre muchos otros, de esta serie de críticos que tienen que justificar un sueldo. Así, hemos oído o leído que esa copla es populista, sexista, machista y todos los istas y adjetivos que les dan la gana emplear. Eso se sale de lo que es la función principal del periodismo; informar. Se equivocan, como se equivocan quienes les mandan, y debieran implicarse, con ejercicios de investigación veraz y valiente, en las carencias de la ciudad y su fiesta aportando posibles soluciones. Las coplas son como nacen en el alma del autor y es el pueblo el que dictamina si es buena o no; recordándola u olvidándola. Es el oyente el que le aplaude, le grita, llora, o simplemente pasa de ella. Nacen por y para los aficionados. Cuando el coplero asiste a un concurso se somete a los gustos de un jurado elegido por el pueblo y a la sapiencia del buen aficionado. Nadie tiene derecho a enjuiciar, maltratar y manosear las coplas. Y menos con opiniones sesgadas y parciales. ¿Acaso nos paramos a desmenuzar y analizar una Sevillana o un Villancico? ¿Por qué entonces lo hacen con un pasodoble o un Tango? Entendidos del racataplan que no aportan nada a la fiesta escupiendo sobre el alma de nuestra tradición. Muy mal vamos si un repertorio tiene que pasar por la censura y crítica de unos “periodistas” que solo echan tierra encima de algo tan nuestro. Si queremos que esto sea un “bien” inmaterial para las personas, que nuestro concurso sea un referente mundial, tenemos que remar en la misma dirección. No vale todo por ser Cádiz cuna de la libertad.