El comedor del colegio San Ignacio tendrá que trasladarse al Quintanilla
● La declaración de ruina del edificio principal obliga a la Junta a adoptar esta medida en el centro
La declaración de ruina del edificio principal del colegio San Ignacio, en San Fernando, obligará a trasladar al CEIP Quintanilla el servicio comedor para los alumnos de este centro educativo.
Así lo afirmó la presidenta de la AMPA, Olga Richarte, que lamentó la situación en la que se encuentra el colegio. “Estamos hartos”, manifestó al señalar que los grandes perjudicados de este problema “son los niños” y, sin embargo, “nadie parece acordarse de ellos”.
Desde la Asociación de Madres y Padres de Alumnos del centro se ha criticado al Ayuntamiento por la decisión de decretar la declaración de ruina del edificio principal sin que antes se hubiese solventado la cuestión del comedor, lo que ahora ha obligado a adoptar medidas urgentes y a alterar la rutina de alumnos y familias ya que estas dependencias –aunque ya no albergaban a alumnos– sí daban cobertura todavía a este servicio. En este punto coinciden con las críticas lanzadas con la delegada territorial de Educación, Isabel Paredes, que arremetió contra la decisión “unilateral” del Ayuntamiento isleño, “sin atender las alegaciones” presentadas tanto por la propia Junta como por los padres de los alumnos y notificada el pasado viernes sin posibilidad de negociar nada. También la presidenta de la AMPA recriminó al Consistorio su ausencia a la reunión que el lunes se mantuvo en el colegio para abordar la situación del comedor. “No se pueden hacer así las cosas”, insistió.
Según explicó la responsable de la Asociación de Padres, el lunes la Junta recurrió a contratar los servicios de un establecimiento de hostelería para poder dar de comer a los niños, medida que previsiblemente se mantendrá unos días mientras se acomete el traslado del mobiliario del comedor hasta el colegio Quintanilla, donde se habilitará el servicio de modo provisional.
Para ello, explicó Richarte, la Junta ha recurrido a la contratación de personal de apoyo para trasladar a los niños de un punto a otro. La solución dada, no obstante, no convence a las familias que tienen a sus hijos en el comedor ya que tendrán que dejar a los niños en un colegio y recogerlos en otro. Además, aún siendo dos centros de la misma zona, entre ambos existe una distancia considerable para los niños, advierten.
Según explicó el lunes la concejala de Educación, Pepa Pacheco, la Junta se comprometió en el pasado verano a habilitar unos módulos prefabricados en el colegio para dar solución al problema del comedor y asegurar una línea caliente para el catering, cosa que no se ha hecho. Tampoco se ha llevado a cabo la adecuación de un office que el propio Ayuntamiento se ofreció a acometer porque –siempre según las declaraciones de esta edil– están a la espera de que la Junta les traslade el proyecto, lo que tampoco ha hecho. De ahí el traslado del comedor que ahora se plantea.