Abierta al público la pasarela de la parada del tranvía en Tres Caminos
● La consejera de Fomento espera que la nueva estructura contribuya a aumentar el número de pasajeros de este transporte
La pasarela ciclopeatonal que conecta la parada del tranvía en Tres Caminos con el polígono ya está abierta. La Junta de Andalucía la daba ayer por inaugurada, aunque desde hace semanas muchos usuarios de este transporte público ya la tomaban para sortear la autovía CA-33 y acceder a la superficie empresarial.
“Quiero agradecer a la comunidad de propietarios porque hoy [por ayer] nos acompañen”, expresaba la consejera de Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda, Rocío Díaz, que acudió al estreno de esta estructura que viene a “dar sentido” a la parada del Trambahía en Puerto Real. Hasta ahora el tranvía realizaba la parada, aunque sin acceso oficial habilitado. Eso hacía que algunos usuarios optaran en los primeros meses de funcionamiento por dirigirse al polígono a través de la carretera. Una vez la plataforma estuvo terminada, numerosas personas han estado haciendo uso de esta alternativa. La inversión de 1,37 millones de la Junta permite ahora ya de manera oficial “que muchos de los trabajadores de las 320 empresas que están aquí asentadas en el polígono puedan venir en el Trambahía”, apunta Díaz.
La estructura proporciona un acceso para peatones y ciclistas desde la parada de Tres Caminos del Trambahía hasta la zona industrial y comercial situada en al otra margen de la autovía CA-33. Se trata, recuerda la Consejería, de una parada situada en un tramo interurbano del recorrido, en una zona de marismas y suelo no urbanizable protegido entre Chiclana y San Fernando. La actuación ha permitido crear una plataforma y una vía paralela al ramal de servicio de la CA-33, que parte de una vía ciclista existente junto a la parada Tres Caminos del Trambahía. Los cien primeros metros discurren en ligera pendiente ascendente sobre un terraplén. A continuación, se ha construido la estructura de hormigón, con 253 metros de longitud, de trece vanos de tres tipos diferentes, apoyados sobre pilas realizadas in situ y cimentadas mediante pilotes. Alcanza una altura máxima de siete metros para salvar la autovía y desciende ligeramente para acceder al viario del polígono por la calle Calamar. Los últimos 59 metros para descender hasta la cota de calle se han ejecutado también en terraplén con el diseño que el otro extremo.
Desde la Junta se confía en que con esta nueva actuación se incremente el número de pasajeros diarios del tranvía. “Eso es importante para un transporte sostenible como el Trambahía porque hace posible que poco a poco eliminemos vehículos de la carretera”, defiende la consejera de Fomento.