Chirigota. La chirigota clásica. Cádiz
LETRA. José Manuel Sánchez Reyes. MÚSICA. Manuel Santander Grosso. DIRECCIÓN. Juan Carlos Sánchez Requena. EL TIPO. Clásicos de la música. LAS COPLAS. Clásicos, clásicos, pero de verdad. Por estilo y por todo lo que cuentan. De docena de dulces los domingos y de acedías como segundo plato tras comer lentejas. La chirigota de Sánchez Reyes y Manolín Santander avanza con paso firme en el Concurso con un buen segundo pase que espanta todos los fantasmas. Aunque la presentación no consigue arrancar por su construcción, pese a algunas pequeñas actualizaciones con cargas a la chirigota del Bizcocho, la actuación se viene muy arriba con los pasodobles y los cuplés, que complementan a un popurrí que funciona por la gran cantidad de pequeños golpes bien tirados. Buena tanda de pasodobles. Empiezan bien con un relato sobre la libertad que debe existir dentro de la pareja y las actitudes que llevan al maltrato, desde espiar el teléfono móvil a la humillación delante de los niños. Un amor que se rompe al tomar la mujer su propio camino y que, al final, puede acabar en asesinato, por lo que piden que “cambie el orden de las fechorías”. Muy bueno el segundo en defensa a una noche gaditana que se ha perdido en todos los sentidos desde el Trofeo a la Madrugá, el cante clandestino o las noches de La Salle-viña, por lo que piden a la ciudad que despierte porque está “medio muerta”. Los cuplés elevan el listón de la competición. Bueno el primero a las críticas al cartel de la Semana Santa de Sevilla, cuando los gaditanos en las elecciones tuvieron que aguantar los carteles de Ismael Beiro. Mejor el segundo a la cantidad de cremas y esponjas que usa su mujer, mientras que ellos se limpian con la misma manopla “el culo, la cara y los huevos”.