Arranca, salado y dulce, febrero VINOS “FLAMENCOS” EN LAS BANDERAS DE CÁDIZ
Arroces de temporada, vinos “flamencos” y el regreso de la babeta y la sangre en tomate Y para merendar, masa frita, tartas de queso y acorazonadas, torpedos y tortas de Carnaval
LA JORNADAS DEL ARROZ EN EL VENTORRILLO DE EL CHATO
El Ventorrillo del Chato de Cádiz, situado en la carretera que va de Cádiz a San Fernando, celebra hasta el día 25 de febrero, fechas del Carnaval incluido, unas jornadas dedicadas a los arroces, una de las especialidades de este establecimiento. Sin embargo en estos días tendrán recetas que no suelen tener habitualmente. En concreto han preparado hasta siete especialidades como un caldoso con almejas, otro con tomate, pimiento verde y huevo frito, uno con pato y mollejas y otro negro con chocos de trasmallo.
Se pueden probar en la Taberna Las Banderas del barrio de La Viña… o ya en Japón, aunque hay alguna opción intermedia fuera de la provincia gaditana como la Bodeguita Romero de Sevilla, el restaurante Picón de Badajoz y Bodegas Vinario de Madrid. Se trata de los vinos flamencos, unos vinos que rinden homenaje a dos cosas muy grandes del Marco de Jerez: los vinos y el f lamenco. La iniciativa es del exportador de vinos Luis Merino, muy aficionado a los jereces y al flamenco, que la ha desarrollado con el cocinero de Picón (@picon_restaurante en Instagram), Juan José Benítez, y con la colaboración de Alejandro Romero, de la Bodeguita Romero, de Félix Lanz de Vinario y del ilustrador Sete González, autor de las llamativas etiquetas de estos vinos y también de libros sobre Camarón de La Isla y Lola Flores. Y con la complicidad de la bodega sanluqueña Delgado Zuleta, porque estos vinos proceden de una selección de sus botas.
De momento hay tres vinos. El primero es una manzanilla en rama con cinco años de vejez media dedicada a La Paquera; el segundo, un palo cortado dedicado a El Agujetas y el tercero, un amontillado que lleva el nombre de El Torta, estos dos últimos con una vejez media de quince años. Lo siguiente será un oloroso que homenajeará a Moraíto. En las tres primeras etiquetas figura también el nombre del barrio jerezano de estos artistas flamencos: San Miguel. Con el oloroso, la etiqueta se mudará de barrio, al de Santiago.
Los tres vinos han llegado ya al país del sol naciente donde Luis Merino ya exporta botellas de otras bodegas. El único establecimiento que no está relacionado directamente con los socios del proyecto donde se puede probar en España es la Taberna Las Banderas de Cádiz, en el barrio de La Viña, donde conocieron estos vinos flamencos casi por casualidad. Explica Antonio Hernández Rodicio, uno de los socios del establecimiento, que en los últimos tiempos están haciendo prácticamente “arqueología” en materia de vinos para conseguir vinos casi imposibles de encontrar en otros sitios. Un ejemplo son estos vinos flamencos, y otro, los elaborados por el sanluqueño Fernando Angulo, también sumamente complicados de encontrar.
MASA FRITA PARA MERENDAR EN LA MERINA DE GRAZALEMA
La masa frita es una receta que se puede encontrar en los pueblos de la Sierra de Cádiz. La masa es muy similar a la que se emplea para hacer los churros, y con ella se forman rectángulos que se hinchan al freírlos. Ahora, esta masa frita se puede merendar, acompañada de un tazón de chocolate caliente, en el restaurante La Merina de Grazalema (avenida Juan de la Rosa) los fines de semana. La Merina abrió sus puertas el pasado año y es de los mismos propietarios de La Maroma. Ahora se han propuesto ofrecer meriendas, ya que en la localidad hay solo un establecimiento más que las ofrece, explica José María Barea. Durante el puente de la Inmaculada empezaron a ofrecer esta merienda, y como tuvo buena aceptación decidieron seguir con la masa frita todos los fines de semana. La tienen sábados y domingo de cinco a siete de la tarde. La masa, explica, la compran en una panadería local, la Panadería Chacón.
EL CALIFA TAPAS DE VEJER ESTRENA UBICACIÓN
El Grupo Califa acaba de anunciar que, el próximo jueves 8 de febrero, trasladará la tapería Califa Tapas a un nuevo local tras llegar a un acuerdo con la restauradora Ellie Cormié, que se despide del mundo de la hostelería. “Ha sido un honor para mí estar al frente de Corredera 55 durante ocho años. Cierro esta etapa feliz sabiendo que mi equipo seguirá manteniendo sus puestos de trabajo y que ahora podré dedicarme 100% a mis proyectos de interiorismo”, confiesa la escocesa afincada en Vejer desde hace
una década aproximadamente. Una operación que coincide con el 17 aniversario de la tapería del grupo y que, además, supone una evolución para ambos restaurantes. Por una parte, Califa Tapas, atendiendo a la creciente demanda de público que ha experimentado en los últimos años, aumentará su espacio de forma significativa, explican. “Estamos muy ilusionados ya que vamos a poder abrir todo el año. Tenemos un público muy fiel y cambiar la estacionalidad para abrir los 12 meses es bueno tanto para los comensales como para los empleados”, apunta James Stuart, director del Grupo Califa. La carta, de cocina fusión, ofrecerá también platos de éxito del Califa y algunos de los que ofrecía Corredera 55.
La Tarta Imperial es uno de los grandes clásicos dulces de la provincia. Es una especie de mousse de mantequilla y almendras que lleva como aromatizante nada más y nada menos que el famoso Cacao Pico de El Puerto. Las hijas de Pepe Mesa, el artesano que creó esta fórmula magistral, se adaptan a los tiempos y en estos días previos a San Valentín, el día de los enamorados, han elaborado una tarta imperial con forma de corazón para que se conviertan así en un regalo para este día. Los “corazones imperiales” se pueden encargar en el teléfono 956 85 53 77.
TARTAS DE QUESO EN LAS TARTITAS DE MARI DE JEREZ
Lo primero a decidir es el tamaño: mediana o grande. Después, la base de galleta, porque puede ser de María, de Oreo, de Lotus o de Dinosaurus. Cuando ya nos hemos decidido, toca pensar en el relleno, nada menos que 22 opciones que van del queso azul o payoyo al pantera rosa. Para finalizar, la cobertura, también más de veinte, de los frutos rojos al caramelo salado, pasando por la más tradicional mermelada. La pasión por las tartas de queso llegó a finales de 2022 a Jerez de la mano de María del Mar Benítez. Esta jerezana se define como una “friqui” de las tartas de queso desde siempre: allá donde va, la pide. Así que empezó a hacerlas ella misma con recetas que iba viendo en internet. Sus tartas fueron gustando entre familiares y amigos, y un día su hija le propuso venderlas a través de la red social Instagram. Aquello funcionó, y el siguiente paso fue abrir una tienda en su Jerez natal: Las Tartitas de Mari. El establecimiento está situado en la calle Cartuja. Sólo tienen tartas de queso, pero con mucha variedad, porque cada dos o tres semanas hace una creación nueva. En la tienda se pueden encontrar medianas o grandes, pero también se pueden comprar otras más pequeñas, de tamaño individual, o llevarse una porción.
BABETAS EN ALMANAQUE, EN CÁDIZ
Las babetas eran una pasta que se elaboraba antiguamente en la capital gaditana. Ya no se fabrica como tal, pero sí hay una pasta que se puede utilizar como equivalente por ser muy parecida: las cintas.
En Almanaque de Cádiz, situado junto a la plaza de España, han dado rienda suelta a la nostalgia de la pasta gaditana y desde hace unos meses elaboran platos con babetas. Según explica Juan Carlos Borrell, no es la primera vez que intentan recuperar productos y recetas ya en desuso, como las medianoches, la salsa sobreusa y los guisos en amarillo.
En el restaurante situado en la confluencia de las plazas de España y de Argüelles suelen cocinar platos de pescado o marisco con estas cintas de pasta. Así, algunos de los platos que han elaborado son Babetas con calamar y tinta de calamar, con pargo de Conil o con carabineros y almejas. Pero la pasta es muy versátil, y también la han servido con níscalos, nueces y panceta.
LOS TORPEDOS DE VILLAMARTÍN YA SE PUEDEN COMPRAR EN TODA ESPAÑA
Los torpedos procedentes de Villamartín están ya preparados para llegar a cualquier punto de España… armados con una buena munición de crema pastelera.
Torpedo es el nombre del dulce más famoso de la pastelería Juan Moreno, un bollo relleno que nació en el 69 gracias a la llegada del hombre a la luna, porque en el pueblo decían que los americanos iban a enviar un “torpedo” al satélite. Ahora, este dulce da otro gran paso en su historia con el envío a los domicilios dentro de la España peninsular. La idea surgió estas navidades. Durante este periodo enviaron turrones y mantecados. Satisfechos con el acuerdo que habían alcanzado para los envíos, pensaron en continuarlo. Pero no todos los dulces aguantan bien un viaje. Sí lo hacen los torpedos, que no son especialmente frágiles. Eso sí, sólo viajarán en invierno para garantizar su conservación. Normalmente, estos dulces duran tres o cuatro días sin problemas, y el envío sólo lleva un día. Los torpedos se despachan en cajas de doce, y su precio (envío incluido) es de 31 euros. Los pedidos se hacen llamando a la pastelería, al teléfono 956 73 01 57.
TORTAS DE CARNAVAL EN DONPANES
El carnaval de Cádiz es parco en especialidades gastronómicas. No tiene ningún plato que sea característico de la fiesta. En el lado dulce hay algunas especialidades que se pueden comprar en las pastelerías como los corrusquillos y también las tortas de Carnaval. En este sentido las pastelería Donpanes, situada frente al hospital Puerta del Mar, tiene ya disponible su versión de la torta carnavalesca. Se trata de una especie de tortas realizadas con almendra que se aromatizan con ajonjolí.
SANGRE EN TOMATE EN LA VENTA EL ALBERO
La sangre en tomate es un plato ya difícil de encontrar en bares y restaurantes. Se trata de trozos de sangre de cerdo cuajada y que después se refríe en aceite para darle un toque crujiente a la superficie. Luego se mete en un guiso encebollado (cebolla, sobre todo) o en tomate. En El Albero, situado en la barriada de La Corta en Jerez, es uno de los pocos sitios donde se puede seguir disfrutando de estos platos de “arqueotapatología”. La versión, es además, de lo más apetecible por dos circunstancias, a parte de la sangre propiamente dicha, la crema de tomate en que va sumergida y la fritá de papas que va de guarnición. El consumo de sopones de pan se dispara en esta venta.