El centro de adultos baraja volver a protestar para que arreglen el techo
● El mal estado del edificio obliga a cerrar un aula al caer fragmentos de la cubierta al interior
La situación en el centro de educación de adultos La Arboleda Perdida comienza a ser insostenible. Tres meses después del inicio de las clases, dirección, profesorado y alumnado hacen malabares para mantener en activo el centro de enseñanza, aunque todo tiene límites cuando está en juego la seguridad. Hace algunas semanas se desprendieron caliches y fragmentos del techo de una de las aulas, cayendo sobre el piso, lo que ha obligado a clausurar las clases en dicha aula. Y no es el que centro esté sobrado de aulas, ya que tiene tan sólo ocho para los más de 900 alumnos que reciben clases en el edificio, cada vez más deteriorado por la falta de mantenimiento.
Ante esta situación, que ha causado una gran preocupación en la comunidad educativa de ‘La Arboleda’, al frente de la cual se encuentra su director Manuel Marín, éste envió un informe para poner en conocimiento de los servicios educativos “la situación actual por la que pasa nuestro centro”. El 18 de diciembre, lo remitió a la Inspección Educativa, la delegación Territorial de Educación y al Ayuntamiento. En su escrito, el director explica: “Después de las lluvias recientes, los techos de dos de nuestras aulas se están prácticamente deshaciendo, caen trozos de pintura y arena sobre las cabezas de los alumnos. También, el ambiente cargado de humedad hace que tanto el profesorado como el alumnado no quieran entrar en dicha aulas”.
“Como director”, prosigue, “no puedo responsabilizarme de la seguridad, ya que desconozco el alcance de esta situación, tanto por la insalubridad como por el riesgo de desprendimientos. Este hecho se le ha comunicado a los servicios municipales, sin obtener respuesta alguna”. De esta forma, y con el visto bueno de la Inspección, optó por el cierre de un aula para tratar de hacer frente a la situación: “Para atender al alumnado, los estamos reubicando en otras aulas, incluso en la sala de profesores. Pero hay días en que todas las aulas están completas y no encontramos una solución para atender a los once grupos que en distintos turnos tienen asignadas estas aulas”, concluye el director, adjuntando al documento imágenes del desprendimiento del techo.
El mismo día en que envió el escrito, recibió una respuesta del concejal de Educación de El Puerto, donde Enrique Iglesias le informaba que se iba a reparar el centro con cargo a una subvención de Diputación y que mientras llegaba la ayuda, el Ayuntamiento intentaría “paliarlo de alguna forma”. Transcurridos más de 40 días sin que el Ayuntamiento haya intervenido, este próximo miércoles se celebrará en La Arboleda un consejo de centro, donde se decidirán posibles medidas de protesta.
En la actualidad, las clases se imparten de nueve de la mañana a nueve de la noche, un horario intensivo y una actividad nada desdeñables. Se da la circunstancia además de que el centro no tiene portero ni persona de mantenimiento, y que es el profesorado y la dirección quienes asumen la función de portería, por lo que reclaman también recuperar esta figura.
Ante estas graves carencias, el Consejo de Centro podría aprobar acciones de protesta o movilizaciones para expresar el malestar de la comunidad educativa de La Arboleda, como en el curso pasado, cuando el alumnado se manifestó frente al Ayuntamiento para reclamar mejoras y la presencia de un portero.