Buena parte de las promociones, en manos de empresas sevillanas
● Los grupos ABU y Q ejecutan más de 400 viviendas en Cádiz y siguen buscando nuevas parcelas donde poder construir ante el interés del mercado
La adquisición por parte del Grupo Q del solar de Loreto-puntales, en venta por parte de la Junta, para construir 212 viviendas por un precio de 6,2 millones de euros, es hasta la mayor operación inmobiliaria privada en la ciudad de los últimos años.
Supone, también, el afianzamiento del interés que tienen las promotoras inmobiliarias sevillanas por construir en Cádiz capital, un mercado que han descubierto hace apenas un quinquenio y que se ha convertido para todas ellas en garantía de rentabilidad. Todo lo que se construye se vende con rapidez, muy por encima de los tiempos del mercado en otras ciudades donde estas firmas tienen también negocios.
Contando los proyectos que ya están en ejecución con los que han terminado recientemente, y los que están aún pendientes de ponerse en marcha, las inmobiliarias radicadas en Sevilla mueven en la ciudad unas 600 viviendas de nueva planta. Un cifra que, en Cádiz, puede considerarse muy elevada ante la falta de espacio que tiene la ciudad y el coste elevado del suelo, lo que implica una mayor inversión en la construcción.
El grupo Q ya estaba presente en la ciudad antes de adquirir la última parcela de la Junta. Hace unos meses cerró un acuerdo para construir 110 viviendas, entre VPO y renta libre, en los Chinchorros.
Aquí tiene pendiente actuar sobre el edificio que quedó sin terminar en la zona, por parte de la anterior promotora, y dos de nueva planta. Uno de estos, denominado Torre de la Victoria, será de renta libre aunque no acaba de salir a la venta. El primer proyecto de esta empresa se ejecutó, y se vendió en su totalidad, en Puntales, con la promoción Puntal de la Bahía con 15 pisos.
La operación en Loreto ha permitido a esta compañía adelantar, en número de viviendas previstas en Cádiz, al grupo ABU.
Esta firma tardó en entrar en el mercado gaditano, pero cuando lo hizo descubrió una mina en la ciudad. En apenas ocho horas vendió las 51 viviendas de su primera operación, en la antigua calle Cooperativa. Este éxito le animó a adquirir el antiguo chalé de Cerón, en la entrada a Bahía Blanca. Tampoco tardó en vender sus 16 viviendas, con el complemento de una zona ajardinada y piscina, un lujo en la ciudad.
La tercera apuesta ha sido la más potente: la construcción de una torre de 20 plantas, el edificio residencial más alto de la ciudad, con 97 viviendas, casi todas ya vendidas. Los tres proyectos están en construcción.
Con un rango menor, otras inmobiliarias radicadas en Sevilla también están obteniendo buenos resultados en su desembarco en Cádiz.
El grupo Galia ultima la construcción de una promoción de 30 viviendas en el corazón del Mentidero. Como ya está siendo una norma incluye piscina y todo está vendido desde poco después de ponerse a la venta.
Entre otras operaciones “sevillanas” están la ejecutada por el grupo Vodell, en la calle Flamenco y con 16 pisos y las emprendidas por Gaesa Cooperativas en Santa María, José Cubiles, Marqués de Cádiz y San Vicente, con 36 viviendas en total.
La magnitud, en clave gaditana, que tienen estas cifras no cierran el afán de las inmobiliarias hispalense por construir más en Cádiz.
Varias de ellas ya han trasladado su interés por encontrar suelos en la capital donde promover nuevos conjuntos residenciales.
El problema es que la ciudad apenas tiene ya suelo disponible y más con la superficie suficiente para levantar promociones con varias decenas de vivienda, a fin de hacer renta los proyectos.
Con la entrada en el mercado de la parcela de Loreto-puntales quedan ya pocas zonas donde actuar en materia de viviendas de renta libre.
Se cuenta como gran suelo el de las antiguas casitas bajas. El problema es que la propiedad del terreno la comparte una inmobiliaria gaditana y el Ayuntamiento. Esta circunstancia provocó que uno de estos grupos sevillanos diesen marcha atrás en su interés inicial por construir. Este terreno juega con la ventaja de ser uno de los pocos donde se pueden construir torres de 20 plantas autorizadas por el PGOU.
A corto y medio plaza está pendiente la gran operación inmobiliaria de la ciudad: la que promueve la Zona Franca en la parcela de Navalips y en su entorno. Aquí se prevén unas 800 viviendas, a parte iguales entre renta libre y VPO, lo que sin duda interesa a numerosas inmobiliarias, tanto de Cádiz como de Sevilla y de otros puntos del país. La previsión del Consorcio es iniciar las obras de las primeras viviendas en el inicio de 2025.
Queda por definir el uso del solar de San Severiano, propiedad de la Junta, por si se promueven viviendas en este amplio terreno.
Las firmas sevillanas han descubierto que Cádiz es una mina por la rapidez de venta de los pisos