El Athletic asalta el Metropolitano
● El ordenado y sólido equipo de Valverde se agarra a un gol de penalti para tomar ventaja cara a la final de Sevilla
El Athletic reventó el Metropolitano, que vivió un vibrante partido de Copa. Un duelo eléctrico y vivo, que decidió el mayor temple de los Ernesto Valverde. Un tanto de penalti de Berenguer, en el minuto 25, tras un error clamoroso de Reinildo, inclinó la balanza para los visitantes, que rompieron una racha de 28 partidos consecutivos del Atlético sin perder en el Metropolitano. El Athletic cobra ventaja hacia la final de Sevilla a falta de la vuelta en San Mamés.
Los dos equipos encaran una eliminatoria a todo o nada. Conscientes de que en la Copa se les abre una posibilidad muy real de obtener un título que engrandezca el curso. Así saltaron Atlético y Athletic al Metropolitano. Con la sensación de ahora o nunca. Una ocasión pintiparada para hacer felices a sus aficiones.
El Atlético, con cinco cambios con respecto al equipo que empató en el Bernabéu el pasado domingo. Molina por Marcos Llorente, Reinildo por Mario Hermoso, Samuel Lino por Riquelme, Pablo Barrios por Saúl y Depay por Morata. El Athletic, finalmente, sin Nico Williams, convaleciente por la dolencia muscular sufrida el viernes contra el Mallorca, ni siquiera estaba en la convocatoria.
Arrancó el Atlético de forma prometedora. Con la percepción de querer intimidar al rival. Era un Atlético intenso que quería la pelota para enlazar con Memphis sin precipitaciones. Avisó Witsel pronto, de cabeza, de esas intenciones. Más tarde, Memphis, tras una preciosa salida combinativa del Atlético desde su área, pero el Athletic, vestido de blanco en el Metropolitano, enseguida exhibió sus dotes de escuadra muy bien engrasada.
Eran Sancet y Yuri Berchiche, con sus peligrosas incursiones por la banda izquierda, los que comandaron las acciones bilbaínas en el primer acto. También Berenguer, el sustituto de Nico Williams, intuitivo y hábil.
En la banda derecha se desenvolvió al principio el mayor de los Williams, Iñaki, emparejado siempre con Reinildo. El mozambiqueño comenzó centrado, pero fue perdiendo el norte con el paso de los minutos. Enmudeció a la grada al estar muy cerca de perder un balón en el área pequeña de Oblak y poco después cometió un penalti absurdo con una dura entrada a Prados. La pena máxima la transformó Berenguer en el 0-1 en el minuto 25. Un tanto que traducía en el marcador el mejor poso del Athletic en el partido.
A punto estuvo de empatar Memphis cerca del final de la primera mitad. Perdió un balón Agirrezabala cuando ya lo tenía atrapado en la misma línea de gol y el punterazo del neerlandés rozó la diana. No lo fue.
Tomó nota Simeone y en el descanso dejó en la caseta a Reinildo. En su lugar, Hermoso, que lleva una temporada a muy buen nivel y permite una mejor salida de balón.
La tuvo Villalibre en pleno acoso del Atlético. Un disparo de Unai Gómez lejano fue despejado por Oblak de puños y el rechace lo enganchó el delantero con el cancerbero atlético en el suelo. Fuera. Al lateral de la red. Antes, el asedio del Atlético había estado cerca de dar sus frutos. Con Barrios al mando y el cuchillo de Lino rozó el empate.
Correa por Barrios y Riquelme por Lino fueron los últimos ases en la manga de Simeone. Sufría por entonces el Athletic.
Lekue salvó un gol bajo los palos y Morata fue objeto de penalti en el minuto minuto 92, pero el VAR hizo rectificar al árbitro, que apreció fuera de juego en la acción. No fue posible y el Athletic enfila la final de La Cartuja.
En el minuto 94, el VAR anuló un penalti a favor del Atlético por fuera de juego de Morata