El Ayuntamiento pide poder baldear con agua potable durante Carnaval
● La ciudad dejó el viernes de limpiar las calles con agua del suministro tras un decreto del alcalde que también impide el riego de zonas verdes ● La Junta tiene que autorizarlo
En Cádiz no se usa “una gota de agua potable” para baldear las calles desde el pasado viernes, día 2 de febrero, cuando el alcalde firmó un nuevo decreto de medidas por la sequía. Así de tajante lo aseguran fuentes municipales. No obstante, la aplicación de esta medida va a quedar en suspenso durante las fiestas de Carnaval si la Junta de Andalucía así lo autoriza, ya que el Ayuntamiento ha solicitado poder usar agua potable durante los días de fiesta.
Ha recurrido el gobierno de Bruno García a la excepcionalidad que contempla el decreto por el que la Junta de Andalucía regula desde junio de 2023 las medidas a adoptar en relación a la sequía. En concreto, es el artículo sexto de ese documento el que establece que “se podrán exceptuar con carácter temporal las prohibiciones para los diferentes usos reguladas en el presente Decreto dictando las autorizaciones correspondientes debidamente motivadas”.
Ese mismo decreto prohíbe el uso de agua potable para el baldeo de las calles. Pero haciendo uso del artículo sexto, el Ayuntamiento de Cádiz ha solicitado la “autorización excepcional” en base a dos de los tres supuestos que contempla el decreto andaluz. “Por causa de riesgos para la salud pública” y “por motivos de interés general o social”.
A estas causas, motivadas por los orines y malos olores que se generan durante el Carnaval, así como por la masiva afluencia de visitantes que esos días registrará la ciudad, se le une las limitaciones del uso de agua no potable que tiene disponible Cádiz. Y es que, según trasladan fuentes municipales, las existencias de los pozos de la ciudad y de los depósitos de las piscinas no darían abasto con las necesidades de limpieza y baldeo de esos días de fiesta.
De hecho, las fuentes consultadas aseguran que ya apenas hay agua en esos pozos de no potable que se están utilizando desde que el viernes pasado el alcalde decretó la prohibición de baldear y regar las zonas verdes con agua potable. De ahí esta petición elevada a la Junta de Andalucía, que si rechaza la medida generaría un serio problema de limpieza en la ciudad estos próximos días.
Las normas vigentes en la comunidad autónoma establecen a este respecto que las autorizaciones excepcionales “se tramitarán, resolverán y notificarán en el plazo máximo de quince días a contar desde la presentación de la solicitud”, siendo la Secretaría General de Medio Ambiente, Agua y Cambio Climático la que tome la decisión final “previo informe de la Comisión de Gestión de la Sequía o, en ausencia de ésta, del Comité de Gestión afectado”.
Todo hace indicar que la Junta autorizará este uso de agua potable durante los días de fiesta, aunque desde el Ayuntamiento están a la espera de una respuesta formal por parte de la administración andaluza.
NUEVO DECRETO MUNICIPAL
Esta petición a la Junta de Andalucía entronca de manera directa con la eliminación definitiva del baldeo con agua potable en las calles de Cádiz desde el pasado viernes, día en que el alcalde firmó un nuevo decreto que mantiene medidas aplicadas desde hace semanas e incorpora nuevas restricciones para lograr ese objetivo de reducir el 20% del consumo de agua en Cádiz respecto a las cifras de los últimos cinco años.
El decreto, que se hizo público ayer, recoge una decena de prohibiciones expresas del uso de agua potable, a los que suma otras cinco medidas que se mantendrán “durante la vigencia del período de excepcional sequía”.
De todas ellas, la más destacada es la prohibición del uso de agua potable para el “riego o baldeo de viales, calles, sendas y aceras, de carácter público o privado”; medida a la que se une la prohibición de “riego de jardines, praderas, árboles, zonas verdes y deportivas, de carácter público o privado”.
Esto último podría tener consecuencias directas en instalaciones como el estadio Nuevo Mirandilla, cuyo césped podría dejar de regarse salvo que el Cádiz Club de Fútbol utilice agua no potable.
El baldeo, por tanto, podrá seguir practicándose siempre que se utilice “el agua de los pozos de agua no potable con los que cuenta la ciudad, así como los depósitos
Los pozos de agua no potable no tienen reservas suficientes para limpiar en Carnaval
de reutilización de las piscinas municipales”. A lo que Bruno García une en su decreto el estudio de la viabilidad de poner en funcionamiento nuevos pozos en la ciudad.
En el nuevo decálogo de prohibiciones está también incluido el llenado de piscinas, estanques o fuentes que no tengan “un sistema de recuperación o circuito cerrado”; haciendo especial mención a la prohibición “de utilizar agua potable en piscinas desmontables o hinchables”.
Dejarán de estar en uso las fuentes para consumo humano que carezcan de “elementos automáticos de cierre”; y los que tengan este dispositivo sólo podrán usarse para beber, no “para fines recreativos y cualquier otro uso”. De igual forma, se prohíbe el lavado de manguera de vehículos, ya sea en instalaciones públicas o privadas, a excepción de las instalaciones destinadas expresamente a esta actividad. Y en este bloque de medidas, también se “reitera” la prohibición ya vigente de “disponer de bocas de riego y manipular la red de distribución general sin autorización, salvo en los casos de incendio” y de “enlazar redes de agua de abastecimiento público con las procedentes de pozo”.
Una vez dictaminadas todas estas medidas, el alcalde ha facultado a la empresa municipal Aguas de Cádiz a suspender el suministro de agua de aquellos contratos que incumplan con las prohibiciones fijadas en este decreto, a lo que se suma la misión encomendada a la Policía Local para realizar tareas de vigilancia y control del cumplimiento de estas nuevas normas que se da la ciudad para combatir la sequía.