Educación recurre a taxis para llevar al comedor a los niños del colegio San Ignacio
● En plena borrasca resultaba imposible el traslado a pie tras la reubicación del servicio por la ruina
La Delegación Territorial de Educación recurrió ayer al servicio de taxis para trasladar a los alumnos del colegio San Ignacio al comedor, que se ha reubicado en el CEIP Quintanilla tras la declaración de ruina del edificio principal del centro educativo. Los menores, desde la semana pasada, estaban siendo trasladados a pie bajo la supervisión de dos profesores y de las dos monitoras, que los acompañaban en este recorrido de 400 metros. Pero en medio de la borrasca Karlotta –con rachas de viento que rozan los 80 kilómetros por hora y episodios de lluvia intensa– llevar a los alumnos de un colegio a otro resultaba imposible. De hecho, el temporal venía a confirmar las inquietudes de las familias de los niños, que desde un primer momento se preguntaban qué iba a pasar en días en los que se dieran condiciones meteorológicas adversas.
Educación, puesta en contacto con el centro educativo, optó por llevar a cabo el traslado en taxi. Se planteó también que los menores se quedaran en el centro y se les hiciera llegar allí el catering, tal y como se estuvo haciendo en los primeros días en los que el comedor quedó inutilizado. Sin embargo, esta opción suponía también un problema porque ya se ha trasladado todo el menaje del servicio de comedor al CEIP Quintanilla.
La Policía Local colaboró también con el traslado para agilizar el transporte en taxi de un sitio a otro, según explicó la comunidad educativa, que refirió que el Ayuntamiento isleño ofreció también su colaboración para sortear las complicaciones del día. Por su parte, la FLAMPA, la Federación Local de AMPAS, se mostró dispuesta incluso a costear con sus fondos un microbús para realizar el traslado.
La comunidad educativa trasladó posteriormente su agradecimiento a todos ellos, así como al colectivo del taxi para solventar el problema que suponía –en plena alerta por la borrasca Karlotta– llevar a los niños al comedor. De hecho, espera que esta preocupación compartida por la situación de los alumnos sirva de acicate para acercar posturas en pos de una solución definitiva para el colegio.