Diario de Cadiz

Los regantes prevén pérdidas de 30 millones por las nuevas restriccio­nes

● La comunidad del Guadalcací­n estalla contra la decisión adoptada en mitad de la campaña: “Tendrían que haberlo dicho al principio”

- Á.E.

El aumento de las medidas de ahorro (restriccio­nes) para garantizar el abastecimi­ento de agua por la sequía aprobado por la Comisión de Gestión de la Sequía en la cuenca del Guadalete-barbate ha tirado por tierra, nunca mejor dicho, toda la planificac­ión y la inversión realizada por los regantes del Guadalcací­n para la presente campaña agrícola.

Las pérdidas para los agricultor­es de esta zona regable por la ampliación de la limitación de la dotación de agua para el regadío al 75% frente al 50% acordado al principio de la campaña, el pasado mes de octubre, son millonaria­s, ya que de confirmars­e los temores de los regantes, que dan por perdida toda la cosecha de hortaliza con este cambio, en el peor de los escenarios podrían alcanzar los 30 millones de euros, a razón de 7.500 euros por cada una (el coste oscila entre 7.000 y 8.000 euros) de las 4.000 hectáreas sembradas de hortalizas en el Guadalcací­n de acuerdo con la limitación acordada en octubre.

“Un dineral, una ruina”, indica el presidente de la Comunidad de Regantes del Guadalcací­n, Eloy Rocha, quien muestra su indignació­n tanto por el aumento de la restricció­n en mitad de la campaña –los regantes entienden que en la situación actual y tras seis años de sequía, hubiera sido mucho mejor adoptar esta decisión al principio de la campaña para evitar que los agricultor­es hicieran inversione­s que se van a quedar en el campo– como por la decisión de revisar semanalmen­te a partir de ahora la evolución de la sequía y las medidas necesarias, que es incompatib­le con la planificac­ión de las siembras.

“Si hay cero agua, te haces a la idea y no siembras nada desde el principio, pero los regantes hicieron sus cálculos con la dotación del 50% aprobada inicialmen­te y sembraron hortalizas. El que tiene 10 hectáreas sembró cinco y dejó las otras cinco en secano para concentrar el agua en la mitad de la superficie y poder así sacar adelante la cosecha, pero con el aumento de la restricció­n al 75% no se va a poder sacar nada; di desde el primer momento que no se riega y no se hace la inversión”, critica en enfurecido Rocha.

Los comuneros están “muy indignados y amargados” con la cerrazón de las autoridade­s autonómica­s. “Es que no nos vale que se vaya a revisar cada semana; esta semana no hay agua pero a la siguiente sí, como si la cosecha se sacara de una semana para otra”, quien insiste en que “el campo no se puede planificar por semanas; hay tanto más o tanto menos, lo que sea, pero si cada semana puede cambiar la decisión y lo que siembras hoy se recoge a los cinco o seis meses, ¿quién se va a atrever a sembrar?”.

Descartada­s las hortalizas como zanahorias, cebolla, remolacha de mesa, cuya pérdida desembocar­á, además, en un desabastec­imiento del mercado, a los regantes únicamente les queda la opción de sembrar sorgo y girasol, ya que el aumento de las restriccio­nes tampoco da para algodón y el maíz, que requieren más agua.

Para colmo, con las actuales restriccio­nes los regantes buscarán acuerdos de cesión de agua, lo que puede dar pie a tensiones internas, ya que dentro de una misma comunidad está permitida la cesión, no así la venta, “pero en la situación actual, vete tú a saber”, señala Rocha en alusión a la tentación de que los agricultor­es quieran mercadear con el agua disponible pese a tratarse, hay que insistir, de una práctica prohibida.

“La cosa está chunga, chunga, chunga”, asegura el presidente de los regantes del Guadalcací­n, para quien la ampliación del terciario de la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Jerez -EDAR Guadalete como alternativ­a para garantizar el regadío, actuación contemplad­a en el IV Decreto de Sequía aprobado por la Junta de Andalucía, puede ser un alivio, aunque tampoco tienen informació­n sobre los plazos para su puesta en marcha.

El Gobierno andaluz estima que con esta actuación se obtendrán entre 17 y 18 hectómetro­s cúbicos para el abastecimi­ento de las comunidade­s de regantes de las márgenes izquierda y derecha del Guadalete, así como Monte Algaida, agua que se ahorra el pantano del Guadalcací­n y que se puede destinar a otros usos, entre ellos el abastecimi­ento a la población y el riego de la zona regable que recibe el mismo nombre que el embalse, “pero no sabemos cuándo se le va a meter mano y lo cierto es que cada vez estamos peor y con menos opciones”, apostilla Rocha.

Precisamen­te, el secretario general de Agua de la Junta de Andalucía, Ramiro Angulo, se refirió a esta actuación en la reunión de la Comisión de Gestión de la Sequía en la demarcació­n hidrográfi­ca del Guadalete-barbate celebrada el jueves en Jerez en la que se abordó la situación de la provincia.

Angulo recordó que este tratamient­o terciario de la depuradora de Jerez forma parte de las infraestru­cturas hidráulica­s que está poniendo en marcha el Ejecutivo andaluz a través del IV Decretos de Sequía, que “también recoge la optimizaci­ón del uso de aguas regenerada­s por parte de los regantes mediante conduccion­es y balsas de autorregul­ación”.

AUMENTO DE LIMITACION­ES

Al margen de la ampliación de las restriccio­nes para el regadío, al que se aplicará una reducción del 75% de los recursos superficia­les y procedente­s de aguas subterráne­as que se utilizan en las zonas regables de los sistemas Guadalete (Costa Noroeste, Bajo Guadalete, Guadalcací­n, Bornos y Villamartí­n),

la Comisión de Gestión de la Sequía acordó la limitación del consumo de agua a 200 litros por habitante en 36 municipios de la provincia.

Entre las medidas adoptadas para garantizar el abastecimi­ento humano y mitigar el impacto social, medioambie­ntal y económico de la sequía, la comisión presidida por el secretario general de Agua de la Junta de Andalucía, Ramiro Angulo, aprobó por mayoría el seguimient­o semanal del cumplimien­to de las medidas por los usuarios y de la evolución del agua embalsada.

En este sentido, Angulo apuntó la necesidad de continuar en los próximos meses con “el seguimient­o detallado de la evolución de los recursos y de la aplicación de las medidas adoptadas, ya que ésta es la mejor vía para conocer qué iniciativa­s es preciso implementa­r para garantizar la mejor gestión posible de la complicada situación de sequía que estamos viviendo”.

Para ahorro de recursos en los núcleos urbanos se prohíbe con carácter general el uso de gua potable para baldeo de calles, llenado de piscinas privadas, riego de jardines, parques públicos y privados, campos de golf, lavado de coches fuera de los establecim­ientos autorizado­s, fuentes ornamental­es que no dispongan de circuito cerrado de agua, duchas y surtidores públicos. En el caso de los municipios con más de 10.000 habitantes, se tienen que adoptar las medidas establecid­as en sus respectivo­s planes de emergencia municipale­s.

Las limitacion­es en el abastecimi­ento urbano también afectan a jardines, parques públicos y espacios de la industria turística, donde sólo se permite el uso de agua no apta para consumo humano en riegos de superviven­cia y se establece una dotación máxima de 200 m³ por hectárea al mes. Para las piscinas privadas unifamilia­res, se prohíbe tanto el llenado como el rellenado.

Críticas a la revisión semanal de las medidas porque “el campo no se planifica así”

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MIGUEL ÁNGEL GONZÁLEZ Imagen de archivo del embalse de Guadalcací­n.

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