LOS COROS CALLEJEROS
Han visto la foto del coro ‘Los pamplis’? Hablo del año 1.935, con todas aquellas vicisitudes, carencias e inseguridades. Todos sus componentes maquillados y vestidos para la ocasión, que no es otra que cantarle a tu tierra desde la carroza. Aquello sonaba a Cádiz y cumplían con un verdadero objetivo: convertir las calles en las verdaderas bambalinas de un teatro imaginario. Ese es el origen de un Carnaval gaditano inédito y exclusivo. Digo el año treinta y cinco por poner un ejemplo de cientos de ellos. En el año 1894, el genial Antonio Rodríguez Martínez El Tío de la Tiza sube por primera vez un coro a una carroza: el coro ‘Los pajaritos’. Ahí nació el verdadero sentir del gaditano en esta fiesta. Se creó así el fundamento de nuestra particular fiesta.
Nos venimos al año actual, al 2024, y vemos el deterioro de la modalidad. Los coros en la calle tienen que ir afinados y el repertorio debidamente aprendido. El tipo mimado y cuidado al completo. Los coros, concursen o no, son el eje de la fiesta en la calle y han de cumplir con la esencia y pureza que nos dejaron los viejos comparsistas. El coro, vaya al Falla o no, cobra del Ayuntamiento por estar en la calle y dar sentido a la fiesta. El Ayuntamiento debe exigir a los mismos un mínimo de dignidad, en caso contrario no pagarles, que es lo que yo haría. Después servimos de cachondeo para los componentes de otras modalidades por esa falta de compromiso, por tomarse esto como el que va a beber y a comer a una barbacoa. Si vas al COAC o si solo vas a la calle, debes entender que el verdadero teatro es Cádiz y no se puede ir mascando letra ni vestido con unos tenis. El coro es la modalidad más seria de todas y, al mismo tiempo la que sostiene el carnaval en la calle, aunque para algunos esto sea un motivo para tomarse dos vasos de vino y reírse del que está abajo tratando de oír algo bueno. La Asociación de Coristas debe controlar la calidad de los coros en la calle. No vale con mirar hacia otro lado. No vale con luchar solamente para conseguir mayor subvención. Remamos en el mismo barco y todos debemos ir en la misma dirección porque Cádiz se merece que peleemos por lo único genuino y estrictamente gaditano. El atractivo de salir en un coro debe ser por amor al tango y a tu tierra, no porque se ensaya poco.