‘El rey que no pudo reinar: Napoleón I’, pieza invitada del Museo
● Se trata de la tercera entrega cedida por José Luis Aragón Panés con motivo de la conmemoración de la Batalla de Chiclana
Con motivo de la conmemoración de la Batalla de Chiclana, el Museo de Chiclana acoge una nueva pieza invitada, que estará a disposición del público hasta el próximo 6 de marzo. Se trata de ‘El sueño imposible de Napoleón. El Rey que no puedo reinar: José Napoleón I’, formada por elementos cedidos por José Luis Aragón Panés. Así lo anunció recientemente la delegada municipal de Cultura, Susana Rivas, y el propio autor. Es el preámbulo de los actos conmemorativos del 213 aniversario de esta efeméride durante el periodo napoleónico en la ciudad.
Continuando con el ciclo expositivo ‘España: el sueño imposible de Napoleón’, este año, que es el tercero, se exhiben diversas piezas de coleccionismo, relacionadas con el rey José y su familia; un facsímil de la proclama de José Napoleón I, del 12 de julio de 1808, en la que se dirigía a sus súbditos en el momento de tomar posesión del reino; tarjetas postales del Rey, tres reproducciones de monedas de la época y un libro con una extensa biografía del monarca.
“Con la próxima conmemoración 213 aniversario de la Batalla de Chiclana el 5 de marzo, José Luis Aragón Panés nos trae estas piezas sobre José Bonaparte”, declaró Susana Rivas, quien animó a la ciudadanía a visitar el Museo y disfrutar de esta pieza.
Por su parte, José Luis Aragón Panés afirmó que, tras las realizadas Napoleón I y Goya y, sobre el monarca y la familia de Carlos IV, con esta propuesta “el visitante puede conocer un pequeño perfil de lo que fue el rey que no pudo reinar”, y recordó que “José fue una persona muy cercana a su hermano, uno de sus consejeros, quizás de las personas más inteligentes de las que se rodeó Napoleón”.
José Napoleón I, rey de España y de las Indias, nació en 1768 en Corte (Córcega), siendo el primogénito del matrimonio compuesto por Carlo Buonaparte y María Leticia Ramolino. Abogado de profesión, antes que en España, reinó durante dos años en Nápoles, asumiendo dignamente el cargo.
No fue un rey tan ilustrado y reformador como se creyó pero tampcoo un inepto indolente. Estaba dispuesto a modernizar el país, sobre todo, la ineficaz y obsoleta estructura de la máquina de un Estado absolutista.
Motejado injustamente en numerosas ocasiones, ello no ensombrece sus intentos de reinar para todos los españoles, aunque no pudo. No se lo permitieron la guerra, ni sus hostiles súbditos, ni algunos de sus colaboradores más cercanos. Después de la guerra se exilió en Suiza, Estados Unidos, y más tarde en Florencia. Allí falleció en 1844.