El obispo invita a las cofradías a “mantener encendida la llama de la esperanza cristiana” en esta Cuaresma
Zornoza dirige un escrito a los cofrades pidiendo que la Eucaristía esté muy presente en este tiempo
El obispo diocesano ha querido animar a los cofrades gaditanos en este inicio de Cuaresma poniendo el acento en ese Año de la Eucaristía que recientemente anunciaba e inauguraba y que se extenderá hasta la fiesta de Cristo Rey a finales de noviembre.
Ha querido Rafael Zornoza poner de relieve que la piedad popular “tan expresiva en estos días que celebramos” en torno a las procesiones de Semana Santa y a los vía crucis que en estas semanas de Cuaresma se rezarán con imágenes por las calles de la ciudad “ha de ayudarnos a mantener encendida la llama de la esperanza cristiana en medio de un mundo que necesita conocer el amor de Dios”.
Por ello, ha vuelto a insistir a los cofrades en la recomendación de la lectura de la carta pastoral que los Obispos del Sur firmaban hace unos meses con motivo del aniversario de la visita de San Juan Pablo II a Sevilla y Huelva; un escrito que contiene una serie de claves que Zornoza pretende que sean incorporados a los planes de formación de las cofradías, “de modo que cada hermandad sea un lugar de crecimiento en la fe”.
El Año de la Eucaristía que vive la diócesis también quiere Zornoza que esté presente en la Cuaresma de este año, “tiempo fuerte de conversión personal y comunitaria”. “La eucaristía es el alma de la Iglesia, el origen de toda forma de santidad y todo cristiano está llamado a ella”, ha reivindicado el obispo, que invita a los cofrades a vivir este tiempo litúrgico previo a la Semana Santa “profundizando en el que sabemos que es el misterio de nuestra fe”.
“El Señor, en la Última Cena, sella con nosotros la Nueva Alianza y anticipa su Pasión, Muerte y Resurrección que nos deja presentes, con toda su fuerza salvífica, en su Cuerpo y su Sangre, para darnos acceso a la salvación que en estos días, con la intensidad que se merece, vamos a celebrar”, afirma Rafael Zornoza, que señala que la vivencia de esa eucaristía “nos ayudará a vivir con intensidad y coherencia toda manifestación externa de la fe”, al mismo tiempo que asegura también que los preparativos de estas semanas y las salidas procesionales desde el Viernes de Dolores al Domingo de Resurrección “nos han de llevar a la Eucaristía, único alimento que nos sacia del hambre y la sed de Vida Eterna”.