Diario de Cadiz

EL MADRÍ, EL BARÇA, LOS ALETIS (1)

- MANUEL AMAYA ZULUETA

E LMadrí está de durse. Así se decía de algo óptimo o excelente o sápido no hace tanto. Mi abuelo, for example, curaba su diabetes vaciando las bandejas de durse en Orcha, Cristóbal Colón. Pena de pastelería tan suculenta. De durse. Y si un torero iba de rosa y oro, asimismo se decía: “Paula hoy va de durse”. U Ordóñez u Ortega. Amo el football por encima de camisetas blancas, blanquirro­jas o granazules, siempre que el Glorioso no esté por medio, por supu. Vi, vimos el Madrí-gerona. Escribiré Girona cuando hable catalán en Seo de Urgell. Por la misma razón que no digo: “Mañana cojo el avión pa London”. O pa Bordeaux. Qué partidazo de los albos. Boquiabier­to me quedé con ese juego fácil que hace ahora el equipo del estadio con forma de lata de sardinas. Esperaba un partido difícil, pues los gerundense­s (el de la tele dice yironí) hilaban asimismo juego-pata-negra en la liga. Aunque ya en Gerona los “pusimos en su sitio”, como me aclaró el eximio traumatólo­go Martínez Villar en el palco de Asisa. Resulta chocante comprender cómo el mismo equipo que necesitó arterament­e del vareto tres veces para vencer al feble Almería, produjera magia pelotera: el lenguaraz Vinicius, que jugó de durse, abrío el melón con el mejor tiro desde que llegó a Sol km. cero. Palo y paentro, como dice el Upi de Cai. Y luego, ese futbolista (perfecto) de los cien millones. Es atlético, vivo, incansable, tiene ese arte de los divinos para estar solo en el área chica para empujarla, lo que parece propio de un brujo. Creo que será el segundo Di Stéfano. El tiempo aclarará esto. Pero es que todo lo hace bien o muy bien. Como Alonso, que no sabe conducir mal a 300 km/hora. También resulta paradójico cómo con una defensa en la que el pequeño Carvajal jugaba de central izquierdo, acompañado de un centrocamp­ista, consiguier­a dejar la portería a cero ante el team más goleador del campeonato hasta ese momento, y, sin embargo, el Barça con unos centrales de lo mejorcito del mundo, recibiera tres chícharos del Granada y cinco del Villarreal.¿ Cómo el aspirante a catalanopa­rlante, Míchel, no ordenó a sus pibes que bombearan balones a la zona defendida por el cortete Carvajal. Couto parecía el lateral del Iliturgi. Y Lunin, Iríbar.

No es difícil responder a ese asombro ante los goles encajados por los dos grandes de España. El Barcelona tiene centrocamp­istas de pies de durse: De Jong, Pedri (da verdadero placer verlo con la bola en los pies) y el turco entrado en años. El Madrí posee centrocamp­istas menos de durse en cuanto a técnica individual, pero que son inmensos tapones en el terreno de la pre-área. El partidazo de Camavinga, que cada partido me fascina más, puede explicar lo criticado arriba. Camavinga, con ese nombre que invita al sueño, es un Bellingham sin gol. Incansable Y tiene 20 tacos. Tiene margen de mejora cantidad. Y no costó caro. Chuamení es todo lo contrario. No olvido al trotón Valverde, que defiende fuerte y corre tela. Rompe líneas, dicen los de la tele. El mismo Kroos, sin ser un atleta es inteligent­e y se coloca perfectame­nte en el verde a la hora de taponar y de crear, con ese toque fino que Dios le ha dado. Me recuerda a un defensa sin cintura ni velocidad, pero magnífico, se llamaba Koeman. Cuatros pies selectos y malignos. Ese es el secreto que explica cómo al Barça le han metido los mismos goles que al Glorioso y el Madrí reciba tan pocos. Gundogan no defiende nada, agazapado alrededor de Lewa, Jong hace lo que puede y Pedri se pone negrocolor­ao en cuanto corre de portería a portería tres veces. Chuamení, Valverde, Camavinga, Bellingham son cuatro lebreles incansable­s. Y ninguno tiene malo el pie, ni la cabeza. Ahí está la liga, en Cama y en Belly. Esa es la razón. (Continuará).

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain