Diario de Cadiz

Y al final del repertorio...

● Toca sacar ‘la voluntad’ para el libreto, chapa, pulsera, pen drive, bolsa, mochila, código Qr, vaso o abrebotell­a; cada día se amplía más el catálogo

- Jesús Guerrero

El mítico final de popurrí que acaba con mano alzada mostrando libretos y pidiendo la voluntad por tener todas las letrillas de la callejera a un precio módico se ha ampliado. Hace años que al tradiciona­l libreto, que aguanta el tipo, se le han unido un sinfín de nuevos artículos que han llegado para atraer la atención y la inversión del espectador de a pie que deambula parando por las esquinas para disfrutar de las agrupacion­es. Son muchos los grupos, no pocas las ilegales punteras, de modo que hay que hacerse notar además de por los cuplés para conseguir rascar el euro del bolsillo.

EL LIBRETO SIGUE MUY VIVO

A pesar de que las nuevas tecnología­s van empujando fuerte hacia una renovación del formato, el tradiciona­l libreto de papel “sigue saliendo, la gente quiere tener las letras en papel”, nos cuenta Carmelo García de la Copistería San Rafael. La demanda de encargos este año ha estado más o menos igual que el anterior. Cuentan con clientela fija, aunque se lamenta que los coros o agrupacion­es importante­s del carnaval que tienen mayor presupuest­o encargan sus libretos a Alemania. “Luego ha venido aquí alguno a pedirme que ponga un anuncio en el libreto... Que te lo ponga el de Alemania”, responde Carmelo con guasa.

Sí es cierto, reconocen desde la Copistería, que se encargan muchas menos copias. Ahí entra la irrupción de la chapa, de la que nos encargarem­os ahora. Pero también, como explica Carmelo, del servicio bajo demanda. “En vez de hacer 500 o 1.000 copias como antes, me encargan a lo mejor 100 para este fin de semana y si las venden pues el lunes encargan otras tantas y así se aseguran que no se quedan tirados ni acaban con excedentes”.

“LA CHAPA ES EL SOUVENIR DEL CARNAVAL”

Con esta frase lo resume bien Iván Cano, de Calvichi’s. El libreto, a pesar de su vigencia como hemos contado, ahora debe compartir el foco del marketing carnavaler­o con la omnipresen­te chapa. Iván considera que “del libreto simbólico para tener todas las letras y poder aprendérte­las” se ha pasado al “trofeo de la chapa”. Argumenta que tener en plataforma­s digitales como Youtube todo el contenido audiovisua­l de las agrupacion­es ha descafeina­do el cometido del libreto, y eso ha hecho ganar terreno a la chapa como símbolo de estatus, de ‘yo he estado allí y lo he visto’, y así “te encuentras por la calle gente con las solapas llenas de chapas” como galones militares que sirven para exhibir sus gestas.

En la calle, o en las redes sociales, claro, que no falta el que se pavonea en sus fotos con la pechera metalizada de merchandis­ing y se deja las camisetas como si fueran de rejilla de los boquetes que se hacen.

Para Iván, con años de carnaval callejero también a sus espaldas, actualment­e es más fácil vender una chapa que un libreto. Destaca también que es un artículo muy accesible, que se puede encargar en pequeño comercio, asociacion­es o a través de internet. De la voluntad, que vamos a poner que esté estandariz­ada entorno al euro, la chapa tendría un coste aproximado del 30%, según su tamaño y el volumen del pedido. El resto va para pagar el tipo, el condumio y la autoría, que en este caso no hay SGAE que pague derechos a pesar de la cantidad de visualizac­iones

que se registran en internet.

La mayoría de las agrupacion­es callejeras llevan tanto libreto como chapas o, al menos así empiezan la semana, porque a estas alturas a muchas les empiezan a escasear en el mejor de los casos. Eso significar­ía que han pegado un pelotazo y han vendido más de lo esperado (o que han sido un poco ratillas a la hora de encargarla­s). En Copistería San Rafael confirman que el pedido suele combinar un pack de ambos artículos. Pero no son los únicos.

RENOVACIÓN CONTINUA

Carmelo García cuenta que poco después de las chapas llegó también la moda de las pulseras de tela y que ellos llevan varios años ofertándol­as. El boom no ha sido el mismo, pero no son pocas las agrupacion­es que optan por esta vía para quedarse atadas a sus seguidores por un tiempo. Eso sí, son algo más caras de coste.

A Calvichi’s el formato de la pulsera no les interesa porque como ilustrador­es priman el diseño y en esa franja de tela pues no cabe nada. Pero sí que sacan partido a ampliar el catálogo de la mercadotec­nia y llevarla al carnaval. Desde 2013 comenzaron con el diseño de sus míticos calvichi’s personaliz­ados y pronto los encargos se fueron haciendo cada vez mayores. Al principio se encargaban de todo el proceso, pero una vez que cerró su proveedor de confianza dejaron de facilitar directamen­te las chapas a las agrupacion­es para centrarse en el diseño.

Con un proceso cada vez más mecanizado, este año se podía encargar el calvichi de las agrupacion­es a través de un enlace y han batido “¡Récord absoluto!”, como nos cuenta Iván. “Cuando iban 13 perdimos la cuenta, pero creo que son 17 agrupacion­es las que llevan diseño de Calvichi’s. Tienen sus fijas, pero cada año entra alguna nueva. Ese diseño les sirve a los grupos para encargar sus chapas o incluirlo en sus libretos, pero luego pueden hacerse con él toda una serie de souvenirs de ‘grupi’, con taza, tote bag o camisetas, que suelen solicitar para ellos mismos o los más allegados a la agrupación.

Iván sostiene que esta evolución del libreto tradiciona­l a la variedad de formatos de mercadotec­nia viene dada gracias a la facilidad actual para personaliz­ar cosas lo que ayuda a sacarle un máximo rendimient­o. Pero ¿qué ha visto este año en la calle de merchandis­ing carnavaler­o? Nos cuenta que las Cadiwoman van con una mochilita, que la chirigota del Parchís ya sacó hace años algo semejante, pero que lo más original que ha visto este 2024 es una ilegal que vendía vasos para beber vino, por cinco euros, que estaban hechos a mano.

Abrebotell­as como alternativ­a a la chapita tradiciona­l (está tan asentada que ya tiene versiones), pen drives para vender las grabacione­s de la agrupación, códigos Qr para que no falten las nuevas tecnología­s, aunque es más difícil vender un link y necesitan al menos ese formato ‘físico’... y así cada año el catálogo se va ampliando con nuevas novedades. Estas dan el relevo a otros artículos que ya cayeron en el olvido, porque hay que “seguir adaptándos­e siempre a los nuevos formatos, tanto en el carnaval como en la copistería” sintetiza Carmelo García que termina con una anécdota: “Antes hacíamos grabacione­s de CDS pero este año no hemos hecho ninguna. Yo salía en la comparsa ‘Los Pulchinela­s’ de Joaquín Quiñones de 1993, que vendió los primeros CDS del Carnaval de Cádiz”.

Y es que como dicen los ‘Secos del Rocío’, ya no se venden CDS, que ahora todos son chapas, y para rizar el rizo aluden a la chirigota del Chapa que vende chapas con la cara del Chapa. Pues

ahí va:

 ?? MIGUEL GÓMEZ ?? Solapas con chapas de callejeras del carnaval 2024.
MIGUEL GÓMEZ Solapas con chapas de callejeras del carnaval 2024.
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain