Descifrando al Dios Momo más caletero
● José Antonio Arocha crea para el Carnaval de Sanlúcar un cartel protagonizado por el mitológico personaje en la playa sanluqueña
Es Carnaval. Como una localidad más de la geografía gaditana, Sanlúcar celebra esta fiesta mayor en la provincia con alegría, desenfado, coplas y muy poca vergüenza. Durante estas fechas, los distintos municipios se echan a la calle para celebrar y reivindicar, para ser escuchado y para, por supuesto, llamar la atención. Una fiesta tan simple como compleja, tan campechana como furiosa. Remontarse a sus inicios es un camino muy frondoso como para aventurarse a ello pero desde el arte, la simbología y la propia simpleza se puede descifrar, comprender y escenificar, a color, lo que empezó en blanco y, sobre todo, negro.
En ese camino se encontró José Antonio Arocha (Sanlúcar, 41 años) cuando Pacote Pizarro, delegado de Fiestas del Ayuntamiento de Sanlúcar, le encargó realizar el cartel para el presente Carnaval 2024 de la ciudad. Novel en edad, no tanto en la materia pues, hace más de 15 años también puso su nombre al del Certamen Flamenco que se celebra en Las Noches de Bajo de Guía.
“Un caramelo” para un artista que no se identifica como tal, pues su presente está más relacionado con el mundo del 3D. Tampoco se considera aficionado ni entendido del Carnaval, algo anormal en esta provincia tan entregada a sus fiestas. La base de la obra que finalmente presentó a finales del mes de enero en el Auditorio Manolo
Sanlúcar reside en el modus operandi del autor: Solucionar problemas creativos. “Traté de averiguar quién era y de dónde venía el carnaval”, explica.
Tras ver, escuchar y buscar durante una semana antes de empezar a diseñar, Arocha llegó al Momo, el Dios del Carnaval. Una figura que, si bien está extendida para los carnavaleros, representa todo lo que envuelve a estas fiestas desde su concepción. “Buscando referencias no me fui al Carnaval de Cádiz. Lo que vi fue en blanco y negro”, admite el artista.
Y como el Carnaval desde sus inicios es arte y transgresión, creó su propio Momo. Un momo gaditano, “caletero”, le llegaron a decir en una de las críticas. Una persona mayor, canija, “que te la puedes encontrar en cualquier zona de Cádiz”. De entre el blanco y negro que caracterizó las referencias artísticas emergió el color de Hippolyte Berteaux en una pintura en un techo de un teatro de Nantes. El artista francés representó al Dios Momo siendo expulsado del Olimpo por representar a la sorna, la burla y el humor. “Lo que es el Carnaval de Cádiz: cantarle las cuarenta a los que mandan”, afirma Arocha.
De la pintura de Berteaux cogió la máscara para introducirla en la cabeza del báculo que porta el Momo Caletero de Arocha. Una figura representada en la playa de Sanlúcar, con el coto al
José Antonio Arocha
Autor del cartel
Supe que lo primero que tenía que conocer es quién era y de dónde venía el Carnaval”
fondo, y disfrazado con los colores –rojo, azul y amarillo– de la bandera de la ciudad. La figura que resulta de ese “juego” que hace el autor es un personaje que bien podía ser un tipo. “Lo veo en el Falla”, le dijeron a José Antonio Arocha.
La hemeroteca enseña que los carteles del Carnaval en Sanlúcar suelen representarse en la Plaza del Cabildo, en el centro de la ciudad, algo de lo que quiere desmarcarse Arocha porque “no hay nada más identificativo en Sanlúcar que el paisaje de la playa con Doñana al fondo”. Y en la playa está Momo, solo, gritando al pueblo de Sanlúcar que estamos en Carnaval, que es tiempo de disfrute, locura y desinhibición.
Para decir verdad, el Dios Momo no se encuentra solo en esa playa, Antonio Ramos, el célebre periodista sanluqueño que falleció el pasado 4 de julio, lo acompaña con su micrófono de La Ser como lo hiciera durante décadas en los hogares de toda la ciudad. “Lo conocía de toda la vida como personaje famoso de Sanlúcar”, relata José Antonio Arocha, que también recuerda que en su casa se almorzaba con Antonio Ramos. Entre otras muchas distinciones, en 2018 recibió la Máscara de Oro del Carnaval en reconocimiento a su trayectoria y en 2021 el Ayuntamiento le concedió la Insignia de Oro de la Ciudad. Ese grito del Dios Momo suena con la voz de Antonio Ramos.