Un pregón dedicado a las comparsas más consagradas y a la cantera
● ‘Ramoni’ consigue concentrar en la Plaza del Castillo a la historia viva del Carnaval portuense ● Las coplas protagonizan el acto
El pregón del comparsista José Ramón de Castro, Ramoni, en la Plaza del Castillo, superó las expectativas, dejando un regalo de coplas que deleitó al público asistente, entre el que se encontraban los concejales de Fiestas David Calleja, y Juventud, José Ignacio González Nieto, así como las coquineras y coquineros. El hecho de ofrecer el pregón del Carnaval en domingo, el último día de la fiesta en El Puerto, fue resuelto de manera magistral por el pregonero: dando el protagonistas a las coplas y pasodobles, y naturalmente a las agrupaciones, en especial a las comparsas, que las hacen posible.
De esta forma, consiguió subir al escenario a las agrupaciones más veteranas y consagradas de El Puerto pero también a los jóvenes de la cantera, que vienen pegando fuerte, así como algunas figuras del flamenco y grandes voces del carnaval portuense. Los componentes de la comparsa La oveja negra, de la que forma parte Ramoni no pudieron asistir al evento, ya que estaban actuando en Jaén.
Con una plaza del Castillo que finalmente se llenó de público, y con un escenario exornado de manera sencilla, aunque con buena calidad de sonido, fue intercalando sus vivencias en el mundo de Carnaval y con la ciudad portuense, desde niño, cuando acudía en el Vapor a la localidad desde Cádiz, pasando entonces por momentos en que la fiesta alcanzó cotas muy brillantes, con comparsas y letras memorables nacidas en El Puerto.
Paralelamente, mientras hacía este recorrido por sus recuerdos, donde no faltó la memoria de su padre, amigo personal de Diego Caraballo o de Pedro el de los Majaras (”venir a pregonar en El Puerto es como pregonar en tu casa”), fue invitando a subir al escenario a distintas agrupaciones locales. Comenzó con la Antología de Los Gitanos, de los que se cumplen 25 años de su primer premio en El Gran Teatro Falla con La Parra Bomba. Ofrecieron la presentación de aquella gran comparsa y alguno de los cuplés que les valieron el premio, dejando claro su buen estado de forma. “Hay que animarlos para que vuelvan al concurso”, manifestó el pregonero al oírlos cantar.
A continuación intervino él mismo, con Coplas de Mostrador, título del trío que forma con antiguos componentes de Los Majaras, para ofrecer lo que definió como “un puente de coplas entre Cádiz y El Puerto”, que fue muy bien acogido por el público, formado por aficionados y conocedores de la fiesta.
Entre los recuerdos de sus visitas a El Puerto durante su infancia y juventud, y recordando que en su momento también él fue parte de la cantera, convocó a escena a la comparsa Los discípulos, el gran descubrimiento de este Carnaval, muy bien recibidos y animados por el auditorio.
Otro de los mensajes que lanzó al ver actuar a estas jóvenes promesas, fue que hace falta que el Carnaval de El Puerto “vuelva a florecer”, citando a grandes autores como José Luis Arniz, Antonio Rico Segura, y otros muchos, además de un gran número de agrupaciones que dejaron huella, de las cuales se conservan muchas composiciones. Sobre el escenario recordó a Los Hindúes, de principios de los 70, interpretando uno de sus pasodobles. También el comparsista portuense Ramón Herrera interpretó una copla de Diego Caraballo, compuesta por el autor portuense y dedicada a El Puerto.
Fue en ese momento cuando recordó su paso por Los Majaras, entre cuyas voces destacó durante tres años, y que salieron al escenario elegantemente vestidos de rojo, morado y negro, dejando muestras de su buen hacer con un pasodoble dedicado a Andalucía. Destacó entonces el papel de esta emblemática agrupación como nexo de unión entre el carnaval portuense y el de Cádiz, donde no obstante subrayó que “ha costado mucho que los jurados le dieron su sitio a El Puerto”. Las actuaciones del pregón se cerraron con David Oliva, el Niño Villar, que interpretó unas alegrías y tanguillos de Cádiz, además de una canción de homenaje al Adriano III, con la que instó a no olvidar que “el Vapor forma parte de nuestra idiosincracia”.
Finalmente, José Ramón de Castro interpretó un pasodoble de la comparsa Cantares, por la que su padre sentía una gran predilección, recordando en ese momento nostálgico a la Banda del Capitán Veneno, de Juan Carlos Aragón, fallecido en 2019.
El pregonero cerró el acto convocando a su hijas y a su mujer al escenario, así como a Antonio Rivas y Manuel Albaiceta, tras lo cual todas las agrupaciones interpretaron para clausurar el acto la copla inmortal ‘Un 4 de diciembre’.
Para terminar, el concejal David Calleja entregó un diploma a José Ramón de Castro en reconocimiento a su labor.
Concluido este homenaje, se procedió a la entrega del Gañote de Oro a Manuel Gil Verano, y la peña El Vaporcito premió con la insignia Pepe el del Vapor a Juan Carlos Sara Moreno, y la insignia de Plata a Anabel Laynez Cruz.
José Ramón de Castro conjugó sus vivencias en Cádiz y El Puerto con su biografía carnavalesca