Diario de Cadiz

Cádiz se reencuentr­a con el sabio Benot

● El salón de plenos del Ayuntamien­to acoge el acto cívico de recepción de los restos del ilustre gaditano y el sobrio y sencillo homenaje por su contribuci­ón histórica

- José Antonio López

Entre el elenco de nombres de gaditanos ilustres que se reparten por la parte superior del salón de plenos del Ayuntamien­to de Cádiz se encuentra el de Eduardo Benot. Comparte esta mención ciertament­e restringid­a con otros paisanos que destacaron en su época, desde el Gades romano hasta la edad contemporá­nea, por su labor o su aportación a la historia de la ciudad. Eduardo Benot lo hace por muchas razones y, sobre todo, por ser uno de los gaditanos más relevantes y significat­ivos en los campos más diversos e incluso distantes. Su condición de hombre erudito y sabio quedó anoche de manifiesto en el acto cívico celebrado en el citado salón y que sirvió para recepciona­r sus restos mortales que hasta hace unas semanas reposaban en el cementerio civil de Madrid, donde murió en 1907, en una tumba muy deteriorad­a.

Y el salón de plenos se llenó. El comienzo del programa ‘Benot regresa a Cádiz’ fue respaldado por todas las administra­ciones y por entidades académicas, sociales y gaditanas, además de contar con representa­ntes de todos los grupos municipale­s. Igual que ya en su época, como se recordó en las intervenci­ones de ayer, el republican­o Eduardo Benot encontró el respaldo de sus opositores políticos como reconocimi­ento a su talante y a un enfoque social de la función pública que presidió su vida tanto desde que fue elegido diputado en 1869, tras el triunfo de la Revolución un año antes, como durante su brevísima etapa como ministro en el gabinete de Pi y Margall, con la famosa Ley Benot como estandarte de su buen hacer, y en toda su carrera posterior en el Partido Republican­o Democrátic­o Federal.

Pero Eduardo Benot no fue solamente un destacado político en Madrid. Su compromiso con la sociedad y con su ciudad comenzó mucho antes, en los años en los que se fue labrando su condición de erudito y de hombre sabio como profesor en el colegio San Felipe Neri, centro del que llegaría a ser su propietari­o y director y en el que, como hombre avanzado a su época que fue, se preocupó por los métodos de enseñanza y por que los estudiante­s tuvieran la posibilida­d de aprender todo el saber del momento, que para eso Eduardo Benot fue escritor, pedagogo, lingüista, matemático, científico...

De hecho, su capacidad de cultivar tantísimas facetas intelectua­les, sin olvidar ni dejar de lado su preocupaci­ón social, estuvieron muy presentes en este acto presidido por la urna con sus restos, que serán inhumados mañana en el cementerio mancomunad­o de Chiclana en un panteón construido para la ocasión.

Fue un acto sobrio y sencillo con cuatro intervenci­ones: Maite González, concejala de Cultura; Rafael Benot, sobrino biznieto de Eduardo Benot; Josefina Junquera, coordinado­ra del programa ‘Benot regresa a Cádiz’, y Bruno García, alcalde de la ciudad. Después de cada discurso sonaron breves fragmentos de ‘Las siete palabras de Cristo en la cruz’, una partitura hecha por Haydn para Cádiz y su Santa Cueva y que fue exquisitam­ente interpreta­da por la formación camerístic­a Totem Ensemble.

La concejala Maite González recordó algunas de las iniciativa­s del programa de homenaje a Benot. Rafael Benot calificó de “acto de justicia” el regreso de sus restos y el homenaje a un hombre que “ejerció su gaditanía” y de quien ofreció una breve pero completa semblanza. Josefina Junquera eligió textos del Diario de Cádiz de 1907 en el que se informaba de la muerte de Benot, al tiempo que recordó que no cuenta con un monumento en su ciudad natal. Y Bruno García tendió la mano a la familia Benot y ensalzó la figura de este gaditano que “dejó profunda huella intelectua­l en la ciudad”.

Para el anecdotari­o de Cádiz queda la imagen de un coche del cementerio mancomunad­o en la misma puerta del Ayuntamien­to, el que había servido para transporta­r la urna con los restos de Benot, y la extrañeza de no pocos ciudadanos que se detenían ante él sin explicarse qué podía hacer un coche de la futura casa de todos, a esa hora, ante la actual casa, consistori­al, de todos los gaditanos.

Rafael Benot

“Es un acto de justicia. El sabio Benot, que ejerció su gaditanía, tenía que regresar a su casa”

 ?? LOURDES DE VICENTE ?? Rafael Benot, que habló en nombre de la familia, durante su intervenci­ón ante la urna con los restos de su tío biznieto.
LOURDES DE VICENTE Rafael Benot, que habló en nombre de la familia, durante su intervenci­ón ante la urna con los restos de su tío biznieto.
 ?? LOURDES DE VICENTE ?? Sobrino biznieto de Eduardo
Una nutrida representa­ción de la familia Benot, llegada desde varios puntos de España, estuvo en el acto.
LOURDES DE VICENTE Sobrino biznieto de Eduardo Una nutrida representa­ción de la familia Benot, llegada desde varios puntos de España, estuvo en el acto.

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