La Isla reconoce la trayectoria de Pedro Manzano con el Galardón La Venera
● El reconocido restaurador recibe la distinción cofrade en un acto celebrado en el Ayuntamiento
San Fernando distinguió en la tarde del pasado lunes la trayectoria profesional de uno los especialistas en restauración y conservación de obras de arte más reconocidos en Andalucía, el isleño Pedro Manzano Beltrán, por cuyas manos han pasado algunas de las devociones cofrades más señaladas de la Semana Santa andaluza, sevillana y también –cómo no– isleña. La última de ellas, la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, que a principios de enero era repuesta al culto en la Iglesia Mayor Parroquial tras una intervención que ha devuelto a la talla todo su esplendor y que ha permitido que los isleños vean al mismo Jesús Nazareno al que rezaban sus abuelos.
Este reconocimiento a Pedro Manzano Beltrán llegó a través de la asociación cultural cofrade La Venera, que le hizo entrega de su más preciado galardón en un sencillo pero emotivo acto de Cuaresma que se llevó a cabo en el salón de actos del Ayuntamiento isleño.
Arropado por su familia, el restaurador recibió de manos de la alcaldesa, Patricia Cavada, y del presidente de la asociación, Juan Rodríguez Rivera, el XIV Galardón La Venera, antes de trasladar su agradecimiento y evocar con gran cariño sus orígenes isleños. Su padre, de hecho, fue policía local en el Consistorio isleño, como apuntó en un discurso en el que la gratitud hacia los suyos fue una constante.
Y también, aunque sus estudios y su carrera profesional han discurrido en la capital hispalense, Pedro Manzano aprovechó la entrega de esta distinción que le hacía de nuevo volver a La Isla para recordar aquel primer encargo que, todavía sin experiencia alguna, le hicieron los carmelitas descalzos a través del padre Juan Hidalgo Parejo, por entonces prior de la comunidad isleña, cuando pusieron en sus manos la restauración del Cristo de la Salud: “Supuso inicio de mi carrera y la realización de mis primeros trabajos de restauración ya como profesional de la misma”, afirmó el homenajeado, que confesó también sentirse “muy feliz” con esta distinción. “El esfuerzo y la constancia se ven hoy recompensados”, añadió.
En un discurso breve y conciso, el reconocido restaurador afirmó que se considera “sumamente afortunado de trabajar en aquello para lo que me he formado y amo”. “Ha sido un largo camino el recorrido hasta ahora, pero aún queda mucho por hacer y mientras Dios me lo permita seguiré velando porque su mensaje perdure a través de las obras de arte”, manifestó este especialista.
José Fernández Mora, hermano mayor de la hermandad del Nazareno, fue también el encargado de llevar a cabo la glosa, en la que intentó resumir como pudo en tan solo unos pocos minutos el vasto currículum de este isleño que se fue a Sevilla para especializarse en restauración y
“Me considero afortunado de trabajar en aquello que amo”, afirmó el especialista
por cuyas manos han pasado devociones tan inmensas como el Cristo de las Tres Caídas y la Esperanza de Triana, los Estudiantes o el Gran Poder, a cuyo cargo tuvo la intervención que se hizo en el sistema de articulación de los brazos. Hace apenas unos días era también repuesto al culto la imagen del Resucitado de Sevilla, una de sus últimas restauraciones.
Por su parte, el presidente de La Venera, Juan Rodríguez, reconoció también que gracias a su trabajo y a su enorme profesionalidad a la hora de intervenir en las imágenes “en San Fernando se ha perdido el miedo a restaurar imágenes”.