LAS CLAVES DE LA PREVENCIÓN
Detectores de humo y calor obligatorios en casas
La insistencia de los bomberos será perpetua: los detectores de humo en las viviendas son importantes para salvar vidas. Su presencia debe ser obligatoria por ley, ya vendrán después los seguros de hogar a recordarlo con cambios en sus cláusulas, una vez que la instalación y mantenimiento (su pila dura diez años) es más sencilla de lo que se pueda pensar.
El correcto uso de las puertas cortafuegos
De poco sirve tener en los edificios puertas cortafuegos si estas están abiertas y sujetas a la pared o, en caso de un garaje, para salir es necesario utilizar una llave. En los rellanos de las plantas, los bomberos recomiendan tener cerradas estas puertas o, en su caso, abiertas con un retenedor electromagnético que las haga cerrarse en caso de darse una alarma por incendio; y en los garajes, que puedan ser abiertas desde el interior con una simple barra que active su apertura sin necesidad de llaves.
El gran peligro de los indispensables cargadores
Los cargadores se han hecho indispensables. Móviles, ordenadores portátiles, tabletas y patinetes necesitan ser recargados a diario y casi a cualquier hora. Es preciso vigilarlos y que no estén cerca de material inflamable, como papeles, cortinas, colchones o sofás.
La importancia de enchufes y regletas
Los elementos eléctricos deben ajustarse a la normativa, no estar dañados, situarse lejos de cortinas y no estar sobrecargados con más enchufes de los que pueda soportar. Cualquier chispazo puede derivar en un incendio.
La vigilancia de la comida puesta al fuego
Un consejo más antiguo que el ‘comé’, pero también uno de los defectos de los hogares españoles. Dejar la comida al fuego sin vigilancia, mientras que se están haciendo cosas en otras estancias de la casa, puede ser un gran aliado de un futuro fuego.