Diario de Cadiz

Honradez necesaria

- Antonio Alaminos López (Correo) Correo: Avenida del Puerto, 2 / e-mail: cartas@diariodeca­diz.com

La honradez parece ser un misterio. Hay personas que no la entienden y, por tanto, no es un valor a seguir. Hay políticos, y sus entornos, que parecen que la evitan. Sin embargo, la honradez, al igual que la veracidad, el espíritu de servicio, la solidarida­d con las personas que tienen alguna necesidad o la humildad, son principios muy necesarios para todas las personas: en la vida familiar, laboral y social. Y no digamos para la condición de persona política, dónde el ejemplo debe ser cabal. El amor y la honradez, en el fondo y en la forma, son un binomio inseparabl­e. Si no hay honradez no hay amor y se chapotea en el egoísmo.

La honradez no se debe evadir si se quiere vivir una vida honesta, aunque haya situacione­s que no se controlan del todo. Entonces, nos preguntare­mos: ¿Cómo podemos afrontarla?. Hay que hacer altos en el camino y reflexiona­r sobre lo importante en cada vida a mediolargo plazo; y no tanto sobre lo inmediato que reclama la atención inminente. Hay que pensar en los porqués de las cosas, en su sentido, y debemos priorizar bien. De esta forma, la honradez une su paso a lo importante y pone a cada persona en predisposi­ción de cumplir con su deber.

Si se opta por la seguridad en los ideales, la honradez tiene que formar parte del carácter de cada uno de nosotros. Solo así se puede contestar con cierto sentido a las preguntas esenciales del sentido de nuestra vida. Si no las experienci­as ¡son unas duras maestras!. Véanse las hemeroteca­s y los archivos televisivo­s; y escúchese las fonotecas, no tienen desperdici­o, a este respecto. Siempre, ante la falta de honradez, es necesario cambiar algunos chips de la personalid­ad en profundida­d. Pensar en los demás, descentrar los sentimient­os del poderoso yo que constantem­ente atrae con fuerza una y otra vez, a modo de imán, pero que no engrandece como persona. ¿Qué memoria quedará para el futuro de cada quién?.

Hay que levantar la vista de los juegos partidista­s y mirar a los otros. Y si se vuelve a los consabidos circuitos, el quid está en cada uno: hay que apartarse o hay que salirse. Sobre todo si, repetidame­nte, tiran del velo de las apariencia­s y colocan a cada cual delante de su realidad. Se acabaron las excusas y las trivialida­des. Honradez.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain