La Guardia Civil detiene a tres personas tras el altercardo en el cuartel de Barbate
Las dependencias de la Benemérita se reforzaron ayer con distintas unidades del cuerpo
Varias patrullas de distintas unidades de la Guardia Civil se encontraban apostadas durante la mañana de ayer junto a la puerta del cuartel de Barbate, toda vez que el pasado martes varios agentes sufrieron insultos y descalificaciones por parte de los componentes de un clan familiar después de que algunos de sus integrantes hubiesen sido retenidos en un control de circulación donde a punto estuvo un agente de ser atropellado.
La Guardia Civil detuvo en la mañana de ayer a dos personas, un hombre y una mujer, como responsables de los hechos. Ambos detenidos son hermanos, como confirmaron fuentes de la Benemérita, y habrían participado en el altercado en el que una veintena de personas, con diversos antecedentes, se habían desplazado al cuartel profiriendo amenazas e increpando a los guardias civiles que allí se encontraban. La Guardia Civil confirmó ayer por la tarde una nueva detención, con lo que ya serían tres los arrestados.
El incidente sucedido el martes en el cuartel de la Guardia Civil de Barbate ocurrió minutos después de que una patrulla parara a un coche que circulaba a gran velocidad con cuatro hombres mayores de edad en su interior. Tras darle alcance, ordenaron a sus ocupantes que abandonaran el vehículo.
En ese momento, uno de ellos se introdujo nuevamente en el vehículo, dando un acelerón que estuvo a punto de arrollar a uno de los agentes de la Guardia Civil. Estos les recriminaron el acto y los cuatro hombres comenzaron a increparles en ese mismo lugar.
Una hora después de este suceso, unas 20 personas, entre las que se encontraban dos de los ocupantes del vehículo –hermanos junto con otro varón y una mujer– se personaron en el puesto de Barbate y comenzaron a increpar a los agentes allí presentes.
Fuentes de la Guardia Civil indicaron que la veintena de individuos son casi todos pertenecientes a una misma familia conocida de la zona y que, además, acumulan varios delitos de tráfico de drogas, lesiones, amenazas, delitos contra la seguridad vial y contra el patrimonio, entre otros.
Varios colectivos de guardias civiles consideran que se ha perdido en Barbate el principio de autoridad y que es necesario un aumento de efectivos en la zona.
Por su lado, el alcalde de Barbate, Miguel Molina (Axsí), trasladó ayer su “cansancio” por tener que desmentir que se haya producido en la tarde del martes un “asalto” al cuartel de la Guardia Civil, sobre el cual, dijo, era “simplemente un altercado” producido a las puertas de estas instalaciones entre familiares de personas detenidas por los agentes. Por eso, pidió “respeto” a la hora de informar sobre hechos como estos. “Cuando hay un altercado, una detención, normalmente siempre ocurre en todos los municipios de España que muchas familias van a protestar y hay pequeños enfrentamientos en las puertas del acuartelamiento”, argumentó a este repecto en una declaración pública a los medios de comunicación