Campaña para dedicar una calle a la Sociedad San Vicente de Paúl
● Han empezado a reunir adhesiones para trasladar una propuesta formal al Ayuntamiento
La propuesta es sencilla: dedicar una calle a la Sociedad San Vicente de Paúl a modo de reconocimiento por la labor solidaria que desde el siglo XIX ha llevado a cabo en San Fernando y que, a día de hoy, siguen desarrollando las dos conferencias en las que se organiza en la localidad. La de Juan XXIII, que en 2023 atendió a unas 600 familias en situación de necesidad; y la más conocida, la que gestiona el Hogar Federico Ozanam, el albergue de la calle Lope de Vega que atiende a las personas sin hogar.
El isleño Manuel Pinedo Mota, un veterano miembro de San Vicente de Paúl en la localidad desde hace 47 años, ha puesto en marcha una campaña para conseguir este reconocimiento a la entidad y, por ende, a los cientos de personas que a lo largo de su larga historia se han dedicado a atender a los que más lo necesitan. De momento, ha empezado a solicitar adhesiones a la propuesta entre entidades, colectivos y personalidades locales con la idea de trasladar posteriormente al Ayuntamiento su petición formal para que se inicie el correspondiente expediente y se pueda rotular una calle de la ciudad con el nombre de Sociedad de San Vicente de Paúl. Busca un amplio apoyo ciudadano y, por ende, de la Corporación Municipal para este sencillo gesto de homenaje que considera justificado por la trayectoria de la entidad y por la labor que sigue erjerciendo en la actualidad.
La institución –apunta– se funda en París en 1833 y llega a España de la mano de Santiago Masarnau en 1849. Hay constancia histórica de que estaba ya plenamente asentada en Cádiz y San Fernando durante los años del Sexenio Democrático (1868-1874), según ha podido documentar Antonio Orozco Guerrero en su tesis doctoral (Cádiz durante el Sexenio Democrático: el conf licto de iglesiasecularización), que se cita entre los argumentos empleados para pedir la dedicatoria de la calle. De hecho, aunque se le cambia el nombre por el de Asociación de Hombres Buenos, la asociación sobrevive a la supresión de todas las órdenes e instituciones religiosas no seculares que los revolucionarios de 1868 pusieron en práctica: “Fue así –se apunta– porque la misma revolución reconocía la importante labor social de la Sociedad San Vicente de Paúl”.
Aunque con este gesto se pretende también “un reconocimiento a ese grupo de hombres y mujeres que a lo largo de más de 175 años se privaron de muchas horas de descanso, de vida familiar o social, por estar al lado de quien necesitaba ayuda”. “La mayor parte de esa ayuda era material pero también afectiva y emocional”, señala. De ahí que se inste a los isleños a sumarse a la iniciativa para tener “un recuerdo para todos aquellos que visitaban, ayudaban y apoyaban a los hogares sociales y económicamente tan poco agraciados”.
Por supuesto, se alude a la trayectoria asistencial y el compromiso social de la Sociedad de San Vicente de Paúl, “una asociación de laicos creada con el fin de ayudar, paliar o consolar a las personas que están en un estado de necesidad sin tener en cuenta ni origen ni raza ni idioma ni religión, solo nos importa que ese ser humano esté en una situación de necesidad”.
Pero en esta petición no solo se aluden a los argumentos históricos que avalan el papel de la institución, sino también –y muy especialmente– a la labor que lleva a cabo en la ciudad en la actualidad: tanto en el albergue Federico Ozanam, donde se atienden a las personas sin hogar en colaboración – hasta 278 fueron acogidas a lo largo de 2023– con Cáritas y el propio Ayuntamiento isleño; como con la labor que se presta desde la conferencia Juan XXIII, que se dedica a atender a las familias en situación de necesidad.