Los sindicatos piden restablecer el módulo de respeto para mujeres en Puerto 3
● Critican que sólo haya un módulo femenino, donde conviven muy distintos perfiles
No corren buenos tiempos para la mujer en la prisión portuense Puerto 3. Así lo han denunciado los sindicatos Acaip-ugt y CSIF, con representación en dicho centro penitenciario, que han querido poner en conocimiento público “el grave agravio comparativo que sufren las mujeres internas que cumplen condena por parte de la directora de este centro, en connivencia con la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, lo que hace muy difícil el desarrollo de nuestra labor, como trabajadores y trabajadoras de dicha institución”.
“La tradicional configuración del sistema penitenciario por y para los hombres”, afirman los sindicatos, “invisibiliza a la mujer en prisión”. A esta situación de vulnerabilidad, derivada de la tradicional configuración de las prisiones y que no atiende a los especiales perfiles, problemáticas y roles de la mujer, “se añaden las pautas impuestas por Esther Serrano, directora del centro penitenciario.
En la anterior etapa directiva, recuerdan los sindicatos, el centro contaba con dos módulos de mujeres, uno de ellos denominado de respeto, permitiendo a las áreas de vigilancia y tratamiento establecer una separación en función del perfil de las internas.
La actual dirección procedió a eliminar este módulo de respeto de mujeres hace dos años, “con la complicidad de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, sin pensar en el desorden regimental que crearía dicha medida, quedando así un único módulo de mujeres donde conviven todas las internas que cumplen condena, limitando todavía más sus derechos, pues no se puede atender a sus situaciones y necesidades”.
Por otro lado, las internas que desempeñan un puesto de trabajo tienen que obligatoriamente residir en un módulo con hombres, denominado mixto, “limitando el derecho de las mujeres al acceso a un puesto de trabajo”, al obligarlas a residir con la población masculina.
El análisis del único departamento de 75 mujeres arroja unos datos ilustrativos que evidencian lo difícil de la labor penitenciaria del funcionariado de las prisiones, señalan los sindicatos.
De esta forma, hay un 32% de mujeres internas que han ingresado por primera vez en un centro penitenciario; un 34,6% de mujeres internas que no han cometido ninguna infracción disciplinaria durante el tiempo que llevan en un centro penitenciario; y un 49% de mujeres presas que son multirreincidentes y con numerosas infracciones disciplinarias.
Por este motivo, Acaip-ugt y CSIF denuncian que es “materialmente imposible” que se pueda cumplir con el mandato del artículo 25.2 de la Constitución Española, “dirigido a la reinserción y reeducación de las mujeres internas, con esa aberrante y nefasta mezcla de perfiles”.