La Junta levanta las restricciones para piscinas públicas y turísticas
● Mantiene las limitaciones por la sequía para el consumo de agua urbano y el regadío, medidas que se revisarán en 15 días
Los regantes de la cuenca del Guadalete tendrán que esperar hasta después de Semana Santa para saber si vuelven a la restricción del 50% en la dotación de agua para riegos aprobada al principio del año agrícola, en octubre del año pasado, limitación que el pasado mes de febrero se amplió hasta el 75% tras la declaración de la situación de sequía grave.
Pese a que las últimas lluvias han propiciado que de la situación de escasez grave se pase a escasez severa, un escalón por debajo, la revisión de las restricciones de riego no figuraban en el orden del día de la sesión extraordinaria de la Comisión de Gestión de la Sequía de la demarcación hidrográfica de la cuenca del Guadalete-barbate, celebrada en la jornada de ayer.
Los representantes de los regantes sentados en la mesa han salido muy decepcionados de la reunión, de la que fuentes del sector extraen que la agricultura ocupa un papel secundario dentro de las prioridades de la Administración autonómica, más preocupada por atender los intereses del sector turístico que de garantizar la producción de alimentos a la población.
De hecho, las mismas fuentes consultadas por este periódico explican que en el orden del día de la Comisión de la Sequía únicamente figuraban dos puntos, uno de ellos para abordar la solicitud de excepcionalidad para la Cooperativa Virgen de las Virtudes de Conil, que se abastece de un acuífero que no está sobreexplotado, es decir, que no se surte de agua embalsada ni regulada, y el segundo para autorizar el llenado de piscinas públicas municipales, clubes deportivos o sociales, aquellas que se destinan a fines terapéuticos en centros sanitarios y las de alojamientos turísticos que figuren en el registro oficial de la Junta de Andalucía, es decir, todas menos las particulares de uso privado.
La Comisión de la Sequía prolonga, por tanto, las restricciones para el abastecimiento de uso urbano en los municipios del sistema Guadalete y que entre otras medidas contempla un máximo de 200 litros por habitante y día.
Del mismo modo, se mantiene la reducción al 75% de los recursos superficiales y procedentes de aguas subterráneas empleados en las zonas regables de los sistemas Guadalete –comprende las comunidades de regantes de Costa Noroeste, Bajo Guadalete, Gualdacín, Bornos y Villamartín– y Barbate.
La sesión extraordinaria estuvo presidida por el secretario general de Agua de la Junta de Andalucía, Ramiro Angulo, quien emplazó a los regantes a una próxima reunión después de Semana Santa para abordar la posibilidad de reducir las restricciones al regadío en función de las reservas disponibles en los embalses, que aún están recibiendo aportaciones tras las intensas lluvias registradas la semana pasada, que han dejado cerca de 240 litros por metro cuadrado en las cabeceras de los embalses.
De acuerdo con los últimos datos sobre la situación de los embalses, correspondientes a ayer, el nivel de agua embalsada en la cuenca del Guadalete –embalses de Arcos, Bornos, Guadalcacín, Los Hurones y Zahara– se sitúa en el 21,6% con un volumen de 295,81 hectómetros cúbicos, lo que supone un aumento de 43,5 hectómetros y 3,2% respecto a la semana anterior.
Ramiro Angulo explicó en este sentido que “hay que esperar un par de semanas antes de poder estudiar en firme esta revisión –de las restricciones al regadío y el consumo urbano– a fin de que finalicen las escorrentías” en la zona del Guadaletebarbate.
En consecuencia, indicó la Junta en un comunicado, se haacordado que “dentro de 15 días se convocarán de nuevo las comisiones de sequía para evaluar la situación hidrológica considerando las aportaciones que siguen llegando a los embalses, así como por las posibles precipitaciones que se espera tengan lugar en la próxima quincena”.
En las reuniones anunciadas para después de Semana Santa está previsto, por lo tanto, que la comisión ya cuente con los elementos de juicio suficientes para valorar la adopción de una posible reducción de las medidas de ahorro –léase restricciones– que se encuentran actualmente en vigor en la cuenca del Guadalete-barbate para el consumo humano y los sistemas productivos.
Al término de la reunión telemática, las fuentes del sector agrario consultadas por este medio manifesetaron su descontento con la situación actual, ya que “nos sentimos los últimos de la fila y nos parece una falta de respeto que, pese a la mejora tras las últimas lluvias, nos convoquen para hablar de las piscinas porque el sector turístico no puede esperar y, por lo visto, el campo sí puede hacerlo porque, según ellos, con las lluvias caídas tenemos para tirar. Qué sabrán cómo está el campo cuando ni siquiera nos han preguntado a los agricultores”.
Pese a todo, los regantes a favor de las dos propuestas aprobadas, llenado de piscinas públicas y de espacios turísticos y excepcionalidad para la cooperativa Las Virtudes, a las que confían en que, después de Semana Santa, se pueda sumar la relajación de las restricciones establecidas para el regadío de las zonas regables en la cuenca del Guadalete-barbate.
Los regantes, muy decepcionados, lamentan que se dé prioridad al turismo