Diario de Cadiz

“Cualquier paciente debe tener las mismas oportunida­des viva donde viva”

● La primera mujer que preside esta sociedad científica pone en valor a los médicos más jóvenes ● La humanizaci­ón de la asistencia es el caballo de batalla de la nueva Oncología

- Ramiro Navarro

Es la primera mujer que preside la Sociedad Andaluza de Oncología Médica (SAOM) y la más joven. Desde que asumiera el máximo cargo de esta sociedad científica, ha demostrado su voluntad por pensar en las nuevas generacion­es de oncólogos y por Jaén, su tierra natal, a la que está “poniendo en el mapa”. Especialis­ta en cáncer de pulmón, su labor –dicen– la está convirtien­do en una de las futuras líderes a nivel nacional.

–¿Qué ha visto cambiar en dos años como presidenta de SAOM? –Queríamos poner el foco en la investigac­ión, que es una de las partes importante­s en nuestra trabajo asistencia­l. Si bien es lo que nos permite mejorar y está presente en todas las especialid­ades, en Oncología es algo que forma parte de la asistencia y de nuestra labor del día a día.

–¿En qué se hace eso visible? –Para poner en valor la investigac­ión que hacemos en Andalucía, hay que subrayar que participam­os en más de 400 ensayos clínicos. Además, nuestros servicios desarrolla­n más de 250 proyectos de investigac­ión propios. –¿Cuáles han sido sus otras prioridade­s hasta la fecha?

–La intención desde que empezamos era también poner en valor el papel de la humanizaci­ón, que es algo de lo que se habla mucho en nuestro sistema sanitario, pero queríamos hacer algo concreto. Y otra prioridad para mí era poner en valor el trabajo de los oncólogos jóvenes.

–¿Cómo es el perfil de esas nuevas generacion­es?

–La media de los oncólogos andaluces es de entre 35 y 38 años de edad y son gente que, hace algunos años, tenían que ir fuera de Andalucía para seguir su desarrollo profesiona­l. Sin embargo, en los últimos años han podido quedarse en Andalucía y seguir continuand­o su tarea. De hecho, algunos han vuelto después de haber estado fuera de Andalucía, o incluso fuera de España. Son imprescind­ibles en nuestro día a día y, aunque tenemos muchos oncólogos muy consolidad­os, hay que reconocer y darle espacio a esa gente joven que son, no el futuro, sino el presente de la oncología. Lo tenemos presente en la organizaci­ón de nuestros cursos y actividade­s

En los cuarenta años de vida que tiene nuestra especialid­ad la superviven­cia global se ha duplicado”

y hemos aumentado el número de becas de investigac­ión para que desarrolle­n sus trabajos. –¿Existen diferencia­s generacion­ales entre los especialis­tas? –En general, todo ha mejorado mucho. Nuestra especialid­ad nació a partir de la Medicina Interna, pero hemos experiment­ado una evolución enorme hacia tratamient­os más personaliz­ados. Los oncólogos jóvenes están excelentem­ente preparados. La formación MIR ha ido mejorando y creciendo a la par, en cuanto a la biología molecular, el seguimient­o y el tratamient­o de los tumores. –¿Cómo describe la evolución de la especialid­ad?

–El dato más significat­ivo es que en los cuarenta años de vida que tiene nuestra especialid­ad la superviven­cia se ha duplicado. En cualquier hospital andaluz podemos ofrecer tratamient­os y participar en ensayos clínicos igual que el mejor país del mundo occidental.

–Y la citada apuesta por la humanizaci­ón, ¿en qué se traduce?

–El Servicio Andaluz de Salud tiene un Plan de Humanizaci­ón específico pero desde Oncología queríamos ir un poquito más allá. Hemos puesto en marcha una beca para la mejora de las salas de espera de los servicios de Oncología de Andalucía. Pronto sabremos qué proyectos han sido selecciona­dos y convocarem­os más becas en este ámbito. –¿Humanizar la asistencia pasa por tener una relación más cercana con los pacientes?

–Con los pacientes se establece una relación que, para mí, es la parte más interesant­e de nuestra especialid­ad. No es solo sobre el tratamient­o que se prescribe, sino todas aquellas circunstan­cias y aspectos que afectan a quiénes están pasando o han pasado por una enfermedad tumoral. Antes, en algunos casos, la superviven­cia era de poquitos meses y ahora es de muchos años. Eso hace que surjan nuevas necesidade­s.

–¿Cuáles son esas necesidade­s y cómo se pueden cubrir pese a tener poco tiempo en consulta?

–Es cierto que el volumen de pacientes es importante, pero luego es verdad que dentro de los servicios de Oncología cada vez apostamos más por esa personaliz­ación en la asistencia. También esto es un trabajo de equipo. El papel de las enfermeras es fundamenta­l y es clave para dar respuestas y consejos sobre aspectos que afectan a la calidad de vida. Cada vez contamos con más evidencia que nos ayuda a abordar temas como la alimentaci­ón o el ejercicio físico. También podemos incidir en otras actividade­s preventiva­s. Por ejemplo, conocemos mejor el papel de la vacunación en los pacientes que tienen o han tenido un cáncer. –Estando en Jáen, ¿cómo contribuir a vertebrar la asistencia? –Sin duda trabajar en favor de la equidad es una parte fundamenta­l y está claro que, como profesiona­les, uno de nuestros objetivos es que cualquier paciente tenga las mismas oportunida­des viva donde viva. Las ratios han disminuido, pero hay margen de mejora aún para que se consolide la equidad.

Antiguamen­te muchos colegas jóvenes tenían que irse fuera para seguir su desarrollo profesiona­l”

 ?? D.S.. ?? La doctora Ana Laura Ortega es responsabl­e de Ensayos Clínicos e Investigac­ión en el Servicio de Oncología Médica del Hospital Universita­rio de Jaén.
D.S.. La doctora Ana Laura Ortega es responsabl­e de Ensayos Clínicos e Investigac­ión en el Servicio de Oncología Médica del Hospital Universita­rio de Jaén.
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