EL MADRÍ, EL BARÇA Y LOS ATLETIS
E Llector fiel ya recordará como en la entrega anterior (1) escribimos exclusivamente del Madrí. Hoy toca el turno al otro grandullón de la liga española: el FC Barcelona. En primer lugar, zanjar un asunto con púas. Me refiero a esa posibilidad existente por parte de unos y otros de asociar furbo con política, y, así, se considera al Barça el equipo del independentismo catalán y a sus seguidores falaces indepes. Gordo error. Craso. Diferente es que la directiva del club lo haya tomado en mayor o menor grado como ariete de la potencial independencia de una pequeña parte de España que llamamos Cataluña y que esto produzca en muchos españoles un repelús verosímil y hasta comprensible; pero ello no comporta que todos los que tienen al Messi Fútbol Club como prefe, sean indepes radicales, porque el aficionado al fútbol lo que quiere es que su equipo gane siempre, más allá de planteamientos políticos, sociológicos o históricos. Porque habría que pensar, siguiendo esta falacia, que los miles y miles de socios chinos y japoneses, que pagan su abono anualmente sin esperanza alguna de sentarse en el viejo Nou Campo desean ardientemente en sus corazones la independencia de los catalinos, como los llama mi amigo Manolo Erre. O que un entusiasta pacense anhelara la secesión de “aquel pequeñito país” de lo que aún se llama España. La frase entrecomillada pertenece a Pepe Guardiola, un tipo que ha hecho jugar a todo el planeta como él pretende. Porque ¿desde cuándo el portero es un jugador más de campo?, por ejemplo.
Aclarado que no todo seguidor del Barcelona es un indepe real o potencial, vayamos a lo único que me interesa a mí del balompié: los 90 y pico minutos en los que el balón rueda. Lo demás es transitorio, controvertible, empolva al maravilloso deporte en el que las manos están prohibidas. Porque, además, el que cree que el Barça es un instrumento político se introduce, sin darse cuenta, en el cenagoso mundo del independentismo, o sea, es un indepe más; pero al revés. Bebe del mismo fanatismo de los Juntos.
El equipo grana y azul ha hecho hasta hace muy pocas semanas una temporada para descambiarlo. Creo que el Misterio, ese ente sacro, también penetra en el mundillo del balón, como igualmente domina la Trascendencia y las religiones y la vida y la muerte y hasta el amor humano. A veces puede producir sinonimia con el Hado o la Casualidad. O el Fatum romano. Porque no deja de ser misterioso que una defensa fastuosa, de las mejores del mundo mundial, estimo, se deje meter cinco goles en su campo por un equipo al que el
Glorioso goleó a principio de temporada (3-1) en Carranza. Opino del Villarreal. O que los más débiles de primera (Granada y Almería) le metan un chorro de goles. A menos que le estuvieran haciendo la cama a Hernández. Quizá, quién sabe. Porque ha sido expresar el jaranero pequeñín que se iba a final de temporada, para que todos acudieran a comprarse las incansables pilas del conejito de la tele. Ya Stegen para la Torre Tavira y al Vapó der Puerto, Araújo (no olviden la tilde, porfa) de nuevo es esa bestia insoportable para los “9”, Koundé vuelve a defender y subir banda con cierto acierto, Gundogan (qué peazo pelotero, Dios) ejerce de lo que ha sido toda su vida: un pie fino, finísimo, pegado a un cuerpo, como quizá dijera don Pedro Calderón de la Barca si lo hubiera visto jugar, Lewa, hundido en la miseria, de pronto juega un partidazo en el predio/gil, asiste dos veces y mete uno, y hasta Fermín, ese muchacho que parece que acaba de hacer el COU, resulta que cabecea a lo Zarra…
En algo sí que ha acertado, más por necesidad que por libre voluntad, el centrocampista que contribuyó, y mucho, a llevarnos a la gloria de ver campeona del mundo a España en el sur de África, y es haber puesto en la pista de lanzamiento de cabo Kennedy a chavales con dieciséis años. A ver quién tiene óvulos de hacerlo. ¿Ancelotti, todavía agarrado al cortito Nacho, Sergio Glez., Cervera, Guardiola, Pellegrino, quien confía más en el supergoleador Maxi (Mini, más bien) Gómez que nuestro Cris Ramos, por el que corre sangre amarilla? ¿Alguno de éstos hubiera alineado a los juveniles Yamal o a Cubarsí el día antes de cumplir 17? Al mismo Fermín… Paradójicamente estos catalanes serán la base de España para los torneos próximos. Porque quitando el Bilbao, todos anteponen a cualquier medianía extranjera a un adolescente español. Por eso sólo va Alcaraz a la Selección española.