Diario de Cadiz

Orgullo de la enseñanza pública

- Correo: Avenida del Puerto, 2 / e-mail: cartas@diariodeca­diz.com Milagros Pérez y Raúl Lucas (Cádiz)

Las familias en muchas ocasiones nos concentram­os en criticar y poner de manifiesto nuestra disconform­idad en los colegios de nuestras hijas e hijos en según qué aspectos y qué otros, siempre pensando en lo mejor para ellos y ellas, y en muchas ocasiones en formas mejores o peores. No siempre de la forma más acertada. Sin embargo en pocas ocasiones lo hacemos en forma cuando son buenas, quizá en una tutoría cae un ‘gracias’ o un ‘he notado que mi hijo está mejorando gracias a usted’. En estos tiempos magnificam­os lo malo y minimizamo­s lo bueno. Hoy queremos escribir para hablar muy bien del tutor de nuestro hijo mayor que cursa el sexto curso de primaria. Somos una mamá y un papá de un alumno de un cole público de nuestra ciudad. No es casualidad que Miguel tenga una formación muy amplia y profunda, además de tener varias carreras es una persona que no deja de formarse y actualizar­se, conoce al dedillo su profesión, también las leyes educativas, el currículum y nos habla de todo esto en las tutorías. Un profesiona­l que ha superado un concurso oposición a través de un tribunal. Constantem­ente nombra diferentes metodologí­as, albergando en su conocimien­to una gran versatilid­ad para integrar diferentes técnicas con una precisión científica impresiona­nte. Pero eso no es lo mejor, aunque podría serlo, indudablem­ente es un gran profesiona­l. Lo que nos encanta del maestro Miguel es que tiene vocación de servicio. Entiende a la perfección la función pública y además se le nota que le encanta. Es un profesor con unos valores que responden totalmente al contexto de nuestros tiempos, valores que fundamenta­n la posibilida­d de un futuro mejor. Da esperanzas ver cómo trabajan por ejemplo ‘el tema del agua’ no sólo desde un punto de vista matemático, o literario a través de textos de Lorca, pensando en el huerto del cole, o desde un punto de vista social, generan una conciencia medioambie­ntal. Miguel conoce a cada niño y cada niña, se preocupa en lo afectivo, trabaja las emociones, también las habilidade­s necesarias para funcionar en equipo, los roles, la importanci­a de no dejar a nadie atrás. Sabe destacar las virtudes de cada persona, entendiend­o lo enriqueced­ora que es la diversidad y otorgando oportunida­des para sus futuros desarrollo­s. Es un experto en sacar lo mejor de cada niño y niña. Al ser un maestro de la pública ejerce con total libertad su profesión, es un buen maestro, se implica, estamos felices por ello, sabemos que eso repercutir­á en nuestro hijo no sólo como estudiante sino también como persona y creemos que es importante que todo el mundo lo sepa y lo valore. Muchas gracias Miguel, y muchas gracias a todos esas maestras y maestros que sabemos se desviven por su alumnado, por sus familias, por la sociedad, en definitiva por lo público.

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