PALABRA DE CHUPACEITE

Decíamos la semana pasada que El Prendimiento quiere celebrar sus 125 años de reorganización. Pues bien, hubo cabildo general con la asistencia de más de un centenar de hermanos. Resulta que el acta se remitió al obispado, y este ha invalidado el cabildo, sin que por el momento haya trascendido la causa. Resulta llamativo que fueron 110 hermanos y se contabilizaron 105 votos. ¿Estará ahí la madre del borrego?

Así las cosas, la extraordinaria queda en el aire. Nos cuentan que la hermandad propone hacerla en junio, posiblemente solo con el paso de misterio y en el mes de junio. Y uno se pregunta, ¿es idóneo ese mes entre Rocío y Corpus?

Y lo que es más chorreante, apenas dos meses después de haber finalizado la Semana Santa. Pensarlo mejor hermanos que no pega ni con cola.

Siguen los dimes y diretes en La Amargura. Parece que buscan a uno de la ‘casa’ para capataz del palio que, además, saldría de abajo. Las voces a favor de Paco Yesa son cada vez más sonoras. Incluso el nuevo hermano mayor se ha comprometido públicamente y a escala mediática que su capataz para el palio es Yesa. ¿Qué se está cociendo en los adentros de la nueva junta? ¿Ahora es aplicable lo de ‘donde dije digo, ahora digo Diego? ¿Empezamos divididos? Ojú.

Ojo. El martes se celebrará pleno extraordinario de la Unión de Hermandades. Pero la gran novedad es que ha sido promovido por el obispo que quiere mostrar, enseñar o imponer algo relacionado con la compra de las sillas, entre diez y catorce mil, para la Carrera Oficial. El asunto único que se reseña en la convocatoria es un el mencionado informe del prelado sobre las decisiones económicas adoptadas en anterior pleno. Y se supone que se sabrá el parecer de monseñor Mazuelos sobre el particular.

Quien quita que eso no sea más que una excusa para que el obispo ‘hable’ sobre los sucedidos del pasado verano y se revista del poder de la púrpura, báculo incluido.