Diario de Jerez

El ‘Juego de Tronos’ de las raíces de Vitoria

Eva García Sáenz de Urturi publica ‘Los señores del tiempo’, última entrega de su ‘trilogía de la ciudad blanca’

- Francisco Camero

Para saber de qué hablamos cuando hablamos de fenómeno editorial, el de Eva García Sáenz de Urturi es uno de los casos más espectacul­ares registrado­s en el panorama nacional en los últimos tiempos. Su asalto a la cima del best-seller comenzó en 2012 con La saga de los longevos:

la vieja familia, un debut autoeditad­o digitalmen­te que se abrió paso con tal brío entre los lectores de novela histórica que –para redondear el relato laureado– no tardó en llamar la atención de los mismos gigantes tradiciona­les que previament­e habían pasado por alto ese manuscrito. Dos años después, ya con el decisivo músculo del Grupo Planeta haciendo fuerza, la autora vasca publicó otras dos novelas, Los hijos de Adán, continuaci­ón de su

saga de los longevos ,y Pasaje a Tahití, ambas con buena acogida.

Pero el bombazo definitivo llegaría en 2016 con El silencio de la ciudad blanca ,un thriller protagoniz­ado por un joven inspector de Policía, Unai López de Ayala, mejor conocido por sus amigos como Kraken, que debe resolver unos crímenes cometidos siguiendo una metodologí­a arcaica, casi ancestral, y prácticame­nte idénticos a los que sacudieron la tranquila vida de su ciudad 20 años atrás. En Los ritos

del agua, continuaci­ón de sus andanzas, Kraken, condenado a no tener un día tranquilo en su vida, tuvo que lidiar con el sádico asesinato de varias mujeres embarazada­s, entre ellas –ya es mala suerte– su propia novia, mediante un ritual que no se llevaba a cabo desde hacía más de 2.500 años. Estos dos títulos, para decirlo con la frase hecha para estas ocasiones, consiguier­on agarrar a los lectores por las solapas con una contundenc­ia excepciona­l.

La catarata triunfal de cifras llamada a llegar, en efecto llegó: alrededor de 800.000 ejemplares vendidos hasta la fecha de esas dos entregas, casi 40 ediciones, traduccion­es a cinco idiomas también exitosas y una muy activa comunidad de lectores acérrimos en internet que comentan las andanzas del atribulado Kraken como si de un amigo del alma se tratara; además, last but not least, de una adaptación cinematogr­áfica –por ahora sólo de la primera entrega– producida por el grupo Atresmedia, dirigida por Daniel Calparsoro y protagoniz­ada por Belén Rueda, Aura Garrido y Javier Rey, de momento sin fecha de estreno anunciada pero con el rodaje ya finalizado.

Y ahora llega el final de la trilogía... al menos “de momento”, desliza la autora, no se sabe si dejando la puerta abierta a una eventual tetralogía o tan sólo resistiénd­ose a despedirse de los personajes que tantas “mieles del éxito” –la expresión es de ella– le han acercado a la boca, siendo sólo una de ellas el haber podido tomarse una excedencia en la Universida­d de Alicante, donde daba clases de optometría, para dedicarse únicamente a escribir como había soñado siempre. La novela, tercera pues y –parece que– última de la serie, se titula Los señores del tiempo y acaba de llegar a las librerías. De la expectació­n que ha

Cuando se pilla el truco de escribir estas historias, ya sólo tienes que tener cuidado de esconder bien las pistas”

Ves por la ciudad a la gente que va con el libro en la mano. Es bonito haber atraído un turismo literario, de calidad”

suscitado el lanzamient­o y de las enormes expectativ­as de su editorial dio fe la reciente presentaci­ón de la obra en Vitoria, la ciudad donde nació la autora hace 46 años y en la que transcurre toda la serie de la ciudad blanca.

Si la primera novela de la trilogía comenzaba con el hallazgo de los cuerpos desnudos de dos jóvenes asesinados en la cripta de la catedral de Santa María, conocida en la pequeña, hermosa y próspera capital alavesa como La Vieja, ese mismo edificio ubicado en plano corazón medieval de la ciudad cobra ahora de nuevo una importanci­a capital. Porque, en un giro de tuerca, la autora ha querido “maridar” esta vez el registro de thriller con asesino de métodos antiquísim­os pero sofisticad­os con el de novela histórica.

En ese lugar, en la cripta hallada en el curso de las excavacion­es en el bello templo gótico, que antes del año 2000 amenazaba literalmen­te con desplomars­e, los especialis­tas –arqueólogo­s, arquitecto­s, historiado­res, restaurado­res...– han ido reuniendo desde el comienzo de la laboriosa restauraci­ón de esta catedral del siglo XIII numerosas informacio­nes sobre la vida en el poblado fundaciona­l de Gasteiz, es decir, con los orígenes de la villa que con el paso del tiempo se convertirí­a en la actual Vitoria.

“Cuando se pilla el truco de esribir thrillers, cuando se tiene ya ese pulso entrenado, te das cuenta de que ya sólo tienes que montar el artefacto y tener mucho cuidado de esconder las pistas para que el lector de novela negra, que está ya muy acostumbra­do a historias de este tipo, no te desmonte antes de tiempo la historia. Por eso en esta novela quise mezclar ambos géneros y lograr que el lector no se pregunte a qué viene meter una novela histórica dentro de un thriller”, explica la escritora.

Así pues, Los señores del tiempo se escinde en dos narracione­s que avanzan en paralelo pero que se lanzan guiños la una a la otra: una que sucede en nuestros días, la investigac­ión por parte de Kraken de una serie de extraños asesinatos que, como sucede en los dos anteriores libros, presentan un modus

operandi de la Edad Media y abundantes ecos de la mitología y las leyendas que prosperaro­n en la antigüedad en torno a los bosques de la región; y otra que se remonta a aquel periodo histórico, en concreto a comienzos del XII, en la que un enigmático autor da cuenta de las sangrienta­s luchas intestinas, intrigas palaciegas, riñas familiares, romances clandestin­os y dramáticas traiciones que se sucedieron en el seno de los clanes poderosos de Victoria –como se llamaba entonces–, mientras la villa sufría un feroz asedio que duró casi un año, consecuenc­ia de la guerra entre los reinos de Navarra y Castilla –que se anotaría finalmente el triunfo– para hacerse con el dominio de esa plaza estratégic­a en el Norte.

“Es como un Juego de Tronos, pero en Álava”, dice la autora, que reconoce que aderezó “las pocas fuentes primarias” documental­es al respecto –principalm­ente sus entrevista­s con los arqueólogo­s que participan en la compleja restauraci­ón de la Catedral Vieja, en la que tras 18 años de constantes actuacione­s aún queda trabajo por hacer; y “muchos textos administra­tivos” de la época medieval que le dieron pistas sobre “cómo era el día a día, cómo se mataba y cómo moría la gente” en la población– con material puramente ficticio que, a estas alturas, “funciona y gusta a la gente”; esto es, “lucha de linajes, luchas fratricida­s y entre vecinos, grandes pasiones y una bonita historia de amor”.

Con ese cóctel, ya se ha dicho, la autora ha conseguido un rotundo éxito en las librerías, y también tener a sus pies la ciudad en la que nació. “De las 30 rutas turísticas que se pueden hacer en Vitoria, la que más éxito tiene, con diferencia, es la de la trilogía. ¡Desbordado­s están los chavales, que no dan abasto con los turnos que hay!”, nos cuenta entusiasma­do Patxo Manzaneda, un veterano periodista de la ciudad. “Los ves andando por ahí, con su libro en la mano, buscando por ejemplo el portal en el que vive Kraken, en la Plaza de la Virgen Blanca... Se reconocen con facilidad. Y mira, es bonito, claro”, confirmará después una Sáenz de Urturi que no oculta el orgullo que le produce haber contribuid­o a ese “cambio cualitativ­o de la marca Vitoria”. Porque además, añade, el turismo que “ha atraído” su saga es “literario, es decir, turismo de calidad”.

Incluso el alcalde de la ciudad, Gorka Urtaran, aparecerá para agasajar a la escritora tras la presentaci­ón, durante la que el grupo de periodista­s asistirá a las explicacio­nes de la autora, que comanda la marcha del trenecito turístico por la bella “almendra medieval” de Vitoria, su casco viejo de callejas estrechas atravesada­s perpendicu­larmente por los cantones que suben hasta la colina de la Catedral de Santa María. Todo es apacible, acogedor y confortabl­e –excepto el frío y el viento cuyas ráfagas parecen tener dientes para morder: bien ganado está el apodo puesto por los propios lugareños de Siberia-Gasteiz–. Eso, en el presente de esta pequeña ciudad que se sabe un poco a la sombra de Bilbao y San Sebastián, pero que exhibe con encanto sus armas, en las que por supuesto se encuentran sus abundantes locales de pintxos que abarcan desde la comida tradiciona­l a la cocina de creación .Enla de las novelas, la cosa se complica un poco: es todo algo más oscuro, algo más tortuoso y sangriento, y además, ay, nadie está libre de morir. La cuestión, como recuerda la autora, es que el lector, y el visitante, no tiene por qué descartar ninguna de las dos ciudades.

 ?? M.G ?? Eva García Sáenz de Urturi, en el centro de su ciudad natal, con el mural ‘El triunfo de Vitoria’ al fondo, una pintura callejera que recoge en su nuevo libro.
M.G Eva García Sáenz de Urturi, en el centro de su ciudad natal, con el mural ‘El triunfo de Vitoria’ al fondo, una pintura callejera que recoge en su nuevo libro.
 ?? DAVID AGUILAR / EFE ?? La escritora, durante el recorrido por el centro de la capital alavesa durante el que presentó su nueva novela.
DAVID AGUILAR / EFE La escritora, durante el recorrido por el centro de la capital alavesa durante el que presentó su nueva novela.
 ?? M. G. ?? La autora posa en un mirador con vistas al casco viejo de su ciudad con los tres ejemplares de su exitosa saga.
M. G. La autora posa en un mirador con vistas al casco viejo de su ciudad con los tres ejemplares de su exitosa saga.
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